Que ver en Bulgaria

Bulgaria es un pequeño país en los Balcanes, montañoso y lleno de tesoros para el viajero. El territorio ha estado habitado por miles de años así que hay un poco de todo, lo que da una impronta única e inolvidable.

Hoy, que ver en Bulgaria

Bulgaria

Sus montañas mas famosas son los Balcanes propiamente dichos, la Stara Planina, las montañas Ródope y las Rila.Tiene costa sobre el Mar Negro y las llanuras de Tracia y del Danubio son sus tierras bajas y más fértiles.

Su capital es Sofía y la historia de la nación la podemos rastrear al siglo VII, siendo el corazón cultural del pueblo eslavo en la Edad Media. Por cinco siglos estuvo bajo el control del Imperio Otomano, después nació un principado, a fines del siglo XIX, y fue una nación soberana en 1908.

Tras la Segunda Guerra Mundial quedó dentro de la órbita de las repúblicas socialistas soviéticas hasta la caída del Bloque a fines de los años ’90.

Qué ver en Bulgaria

Podemos empezar por su hermosa y vieja capital, la ciudad de Sofía. Está al oeste del país, rodada de montañas. Es una de las capitales más antiguas de Europa ya que su historia se remonta al siglo VIII a.C, cuando llegaron los tracios.

La ciudad es el centro del país y es muy importante a nivel religioso ya que es sede de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, amén de museos y universidades. Ten presente que los inviernos son fríos y nevosos, así que cuidado con ir en enero, su mes más frío. El verano es el mejor momento.

Aquí en Sofía puedes visitar la Ópera que data de 1891, la Galería de Arte Nacional, el Museo Histórico Nacional, el Museo Arqueológico y claro, la Catedral Alejando Nevski con su hermosa cripta. La Iglesia de Boyana, por su parte, es Patrimonio de la Humanidad.

Por supuesto, pasear por sus calles es un deber para poder admirar la arquitectura ecléctica que la decora. Han quedado metidos entre joyas barrocas y rococo algunos monstruos socialistas dignos de apreciar. También hay parques muy bien mantenidos dentro de la ciudad y a las afueras. Por ejemplo, no dejes de subir al Monte Nitosh, de 2000 metros sobre el nivel del mar, desde el que se tiene unas vistas estupendas de Sofía.

Plovdiv es la ciudad permanentemente ocupada más antigua de Europa. Por ende, tiene muchos sitios históricos, incluido un antiguo anfiteatro romano que incluso hoy en día ofrece espectáculos. También abundan las iglesias, todo construido en siete ondulantes colinas y sus alrededores, en el corazón de los Balcanes y las Ródope.

Y si te gusta el vino y te gusta probar siempre que viajas las variedades locales, pues esta ciudad ha emergido muy recientemente en la escena vitivinicultora, así que ¡a beber se ha dicho! Otra visita que no puedes dejar de hacer es la del Monasterio de Rila.

Este edificio religioso está en las Montañas Rila y es precioso y antiguo. Fue fundado en el siglo X por San Juan de Rila, un ermitaño. Desde entonces miles de viajeros y peregrinos lo han visitado y siguen visitándolo.

Se dice que los líderes revolucionarios Vassil Levski y Peyo Yavorov se refugiaron aquí y que el monasterio tuvo un papel importante en la preservación de la cultura literaria búlgara guardando más o menos 250 manuscritos del siglo XI al siglo XIX. El edificio es blanco y negro, con muchos arcos, escaleras de madera y enormes puertas de hierro. Las tejas aportan color y sus murales son simplemente hermosos.

La ciudad de Nesebar está sobre la costa del Mar Negro, en la provincia de Burgas. Tiene un valiosísimo patrimonio histórico-artístico, especialmente en su casco histórico. Tres imperios han pasado por aquí, el Imperio Bizantino, el Búlgaro y el Otomano, aunque su origen se remonta a la época en que fue una colonia griega llamada Mesembria e incluso antes, a un asentamiento tracio.

