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El atardecer es uno de los momentos más fascinantes del día. La imagen del sol poniéndose en el horizonte es una de las imágenes más buscadas en un viaje cuando el cielo saca a relucir su amplia gama de colores cálidos y, por tanto, uno de los recuerdos que uno se trae consigo a la vuelta. Ya sea en la playa, en la montaña, en el desierto o en la ciudad, cualquier lugar es bueno para disfrutar de un atardecer de película. Pero, ¿cuáles son los mejores lugares para ver el atardecer?
Madagascar
El camino que une las localidades de Morondava y de Belo y Morondava posee uno de los atardeceres más bellos del planeta. ¿El motivo? La hilera de baobabs que cubre ambos lados de la carretera y que junto al cielo anaranjado ofrece uno de los paisajes más fascinantes de África.
El baobab es una especie endémica del país que sólo podemos ver en esta parte del mundo. Se trata de unos árboles con más de mil años de antigüedad que tienen una copa de ramas gruesas, cortas y poco abundantes y un tronco con forma de botella para almacenar el agua. Pueden alcanzar más de veinte metros de altura y desde 2007 este área cercano a Morondava está protegida.
Tanzania
Sin salir de África nos topamos con otro de los mejores lugares para ver el atardecer en el continente: el Parque Nacional del Kilimanjaro. Ubicado al norte de Tanzania junto a la frontera con Kenia, el monte Kilimanjaro fue un antiguo volcán convertido actualmente en el punto más alto del continente con una altitud de 5.895 metros. Con su cumbre cubierta de nieve, se alza en mitad de una planicie de la sabana ofreciendo un espectáculo único también al atardecer.
Ascender hasta la cumbre del Kilimanjaro es una de las mejores cosas que hacer en Tanzania si eres un apasionado del montañismo y tienes buena condición física. Imagina contemplar la naturaleza cuando el sol se va apagando poco a poco para dar paso al crepúsculo. ¡Simplemente mágico!
Jordania
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Ponemos rumbo a Oriente Medio para ser testigos de otro de los mejores lugares para ver el atardecer en el mundo en el desierto de Wadi Rum, uno de los más hermosos que se ve aún más especial cuando cae el sol y su tenue luz transforma por completo el paisaje.
Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 2011 y su singular orografía hizo que tomara el nombre de Valle de la Luna. La luz del atardecer nos muestra otra cara de Wadi Rum con sus variados colores, formas y relieves. No es de extrañar, que en este desierto se hayan rodado películas tan populares como Lawrence de Arabia, Marte o Planeta Rojo. Verlo en pantalla grande es interesante pero hacerlo en persona es una experiencia única para no olvidar.
Egipto
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Hablando de cine, no podemos olvidar a Egipto como un escenario de película para contemplar un bello atardecer. Sus pirámides, la única de las siete maravillas del mundo antiguo que sigue en pie, no necesitan alicientes para dejarse maravillar por esta magnífica obra del ser humano.
Los antiguos egipcios eran grandes observadores del cielo. La ubicación de las pirámides hace que el país cuente con uno mejores lugares para ver el atardecer. La combinación de estas antiquísimas construcciones en el desierto con la puesta de sol da como resultado un instante repleto de misterio que no se puede encontrar en otro rincón del planeta.
España
En Aragón, en el límite de las provincias de Zaragoza y Teruel para ser más exactos se ubica la laguna de Gallocanta la más grande de la comunidad y una de las más extensas de España. Cada año, hacia el mes de noviembre, miles de grullas sobrevuelan los cielos de Gallocanta en un espectáculo único, en el que se dan cita hasta 30.000 aves procedentes del norte de Europa que llegan hasta aquí en su ruta migratoria en busca de temperaturas más cálidas del sur del continente.
La silueta de esa nube de pájaros sobre el cielo tornasolado que la última luz de la jornada produce en la superficie del agua es un espectáculo de la naturaleza sin igual. Una auténtica maravilla para los amantes de la ornitología. Imposible olvidar el atardecer de la laguna de Gallocanta y el ruido que hacen estas aves cuando hacen su parada aquí.
Aruba
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Cuando soñamos con el Caribe, nos viene a la mente una imagen paradisíaca de playas de arena fina, frondosas palmeras y aguas cristalinas. En Aruba, un país autónomo neerlandés, esa descripción encaja a la perfección y a ella hay que añadir unos atardeceres de escándalo.
Contemplar desde sus playas el crepúsculo es uno de los mejores souvenir que podrás llevarte de tu estancia en la isla. Además, también es una oportunidad para sentir la belleza de la naturaleza en su máxima expresión y desconectar la mente ya sea tumbado en la arena o practicando algún deporte acuático en el mar. ¡Por cierto! El fondo marino de Aruba y su colorido arrecife de coral es otro de las actividades que sí o sí tienes que realizar durante tus vacaciones.