Pujalt, destino de montaña

Pujalt

,Dentro de la provincia de Barcelona hay un municipio formado por un grupo de pueblos pintorescos: uno de ellos es Pujalt. Es un pueblo muy pequeño, con poco más de 200 habitantes y una historia centenaria.

¿Qué te parece si hoy conocemos cómo es y qué podemos hacer en Pujalt?

Pujalt

Iglesia de Pujalt

Está dentro de la comarca de la Anoia, centro de Cataluña, junto con Vila-major, Guàrdia Pilosa, Conill y Astor, los otros núcleos del municipio. Se ubica en la Depresión Central catalana así que goza de unas bellas vistas panorámicas de los Pirineos, las sierras de los Pinós, de Boixadors, los Plans d’Urgell y las crestas de Montserrat.

A pesar de ser formar parte de un municipio muy pequeño la zona ofrece muchas actividades a sus visitantes y lo mejor es hacer un recorrido por todos sus pueblitos porque cada uno es particular. En el caso de Pujalt, lo más llamativo y pintoresco son sus casas de piedra, sus pasos cubiertos muy antiguos y sus callejones.

Nos dicen los libros de historia que el pueblo nace de la mano de un castillo, el Castillo de Pujalt, que hace siglos formaba parte de los dominios de la familia Cervera, en el condado de Cerdaña. Después, las tierras pasaron a manos del rey Jaime I de Aragón y en el siglo XII lo tomó la familia Cardona.

Qué ver en Pujalt

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El pueblo está a menos de 10 kilómetros de la localidad de Sort, en la provincia de Lleida, a 1100 metros de altura. Goza de un clima mediterráneo de montaña, con inviernos muy fríos y de mucha nieve y veranos más suaves.

Observatorio de Pujalt

Apenas entras al pueblo hay un edificio donde funciona el Observatrio metereológico y Astronómico de Pujalt. El lugar ofrece muchas actividades para que el público disfrute y si te quedas a pasar la noche, hay algunas que se dan en estas horas y se centran en la observacion de los cielos nocturnos.

Interior de la Iglesia de Pujalt

La Iglesia de San Andreu de Pujalt es del siglo XI y aunque con el correr del tiempo ha sufrido algunas modificaciones, es un edificio con más de mil años así que no deja de ser fabuloso. El templo está en el extremo noroeste del núcleo urbano.

La iglesia es el corazón de Pujalt y hoy vemos que todavía le queda algo del estilo románcio tardío con el que fue construida. Lo más reciente que tiene es la torre campanario de 1871, pero si te quedas un día y contemplas los distintos tonos que el sol le va arrancando a la piedra en su curso por el cielo te maravillarás.

El Castillo de Pujalt, La Mota, también forma parte del corazón histórico de Pujalt, aunque hay que tener mucha imaginación para darle vida «castillesca» a lo que queda de los viejos muros, y vislumbrar cómo alguna vez esa fortaleza decoraba el monte a 773 metros de altitud.

Restos del Castillo de Pujalt

Cerca de lo que fue la vieja muralla hay otra iglesia, la Iglesia de la Inmaculada Concepción, construída en el siglo XIV. También tiene un campanario y dentro hay una bonita imagen de la Virgen y el Niño de la misma época. La fuente que está al lado de la iglesia la gente la llama «fuente de los enamorados». No es llamativa, eso sí, sino más bien sencilla.

Lo que es muy bonito del pueblo entero es su arquitectura, tan típica en la zona: las piedras por todos lados, jugando con los rayos del sol, azotada por el viento, cubierta por las nieves del invierno.

Hay muchas casas antiguas y pintorescas en Pujalt: la Casa Antón, la Casa Cadavalli, la Casa Rey, la casa Jordi, la Casa Peret, la Casa Quet, Casa Pico, Casa Beta o Casa Astieni, solo por nombrar algunas de estas bellas construcciones.

Pujalt

Si nos alejamos un poco de la Edad Media y nos adentramos más acá en el tiempo podemos ver un capítulo de la historia española: la Guerra Civil. En 1938 se instaló en Pujalt un campamento del ejército popular republicano en el que llegaron a vivir 1200 personas. Hoy ese lugar ha sido transformado en un museo, el Museo Memorial, donde se explica bien cómo era la vida entonces y cómo ese campamento cambió la dinámica del pueblo.

Museo del Ejército Popular en Pujalt

El museo cuenta con un Centro de Interpretación donde se pueden ver objetos que fueron dejados por los soldados al huir a las trincheras, viejos edificios e instalaciones en los bosques a la redonda, especialmente en La Muntada.

Otro museo en la zona es el Museo de las Papallones, el de las mariposas. Aquí los visitantes pueden hacer un viaje virtual y conocer las múltiples especies de mariposas que existen en Cataluña y cómo estas benefician el entorno.

Otro buen destino relacionado con la naturaleza en la zona de Pujalt es el Parque Nacional de Algüestortes. Se trata de la parte más occidental de los Pirineos Catalanes. Aquí puedes hacer senderismo, escalada, cabalgatas y salir de pesca. Algunas de sus cumbren superan los tres mil metros de altura y hay barrancos, cascadas, ciénagas, estanques coloridos y muchos animales. De hecho, las aigüestortes, los meandros de alta montaña, aguas torcidas, son las que lo han bautizado.

Parque Algüestortes

El parque tiene su superficie actual desde 1996: 14.119 hectáreas. En 1988 el parque y sus alrededores se declararon Zona Especial de Protección para las Aves y desde 2006 forma parte del listado de las zonas húmedas de importancia internacional. Es el paisaje alpino por excelencia y fueron los glaciares del Cuaternario los que lo tallaron tan bellamente.

Otro parque cercano es el Parque Natural de l’Alt Pirineu, el más grande de Cataluña, pero en verdad ambos espacios son destinos estupendos para disfrutar de la naturaleza española en su máximo esplendor. Los aficionados al senderismo, el barranquismo, el puenting, las excursiones de BTT o el hidrospeed estarán de parabienes. Y, en invierno, siempre se puede esquiar en las estaciones de esquí de Port Ainé, Baqueira Beret y Espot.

Pujalt

Pero si no eres una persona tan activa puedes simplemente caminar, observar, descansar, divertirte, comer y beber. Aquí en Pujalt te puedes relajar  y disfrutar además de la buena gastronomía local. ¿Qué ofrece? Lo típico de la comarca, típica comida de montaña con productos locales: carne de olla, sopa de calabaza, arroz con carreretes, caracoles a la llauna, sopa de galets, muchas hierbas aromáticas, queso Tupí y queso Filiberto, truchas pescadas en los ríos de la zona y embutidos como girella, secallona o xolís.

Y si estás en coche y planeas salir de Pujalt y hacer paseos pues puedes acercarte a Sort o a Gerri de la Sal, localidades cercanas llenas de encanto.


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