Que ver en Cerdeña

Uno de los destinos más top de Italia es Cerdeña, una isla encantadora, en el Mar Mediterráneo, que año a año atrae muchísima gente que llega para disfrutar de sus encantos. Se trata de una isla montañosa, sin sismos, con densos bosques, vientos furiosos y una historia muy rica.

Termina el invierno y uno solo piensa en el calor del sol, las playas y las noches de verano, así que hablemos de que ver en Cerdeña.

Cerdeña

Es una de las islas más grandes de Italia, al sur se ubica Córcega, de bandera francesa, y desde Roma puedes llegar en ferry directamente en solo tres horas. Desde Niza el viaje es un poco más largo, de siete horas, pero por supuesto siempre puedes llegar a Cerdeña en avión.

Cerdeña tiene casi dos mil kilómetros de costa, un mar azul y limpio y playas de renombre mundial. Solo hay que nombrar la playa Berchida o las playas de las provincias de Oristano y Ogliastra, la Costa Esmeralda o Alghero.

En Cerdeña hay tres aeropuertos: el de Caglieri al sur, el Aeropuerto de Olbia-Costa Smeralda y el Aeropuerto de Alghero. Hay vuelos directos desde Inglaterra, Alemania, Francia, Italia, Suiza… y como dije, también está el ferry.

Turismo en Cerdeña

Podemos sumar algunos elementos en nuestras vacaciones en Cerdeña: historia antigua, playas exquisitas, paisajes montañosos que invitan al senderismo… Un poco de todo nos va a encantar.

La isla se divide en seis grandes regiones: centro, este, noreste, noroeste, oeste y sur. El centro de Cerdeña es su corazón, con montañas, bosques, ríos y cascadas. Se trata de una zona mas agricultora donde se elaboran sabrosos quesos y se cultivan castañas y avellanas. Se dice que aquí la gente vive muchos años gracias a la comida fresca y el aire limpio.

Es aquí en el centro donde puedes conocer la cultura isleña y cada estación tiene sus propios encantos, con villas históricas, los carnavales en las plazas, las aldeas Tiscali o el fantástico Cañón Gorropu.

El este es tierra de playas, estanques y montañas. Estos paisajes se alternan así que saltamos de mares turquesas a acantilados vertiginosos e inalcanzables, bosques de robles y águilas reales en el cielo. Sobre la costa el este de Cerdeña tiene la Cala Liberotto o la hermosa Cala Ginepro con sus aguas de distintos tonos de azul, la Cala Ziu Martine, la Cala Fuili, la Cala Cartoe o la Cala Luna que parece sacada de la Luna.

También está el Cañón de Gorropu, el abismo de Golgo de 300 metros de profundidad, la aldea de montaña de Baunei abierta al Mediterráneo o el sendero de montaña que año tras año siguen muchos entusiastas, el Selvaggio Blu. Los destinos mas populares son el resort de Arbatax con sus acantilados rojizos, las pequeñas calas de Moresca y Porto Frailis y las calas de Santa Maria Navarrese, Bari con su torre del siglo XVII o la playa de Cea.

Más al noreste está la Costa Esmeralda. Solo hay que decir que esta costa y sus alrededores son un paraíso: está la elegante Porto Cervo, la marina de Santa Teresa Gallura, el Archipiélago de La Maddalena, Cala Corsara, la playa rosada de Budelli, el Cabo Testa, la Bahía de La Colba y las playas de Rena Majore y Rena Bianca, la roca con forma de oso de Palau, la Roccia della Tartaruga o la casa de Giuseppe Garibaldi.

En el noroeste el mar se combina con las rocas y un toque de historia. Podemos empezar por la fortaleza medieval de Castelsardo que mira al mar, por ejemplo, y después sumergirnos en la naturaleza y nadar un poco en Punta la Capra donde las rocas han formado una suerte de piscina natural.

Las playas del noroeste son preciosas y se cuentan entre las mas populares de la isla. Son algunas playas de arenas blancas, como la playa La pelosa, las playas de Porto Palmas, la playa Bombarde o Porto Ferro. Entre los destinos recomendables están Stintino, el Cabo Falcone, tierra adentro Sassari con la Fontana di Osello o la Piazza de Italia como símbolos, el lago de Baratz y los noraghe del Monte d’Accoddi.

También es la tierra de la Costa Coral, cuna de las perlas en Cerdeña, o la Gruta de Neptuno en el promontorio del Cabo de Caccia. ¡Qué sitio precioso! Se trata de un lago subterráneo de agua salada con estalagmitas y estalactitas que abren la imaginación. ¿Te gusta caminar? Puedes hacerlo conectando Alghero con Bosa en un recorrido inolvidable.

El oeste de Cerdeña es popular pero aún así tiene un lado más tranquilo y bien lejos del ruido. Oristano tiene raíces fenicias y si vas en carnaval podrás disfrutar del torneo ecuestre Sa Sartiglia. Las mejores playas están en la Penisola del Sinis. También está la pequeña isla de Mal di Ventre que junto con la Penisola del Sinis y el Scoglio del Catalano forman el área Marina de Mal di Ventre.

Cabras es otro destino ideal para admirar la naturaleza: el Monte Prama o las ruinas de Tharros. Tierra adentro está la histórica aldea de Santu Lussurgiu y los famosos Baños Romanos de Fordongianus que datan del siglo I d.C. Costa Verde está un poco más al sur con sus amplísimas playas de arnas doradas y blancas: playa de Piscinas o Playa Masua, solo por nombrar un par.

Finalmente, el sur de Cerdeña se concentra en lo que atrae a los turistas en verano: la costa y las playas de ensueño que parecen sacadas del Caribe. Por aquí las playas mas populares son las de Sant’Antioco y San Pietro, en Porto Corallo, y en la costa de enfrente alternativas mas tropicales. En la isla de San Pietro el pueblo mas importante es Carloforte, precioso y entretenido destino.

En el sur está también la Cala Grotta, Caletta, Iglesias y sus festivales medievales, Porto Pino con sus pinos y robles y aguas cristalinas, Cala Cipolla, Cabo Spartivento, la Baia Chia, y las inolvidables playas que van desde el Cabo Teulada a Pula.

El sur es donde está Cagliari, la capital de la isla, con sus distritos históricos, su sabrosa gastronomía, tiendas y galerías de arte. Caglairi tiene la playa Poetto y la encantadora Vía Roma o el Bastión de San Rémy desde donde contemplar el atardecer es un clásico.

Como verás, Cerdeña es un encanto. Si no tienes mucho tiempo lo mejor es llegar a Caglairi y desde allí programar el resto de tus días con un poco de playas, un poco de hiking, historia antigua y noches de música y sabrosa comida local. Tal vez no puedas recorrer toda la isla pero tal vez sea mejor porque te dará la excusa para volver.


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