Cantabria es uno de los destinos más especiales en España porque aúna montaña, mar, gastronomía y cultura. Es un lugar que lo tiene todo y muy recomendable si en verano buscas un sitio para ir de vacaciones y no pasar calor.
En esta tierra del norte de España hay tanto que ver y hacer que probablemente alguien que nunca antes haya estado en Cantabria puede no saber por dónde empezar. Si este es tu caso, ¡sigue leyendo! porque en el siguiente post vamos a desvelar los mejores rincones de Cantabria que no te puedes perder.
Santander
La capital de Cantabria en el pasado fue uno de los balnearios preferidos de las clases nobles y la realeza. En la actualidad es una ciudad con un halo muy agradable que combina gastronomía, cultura y hermosos paisajes.
Un día soleado es perfecto para acercarse a la península de la Magdalena y maravillarse con el bello Palacio de la Magdalena, un regalo de la ciudad al rey Alfonso XIII por potenciar el turismo de lujo a la ciudad a comienzos del siglo XX. Se convirtió en su residencia de verano entre 1912 y 1929.
La entrada a la península de la Magdalena es gratis y en ella se puede ver la playa de la Magdalena, el palacio, el monumento a Félix Rodríguez de la Fuente, un pequeño zoo, un bosque de pinos plantado por deseo de Alfonso XIII y las tres carabelas que el navegante cántabro Vital Alsar uso para rememorar el viaje de Francisco de Orellana a América.
Seguimos la ruta por Santander y llegamos hasta su catedral de estilo eminentemente gótico. Fue edificada sobre las ruinas de un antiguo monasterio entre los siglo XII y XIV.
Otra construcción muy antigua es el faro de Cabo Mayor, que data de 1839. Se trata de uno de los mejores lugares que visitar en Santander, tanto por sus fabulosas vistas sobre la bahía como por las exhibiciones sobre faros que se pueden ver en las salas existentes entre la base de la torre del faro y sus edificios anexos.
Hablando de faros y mar, teniendo en cuenta que el puerto de Santander fue muy importante en el comercio marítimo con América en el siglo XIX, no es de extrañar que el Museo Marítimo del Cantábrico sea uno de los sitio más recomendables que ver en familia. Aquí se muestran maquetas de barcos, arqueología, instrumentos de navegación, cartografía, documentación marítima y mucho más.
Otro de los museos más interesantes de Santander es el Centro Botín inaugurado en 2017 para ser un centro dedicada a la investigación, la formación y la divulgación. También alberga exposiciones de arte y conciertos de música.
Comillas
Esta bonita población es uno de los rincones cántabros más visitados pues su conjunto monumental está enmarcado por un espectacular entorno natural y paisajístico. Un reclamo para cualquiera que ponga un pie en Cantabria.
La plaza vieja, la iglesia parroquial y algunas casas del centro de la villa son una excelente muestra de arquitectura popular del siglo XVIII. El resto de los edificios notorios corresponden a finales del siglo XIX y principios del XX, época en la que Comillas gozó de su máximo esplendor económico y social.
Además, Comillas es la ciudad más modernista fuera de Cataluña. Artistas como Gaudí, Martorell o Llimona dejaron su huella en ella con obras como El Capricho, la Universidad Pontificia o el palacio de Sobrellano.
Santillana del Mar
Santillana del Mar en sin lugar a dudas una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España, hasta el punto de que todo en ella es monumento.
Prácticamente todo el municipio es casco histórico. Éste se organiza en torno a las calles de Juan Infante y Santo Domingo y cada una de ellas desemboca en una plaza. Las calles son adoquinadas y los edificios de piedra están datados entre los siglos XIV y XVIII.
Un paseo por el pueblo nos descubre las magníficas casas de la nobleza que aquí se construyeron como la casa del de los Quevedo, la Águila y la Parra y la de Leonor de la Vega, entre otras. Otra residencia destacada de la nobleza es el palacio de las Arenas, ubicado en la plaza homónima, que fue construido durante el siglo XVI con un estilo renacentista.
A muy pocos kilómetros de Santillana se hallan las cuevas de Altamira. Éstas tienen el reconocimiento de ser el primer lugar del mundo donde se identificó arte rupestre del Paleolítico Superior.
Su hallazgo significó un vuelco para el conocimiento que se tenía hasta la fecha del hombre prehistórico: de ser considerado un ser salvaje pasó a ser visto como un ser con sensibilidad capaz de plasmar su universo con una técnica sorprendente. Se trata de uno de los mayores y más tempranos exponentes de la creatividad humana.