Parque natural de las Hoces del Río Duraton en Segovia

Hoces del río Duratón

Las Hoces del río Duratón se refiere precisamente a las hoces que el río realiza en su tramo medio y que se encuentran en una zona natural de gran valor ecológico. Este espacio ha sido declarado parque natural en 1989 con el fin de proteger a las especies y la flora de la zona haciendo esto compatible con la agricultura y el desarrollo turístico.

Si vamos a visitar este lugar, que se encuentra en la provincia de Segovia, debemos tener en cuenta que es un parque natural y que por lo tanto, como otros espacios protegidos, cuenta con sus reglas. Por lo demás, podremos disfrutar de un entorno natural muy bello en el que relajarse mientras se descubren zonas de gran belleza.

Cómo llegar a las Hoces del Río Duratón

Miradores de las Hoces del Duratón

Estas hoces del río se encuentra en la zona media del curso de las aguas, las cuales han excavado estas formas sinuosas en la roca caliza de la zona, creando un bonito paisaje que nos recuerda a los bonitos cañones del Sil en Galicia. Este paraje se encuentra entre las poblaciones de Sepúlveda y Burgomillodo en Segovia. El río Duratón nace en la Comunidad de Madrid cerca de Somosierra. Las hoces tienen una longitud de unos 25 kilómetros y nos encontramos al final con el embalse de Burgomillodo. Se llega fácilmente desde Segovia, ya que solo distan unos 70 kilómetros. Se puede ir por la carretera de Lastras de Cuéllar a Cantalejo  y por la CL-603.

La importancia del paraje natural

En las Hoces del Río Duratón no solo encontramos espacios naturales muy bellos y un río para recorrer en kayak. Uno de sus principales atractivos reside precisamente en su gran riqueza ornitológica, contando con la mayor colonia de buitres leonados, con halcones e incluso con águilas reales. Su gran riqueza fue lo que llevó a la comunidad a declararlo parque natural con el fin de protegerlo frente a explotaciones agrícolas o turísticas.

Qué ver en las Hoces del río Duratón

En este tramo del río hay varios puntos y miradores que además son muy conocidos. Es importante tener cierta noción de lo que vamos a ver y tener en cuenta también que a la gran mayoría de puntos se llega andando. Hay algunas pistas de tierra en las que se puede utilizar un turismo pero tendremos que estar dispuestos a hacer una bonita ruta a pie por la zona.

Ermita de San Frutos

Ermita de San Frutos

Para llegar a este punto, que es el más famoso del parque natural, hay que ir hasta Villaseca y de allí coger un camino de tierra que está señalizado y que lleva a un parking. Desde el parking hay que caminar por un sendero para llegar a la ermita, que está a poco más de un kilómetro. Es mejor acudir a esta ermita por la mañana o el mediodía, ya que por la tarde, por la posición del sol pocas fotos buenas se pueden sacar y la zona es de una gran belleza, por lo que sería una pena no poder aprovecharla. En el pequeño sendero que va hacia la ermita ya es posible encontrar unos cuantos miradores, algunos de ellos sin demasiada seguridad, pero con unas vistas espectaculares de las hoces del río y los desfiladeros. La ermita suele estar cerrada y cerca hay un pequeño cementerio al que se debe ir, porque desde este punto se divisan pequeños grupos de buitres leonados en los desfiladeros, que son uno de los bienes más preciados de este parque natural.

Monasterio de Nuestra Señora de los Ángeles de la Hoz

Monasterios de Hoces del Río Duratón

Justo al otro lado del río tenemos otro punto para disfrutar de las vistas. El inconveniente es que no hay ningún puente para cruzar, sino que habrá que volver sobre el sendero de la ermita, coger el coche y hacer un trayecto de una media hora para llegar al monasterio, el cual está en ruinas y poco cuidado. Se encuentra al borde del desfiladero y es un lugar un poco menos turístico que la ermita, por lo que si deseáis encontrar el sitio más libre de gente puede que os guste más acudir al monasterio. En este lado del río es también en donde encontramos la oferta de tours para ver el río en piraguas, una experiencia muy bella. Desde el monasterio se puede continuar para descubrir diferentes miradores de la zona. Una de las mejores horas a las que podemos ir a esta zona es en el atardecer, porque la luz nos permite sacar fotos preciosas del lugar. Es posible acercarse a lo alto del monasterio y verlo desde diferentes puntos en los miradores cercanos.

Cueva de los Siete Altares

Cueva de los Siete altares

Cerca del puente que cruza el río Duratón se encuentra esta cueva, que se considera el templo cristiano más antiguo que tienen en la provincia, en la que hay siete altares excavados directamente de la roca. Para verla por dentro hay que informarse de cuándo abre, ya que sus horarios no son muy amplios.


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