¿Cuáles son los pueblos más bonitos de Huesca? Huesca es una provincia de España, municipio y ciudad, al norte de la comunidad de Aragón. Descansa en el Valle del Ebro junto con los Pirineos, así que su paisaje es con montañas y ríos que discurren entre ellas.
Huesca tiene muchos pueblos hermosos, pueblos que se pueden visitar siguiendo una ruta de turismo rural. Conozcamos hoy los pueblos más bonitos de Huesca.
Aínsa
En nuestra lista de los pueblos más bonitos de Huesca nos encontramos primero con Aínsa: una bella aldea medieval en el medio de un valle donde predomina la Peña Montañesa de 2295 metros. Está en la comarca de Sobrarte y en parte de su territorio están los Cañones de Guara y el Parque Natural de la Sierra.
Nació como una ciudadela en el siglo XI y sus encantos le dieron el reconocimiento de Conjunto Histórico-Artístico en 1965 tras ser absolutamente restaurada. Aínsa es la Capital del Turismo Rural y su casco histórico es un lugar hermoso, de calles adoquinadas que giran aquí y allá.
El origen de este casco histórico está en la confluencia de dos ríos, el Ara y el Cinca y lo enmarcan dos calles, la Santa Cruz y la Mayor, ambas terminando en la Plaza Mayor. Después está el castillo con su amplia explanada y también el templete de la Cruz Cubierta que data de 1665. Se trata de un monumento construido por la Diputación General de Aragón conmemorando la victoria de los cristianos sobre los musulmanes en el siglo IX.
El hermoso Castillo de Aínsa es del siglo XI y supo formar parte de una línea de defensa cristiana en sus territorios. Aquí nació la villa en la Edad Media, amurallada, que a la postre sería la capital del condado de Sobrarbe. En 1124 Alfonso I le dio la Carta puebla, honrando a la villa y elevándola de categoría con fueros. Además del castillo puedes conocer la Iglesia parroquial de Santa María, la Casa de Bielsa con ventanas geminadas, la Casa Arnal con rejas y la bonita Plaza Mayor.
Cuando Sobrarbe empezó a ser cada vez menos importante eso repercutió en la villa, y por lo menos hasta comienzos del siglo XX aquí la vida fue casi de subsistencia. Las obras de la modernidad, puentes, presas y demás para producir electricidad en el valle, no tuvieron efectos positivos en las actividades productivas tradicionales y eso determinó la pérdida de tierras de cultivo y la emigración de mucha gente.
Aínsa empezó a salir de la crisis lentamente en la medida en que se hizo popular el turismo rural y natural.
Alquézar
En nuestra lista de pueblos más bonitos de Huesca, en la comarca de Somontano de Barbastro, también está Alquézar, sobre una de las orillas del río Vero, a la altura de su último cañón y a los pies de la sierras de Balcez y Olsón. Está a solo 51 kilómetros de Huesca.
El nombre indica un pasado árabe y así es: al-qasr se le decía a los castillos y en este caso éste en particular servía para defender la entrada a la Barbitania. El castillo fue mandado a construir en el siglo IX por Jalaf ibn Rashid. En 1069 el rey Sancho Ramírez le dio fueros a Alquézar, pero no fue el unico monarca que le concedió beneficios a lo largo de su historia.
Hoy hay algunos tesoros que debes conocer: el propio casco urbano que es encantador, la parroquia dedicada a San Miguel Arcángel y la Colegiata de Santa María la Mayor que fue consagrada en el año 1099. Bueno, colegiata y castillo, es la misma que construyó el árabe en el siglo IX para detener a los cristianos. y conquistada a la postre por Sancho Ramírez.
En la medida en que se imponen los cristianos la fortaleza fue abandonando su caracter militar y pasó a ser 100% religiosa. Tuvo algunas modificaciones estructurales y entre ellas podemos nombrar la construcción del claustro gótico en el siglo XIV, o los frescos de los muros del claustro pintados en el siglo XV y XVIII. La actual Colegiata de Santa María tiene la firma de Juan de Segura y es uno de los lugares más visitados de la aldea.
Torla
Es una aldea al norte de la provincia, en la frontera con Francia aunque no hay carretera que una ambos países. La aldea es la puerta de acceso al Valle de Ordesa, dentro del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Está a solo 100 kilómetros de Huesca capital.