La ciudad descansa sobre una península, originalmente una isla que se anexó artificialmente con un istmo de 400 metros, y si algo tiene en abundancia son iglesias. Desde 1983 la ciudad es Patrimonio de a Humanidad según la UNESCO. No te vayas sin visitar la Basílica de la Santa Madre de Dios Eleusa, la Iglesia de San Juan Bautista, la del Cristo Pantocrátor o la de los Santos Arcángeles Miguel y Gabriel, construida entre el siglo XII y XIV.

Y si no te gustan tanto las iglesias siempre puedes ir a sus playas. Son bonitas y usualmente esta parte de Bulgaria recibe el nombre de la Perla del Mar Negro. Una buena playa y muy popular es la Playa Soleada.

Por su parte, Varna es una ciudad costera muy refinada y con mucha historia. Para conocerla puedes darte una vuelta por el Museo Arqueológico con una exhibición de oro realmente fenomenal. Fue encontrado, su mayoría, en la necrópolis de Varna, y está compuesto por armas, joyas y monedas del año 4600 a.C. Los Baños Romanos también son una opción si de historia y arqueología se trata.

Por otra parte la Catedral de la Asunción de la Virgen y la Casa de la Opera también están abiertas a visitas. Y por supuesto, la costa, las playas y sus bares y restaurantes. Por algo se la conoce como la capital marina de Bulgaria.

¿Qué podemos decir de Bansko? Si te gusta el ski y no le temes al inverno búlgaro entonces este es tu destino. Está al sur del país, a los pies de las Montañas Pirin con sus picos de casi 3 mil metros de altura, a solo 160 kilómetros de la capital Sofía.

El resort de ski de Bansko es muy conocido y tiene una de las temporadas de esquí más extensas del país. Se le competir con los resorts de Suiza o Francia y tiene precios más baratos. Obvio, más allá del deporte hay de todo para hacer antes y después de la actividad.

Veliko Tarnovo, en el centro del país, es una ciudad pequeña que alberga un tesoro: la Fortaleza Tsarevets, alguna vez hogar de los zares. La fortaleza está a mil metros de altura y es de piedra y desde allí se tienen vistas de 360º de la ciudad y las colinas a la redonda.

A su vez, el caso histórico de Valiko Tarnovo es una gema con calles adoquinadas, casitas tradicionales y viejas iglesias. Está también el Monasterio de la Santa Transfiguración de Dios, hermoso edificio antiguo, sobreviviente de los 300 monasterios que alguna vez supo tener la ciudad.

Sozopol es una ciudad costera y la ciudad más vieja del país. Data del año 610 a.C y fue fundada por los griegos cuyo rastro aún es visible. Después pasarían otros pueblos y otros imperios así que han quedado rastros también de todos ellos en fortalezas, iglesias y murallas. Pero Sozopol también es un balneario y el mar domina su costa con playas estupendas. Suele haber eventos culturales y hay muchas opciones a la hora de salir de noche o a come afuera.

Koprivshtitsa es una ciudad histórica a la vera del río Topolnitsa, entre montañas. Su arquitectura es bien búlgara y al ser sede de muchos eventos musicales suele ser muy visitada. Fue uno de los centros de la famosa Insurrección de abril de 1876 contra el Imperio otomano,  y está a solo 1 1 kilómetros de Sofía.

Tiene en total 383 monumentos arquitectónicos y todos lucen, restauración mediante, como eran originalmente. Cada cinco años la ciudad es sede del Festival Nacional del Folclore Búlgaro así que se dan cita artistas, artesanos y músicos de todo el país.

No dejes de conocer la Casa Oslekov, la casa original de un rico comerciante de 1856, y la Casa Topalova, de 1854. Ambas tienen mobiliario de época y son una ventana a cómo era la vida entonces en esta ciudad tan pintoresca.

Por último, otra ciudad costera que a su vez está rodeada de varios lagos: Burgas. El turismo a Burgas llegó entrado el siglo XX, aunque antes lo hizo la industria naviera pues la bahía donde descansa es estupenda para la industria. Hoy en día las playas están bien mantenidas y decoradas con restaurantes y bares que hacen el paseo más ameno.

Y claro, siempre se pueden explorar los alrededores.


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