Qué ver en Lagos, Portugal

Portugal tiene destinos hermosos pues mezclan la historia con el turismo, una combinación sumamente atractiva cuando tienes tiempo libre y dinero para gastar en vacaciones. Uno de estos destinos es Lagos, ciudad de la región del Algarve.

Es uno de los destinos turísticos más convocantes y populares del país y hoy veremos qué hacer en Lagos.

Lagos

Lagos está en la región de Algarve, en el distrito de Faro. Los primeros seres humanos en asentarse aquí fueron los conios, un pueblo prerromano que vivía entre el Valle del Guadalquivir y el Cabo San Vicente. Hablamos de unos 2 mil años a.C. Obviamente después llegarían otros pueblos como los cartagineses, romanos, bárbaros, más tarde los musulmanes finalmente los cristianos.

Ciudad costera, fue clave en la logística de los viajes oceánicos portugueses y por eso mismo el rey Sebastián la nombró ciudad en 1573. Lagos fue una ciudad también de astilleros y aquí nacieron muchas de las carabelas que usaron los portugueses en sus viajes de comercio y descubrimiento por el mundo. Y un dato importante, fue la primera ciudad europea en tener un mercado de esclavos.

A mediados del siglo XVIII fue destruida por un terremoto, el Terremoto de Lisboa de 1755 y salir adelante no fue barato. A mediados del siglo XIX en Lagos se introdujeron las primeras industrias así que tuvo un pequeño renacer tras su participación en las guerras napoleónicas y la guerra civil portuguesa.

Como en muchos otros sitios de Europa fue recién tras el fin de la Segunda Guerra Mundial que el turismo comenzó a venir por aquí y a descubrir sus bellezas al punto de que hoy es el turismo su principal actividad económica.

Sí, sí, Lagos también vive de la pesca, pero a partir de los años ’60 el turismo ha sobrepasado a esta actividad tradicional que se remonta muchos siglos atrás. Y es que Lagos tiene un clima genial, buenas playas, hermosa costa, patrimonio histórico y una marina para 460 embarcaciones, amén de que puede recibir cruceros de larga distancia.

Qué ver en Lagos

Lagos descansa a orillas del río Bensafrim que desemboca en el mar. Tiene por un lado  naturaleza y por el otro, patrimonio histórico y cultural. Entonces, empecemos por sus tesoros naturales y lo que podes hacer.

Podemos nombrar cinco playas para pasear, tomar baños de sol y de mar. Si estás en coche entonces uno puede saltar de playa en playa buscando la que más se acomode a lo que tengamos de hacer, pero estas cinco son las que están más cerca de la ciudad así que estés o no en coche son accesibles.

Meia Praia es la más grande y está justo en la desembocadura del río. Serán unos 5 kilómetros de extensión y tiene algunas dunas bajas y arena. Hay pasarelas para caminar y no lastimar la vegetación, que puede ser frondosa, y si llegas a pie puedes seguir un camino que viene desde el centro de la ciudad. En coche hay un estacionamiento.

La Praia da Batata está a escasos pasos del centro histórico de Lagos, así que la gente que se aloja aquí es la que más frecuenta. Así, si su ventaja es la cercanía su desventaja es que suele tener mucha gente. La Praia dos estudantes es super conocida. Tiene dos sectores que se conectan mediante un arco. A la segunda playa solo se ingresa por un agujero en la misma roca, siempre que haya marea baja… Es la postal más clásica de las playas de Lagos.

Después está la Praia Dona Ana y la Praia do Pinhao. Ambas están unidas por un camino de 300 metros sobre los acantilados. La Praia Dona Ana tiene sus rocas en el agua, es amplia, tiene estacionamiento para coches y cerca hay edificios así que la gente que vive allí la elige siempre. Por su parte la Praia do Pinhao está al final de la Rua José Formosinho y está rodeada de acantilados hermosos.