Torla está en el valle glaciar del río Ara, tras la confluencia de los valles de Bujarruelo y el ordesa. El nombre parece que deriva de la palabra Torre porque había una torre construida para defender la zona de los franceses. Se calcula que esta torre estaba donde hoy se alza una iglesia románica, sobre una roca con vistas al valle.
Torla cuenta cientos de leyendas sobre cruces fronterizos, contrabandistas cátaros perseguidos y monjes hospitalarios. La escencia medieval se respira por todos lados: está el castillo donde funciona el Museo Etnografico, la iglesia de San Salvador, las viejas casonas de los siglos XIII a XVIII, y por supuesto la cultura e historia presentes en las fiestas locales.
Ansó
En la lista de pueblos más bonitos de Huesca le sigue una pequeña aldea con menos de 500 habitantes que está cerca de la frontera con Francia: Ansó. Fue Jaime I de Aragón quien benefició al pueblo con varios privilegios, muchos de ellos para salvaguardar la frontera.
Desde siempre la principal actividad económica de Ansó ha sido la ganadería, especialmente la bovina, así que la trashumancia es aquí una larga tradición. ¿Pero qué sitios de interés tiene Ansó?
Bueno, el pueblo mismo es una belleza medieval con callecitas y casas unidas a veces por arteas, pasillos relamente de apenas 50 centímetros de ancho. Está el Museo Etnológico, el Museo de Arte Sacro, el edificio del Ayuntamiento y la bonita Iglesia parroquial de San Pedro con su estructura defensiva, su estio gotico, su órgano y su coro fabricado en Francia en el siglo XVIII.
No puede faltar una foto de las chimeneas de Anso, es una colección esplendida, ni una del Torreón medieval donde se dice que estuvo Blanca II de Navarra o sus hermosos entornos naturales donde aún, amravillosamente sigue habiendo osos autótonos del Pirineo.
Santa Cruz de la Serós y San Caprasio
Esta encantadora y pequeña localidad es famosa por la Iglesia de San Caprasio, un pequeño templo medieval que data de las primeras décadas del siglo XI cuando reinaba Sancho III el Mayor. También hay un templo pequeño, el templo de San Caprasio, de estilo lombardo y con proporciones a la medida del hombre.
La localidad es el punto de partida hacia el Monasterio de San Juan de la Peña.
Jaca, pueblo bonito en Huesca
Es la capital de la comarca de La Jacetania y está a 72 kilómetros de Huesca. Está sobre una meseta a 820 metros de altitud, al lado del río Aragón y supo ser, con su nombre antiguo de Iaca, la capital de los iacetanos, pueblo antiguo que se extendía desde el Pirineo hasta las llanuras.
Marco Porcio Catón, cónsul romano, conquistó la ciudad en el 194 aC y la integró al imperio como punto de vigilancia de los caminos del Pirineo, lo que la volvió una ciudad próspera por un tiempo, hasta que el Imperio cayó y la presencia de bandidos complicó la vida de los mercaderes que transitaban esos caminos.
Jaca era para comienzos del siglo XI un castro del Reino de Pamplona, rodeado de viviendas que con el tiempo fueron volviéndose más numerosas ya que estaba muy bien ubicada en el Camino de Santiago, por ejemplo. Pero las enfermedades de la Edad Media y los incendios que tuvieron lugar casi al final de este período histórico sumieron a Jaca en una crisis profunda de la que solo la sacaría Fernando el católico.
Entre otras cosas Jaca fue la primera capital del reino de Aragón, la primera que se levantó a favor de la República y la primera que aclamó a Ramiro II el Monje. ¿Qué tesoros tiene reservados a sus visitantes?
La Catedral de San Pedro de Jaca, de estilo románico, la iglesia del Carmen, la Iglesia de Santiago, el real Monasterio de las Benedictinas, algunas ermitas, el Castillo de San Pedro o Ciudadela de Jaca, la Torre del Reloj, al Casa Consistorial, el Palacio Episcopal, el puente medieval de San Miguel sobre el río Argón o el Fuerte de Rapitán, entre otros.
Hasta aquí llegamos con nuestro listado de los pueblos más bonitos de Huesca. Por supuesto que hay muchos más, la lista debería sumarlos pero te dejamos a ti la tarea de conocerlos.