Mar Báltico

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Comparado con las templadas y abarrotadas aguas del mar Mediterráneo, el mar Báltico puede parecer un lugar frío, distante y desconocido. Sin embargo, sus aguas bañan las costas de nueve países de Europa del norte y Europa Central que albergan hermosas playas solitarias, tesoros medievales que parecen salidos de un cuento así como islas, puentes y ciudades de canales que antaño fueron las capitales comerciales del mundo.

Estocolmo (Suecia)

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Dada su peculiar situación, Estocolmo está formada por 14 islas en una bahía al amparo del mar Báltico que están conectadas por 50 puentes. En la actualidad se trata de una ciudad moderna adicta a la tecnología, al diseño, a la moda y a la alta cocina pero su casco antiguo, Gamla Stan, nos habla de tiempos pasados a través de sus calles empedradas, sus edificios históricos de los siglos XVIII y XIX, sus tiendas, sus iglesias y sus encantadores comercios.

Estocolmo se recorre a pie. Dando un paseo sin rumbo por sus calles y descubriendo visitas clásicas como el palacio real, el Ayuntamiento y la torre de Stadshuset desde el que se tienen las mejores vistas de la ciudad, la catedral de San Nicolás, el palacio de verano y muchos otros lugares.

El epicentro de Estocolmo es Vasterlanggatan, una animada calle repleta de restaurantes, galerías y tiendas de souvenirs donde conocer la gastronomía local y disfrutar del ambiente de la ciudad. Después puedes retomar la ruta para conocer algunos de los museos más destacados de Estocolmo como el museo Abba o el museo Vasa. Si te queda tiempo también puedes ir a explorar la isla verde de Djurgarden o conocer el edificio de tipo esférico más grande del planeta. Lo llamativo de este lugar es que por su fachada se puede subir en una góndola de cristal.

Helsinki (Finlandia)

La capital de Finlandia se funde con el Báltico elegantemente y se asienta sobre un caos de bahías, islas y calas que trazan una compleja línea costera.

Helsinki se puede descubrir de muchas maneras pero una de las más chulas es rentar una bicicleta y salir a explorar sus calles pedaleando. Se podría decir que el encanto de esta ciudad finlandesa reside en su su patrimonio histórico y cultural: la catedral ortodoxa de Uspenski, la catedral protestante en la plaza del senado, sus edificios de estilo art nouveau o sus museos, donde se conserva el patrimonio nacional con sumo cuidado.

Esta ciudad posee multitud de galerías y más de 50 museos para todos los gustos como el de Historia Natural o el Ehrensvärd-museo, ubicado en la antigua residencia de los comandantes de la fortaleza Suomenlinna, que nos muestra cómo era la vida cotidiana de los finlandeses allá por el siglo XVIII. Otra visita imprescindible en Helsinki es Suomenlinna, la llamada fortaleza de Finlandia.

Un lugar muy especial que ver durante una visita a la capital está en el centro, la plaza del mercado conocida como Kauppatori. Un lugar muy turístico en el que hay puestos de flores y comida barata y desde aquí salen los ferrys y cruceros del archipiélago.

Pärnu (Estonia)

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Ubicada en la costa del mar Báltico, Pärnu es la capital balnearia y la ciudad vacacional de Estonia por excelencia. Durante el invierno es una ciudad tranquila en la que los visitantes aprovechan para pescar o patinar sobre hielo. Sin embargo, durante los días de sol en los que hace buen tiempo, familias enteras de todos los rincones del país e incluso de las vecinas Rusia o Finlandia llegan hasta Pärnu para tumbarse al sol, practicar algún deporte o simplemente relajarse contemplando el bonito paisaje.

Otros viajeros llegan hasta Pärnu en busca de un turismo de bienestar donde los balnearios son la principal atracción turística. Mucha gente desea los tratamientos termales a base de barro conocida como turba estonia que aquí se aplican. Consiste en una mezcla de agua y barrio que tiene propiedades muy beneficiosas para el cuerpo.

De Pärnu no te puedes ir sin visitar la isla vecina de Muhu, la cual está a dos horas y media en bus. Aquí se puede ver la Estonia de tiempos pasados: con sus casitas típicas y la iglesia de Muhu, la más antigua del país.

Riga (Letonia)

Riga

A pesar de contar con un casco histórico declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, la más grande de las repúblicas bálticas es una de las ciudades más desconocidas  del continente. ¿Sabías que es la ciudad con más edificios art nouveau del planeta? ¡Más de 700 edificios modernistas!

La mejor forma de conocer Riga es caminado por las calles del centro llamado Vecriga, que pese ha haber sido destruido y posteriormente reconstruido a principios de los años 90 conserva todo su encanto medieval original.

Aquí podemos encontrar un lugar conocido como Rastlaukums, la plaza del ayuntamiento, que en la Edad Media solía usarse como mercado aunque también se organizaban concursos, torneos y otra clase de celebraciones. Cerca de esta plaza se encuentra la Casa de las Cabezas Negras perteneciente a la hermandad de mercaderes de Riga. Fue destruida a causa de la II Guerra Mundial y reconstruida en 1999.

Hay muchísimo que ver en Riga. Otro ejemplo de ello es el castillo de Riga que data del siglo XIII, en él se ubica la residencia del presidente de Letonia. No podemos olvidar la plaza más grande del casco antiguo, es decir, la de la catedral donde se ubica el templo medieval más grande del Báltico y es todo un monumento arquitectónico nacional.


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