Siguiendo con los paisajes a unos dos kilómetros y medio del centro de Lagos hay un bonito cabo, la Ponta da Piedade, que es un sitio estupendo para ir a ver el atardecer y, si no puedes, pues te das una vuelta en cualquier momento porque tomarás unas fotos hermosas del mar, las formaciones rocosas, el horizonte… Y después hay una serie de actividades que puedes contratar y que me parece abarcan muchas temáticas.

Por ejemplo, puedes hacer un safari en jeep por el oeste del Algarve, hacer cata de vinos y conocer Benagil, Ferragudo y Carvoeiro, pasear en barco por la Ponta da Piedade cuando cae el sol o hacer avistamiento de delfines.

Ahora bien, ¿qué hay con respecto al patrimonio cultural, histórico y arquitectónico? La Iglesia de San Antonio está en el casco histórico y aunque por fuera no dice mucho por dentro es un festín barroco. Lástima que has de grabarlo en la retina pues no se permiten fotografías. Verás maderas finas y policromadas, azulejos azules y blancos, ángeles, madera dorada… eso sí, se cobra entrada. No se cobraba en plena pandemia pero es posible que ya esté de nuevo la entrada paga.

Otra iglesia es la Iglesia de Santa María de Lagos, ubicada en la plaza principal de la ciudad. Fue construida entre el siglo XV y el XVI y aunque se incendió en el siglo XIX y se destruyó algo de su versión original todavía es visible. Hablo de la portada, pero su atractivo reside en el bello mural que está detrás del altar y que ilustra una batalla de ángeles.

La Plaza Infante Dom Henrique es preciosa y está muy cerca de la ribera del río Besanfrim. Es una plaza muy abierta donde la gente se reúne, pasea, disfruta de la brisa marina… La estatua de Dom Henrique o Enrique el Navegante, es el corazón de la plaza, recordando que descubrió, por ejemplo, la Isla de Santa María en las Azores.

Hablamos más arriba de que Lagos fue la primera ciudad en Europa en contar con un mercado de esclavos, y por eso mismo hay un museo que lo recuerda. El museo tiene dos pisos y relata la historia de los esclavos que llegaban a Lagos para ser comercializados. Se calcula que entre 1444 durante una década pasaron unos 800. El edificio también es en sí mismo, hermoso.

El Armazém Regimental está en la plaza Dom Henrique y como su nombre lo indica alguna vez fue un almacén militar. No está abierto a las visitas pero su fachada barroca, en color amarillo y blanco, es muy llamativa. Lagos también tiene una muralla y hoy en día se puede ver un tramo de la misma. Está al sur de la Iglesia de Santa María y está con la Puerta de San Gonzalo, entrada a la ciudad.

En realidad no son murallas medievales sino romanas, más tarde acondicionadas por los árabes y después, en el siglo XVI, por los reyes Manuel I, Joao III y Felipe I. Esta este tramo al sur, pero también hay más partes de la muralla al oeste del centro histórico, desde la Rua do Cemitério hasta la Rua da Porta da Vila. Caminando puedes recorrer todo el muro y pasas por varios parques así que es un bonito paseo.

El Castillo de los Gobernadores está en ruinas pero solía formar parte de la muralla. El Terremoto de Lisboa lo tiró abajo pero puedes ver parte de la fachada. Por último está la Fortaleza da Ponta da Bandeira, frente al mar y el río. Fue construida en el siglo XVII para proteger el puerto y restaurado al día de hoy alberga exhibiciones relacionadas con la llamada Era de los Descubrimientos.

Finalmente, más allá de estos sitios puntuales lo mejor es caminar, pasear, perderse en sus callecitas de piedra, ver sus casas coloridas, sus plazas que tienen restaurantes y bares y claro, darse una vuelta el mercado municipal que abre de lunes a sábado por la mañana. Está situado frente a la Marina y está lleno de puestos de pescado y marisco, fruta y productos típicos. Y en el tercer piso tienes una terraza estupenda. El edificio es de los años ’20 del siglo XX, está reformado, y sus escaleras decoradas con azulejos son una obra de arte.

Playas, paseos, vinos, licores, atardeceres inolvidables… todo eso es Lagos.


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