Qué ver en Marsella

Marsella

Marsella es una bella ciudad portuaria situada en la zona sur de Francia. Pertenece a la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Esta es la segunda ciudad más poblada en Francia después de París, por lo que es una urbe bulliciosa y entretenida. También es el puerto comercial más importante de Francia y hoy en día una ciudad muy turística que ofrece infinidad de lugares con encanto.

Si bien es cierto que durante años se han asociado algunos calificativos a Marsella, esta ciudad ha demostrado ser un lugar perfecto para el turismo, con su gastronomía, sus zonas históricas y su carácter. Sin duda un lugar ideal para una escapada de varios días que nos permitan conocer esta ciudad francesa.

Vieux Port o Puerto Viejo

Marsella

El Puerto Viejo es uno de los principales lugares que deberíamos ver en Marsella a diferentes horas del día. Este puerto fue uno de los más importantes del Mediterráneo desde la época de los griegos y todavía sigue siendo un lugar con mucho peso comercial, aunque principalmente sea un puerto deportivo. A primera hora de la mañana es posible ver a los pescadores vendiendo pescado fresco de las primeras capturas del día, algo que siempre resulta pintoresco e interesante si somos de interior. Por la tarde es el lugar ideal para probar la gastronomía con deliciosos platos de pescado y tomar una bebida refrescante. En esta zona se han conservado los antiguos talleres y también el ayuntamiento.

Catedral de la Major

Catedral de Marsella

Esta catedral tiene un estilo inspirado en el bizantino y es por eso que resulta muy original en Francia, ya que no es como las demás catedrales que se inspiran en el románico o el gótico. La catedral es realmente pintoresca y no veremos una igual en todo el país, así que la visita es obligada. Tiene piedra caliza en dos colores, lo que hace que parezca un mosaico. Además dispone de unas grandes cúpulas. En su interior hay una rica decoración con mármol y con mosaicos. Se puede visitar por dentro tranquilamente para disfrutar de esta obra tan distinta a las catedrales a las que estamos acostumbrados en Europa.

Basílica de Notre Dame de la Garde

Notre dame

Esta basílica de Nuestra Señora de la Guarda data del siglo XIX y cuenta con un estilo neo bizantino que nos recuerda un poco a la original catedral de Marsella, aunque de una forma diferente. Este toque bizantino se puede ver en estos edificios religiosos de la ciudad, lo que nos indica ese pasado comercial que tantas influencias trajo a la urbe. Esta basílica además se encuentra sobre el nivel del mar y tiene unas excelentes vistas de la ciudad y de los atardeceres, por lo que es una visita que hay que hacer.

Abadía de San Víctor

Abadía de San Víctor

Cuando visitemos la Abadía de San Víctor deberíamos saber que estamos ante uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Fue uno de los centros religiosos más importantes de todo el sur de Francia, fundado en el siglo V. Cuenta con unas grandes torres y en su interior podemos ver la reliquias y la zona de las criptas. Cerca de esta abadía además se encuentra Four des Navettes, la panadería más antigua de la ciudad, en donde comprar las mejores galletas.

Le Panier

Le Panier

Este es uno de los barrios más interesantes de todo Marsella, un antiguo barrio de pescadores que hoy en día es un lugar moderno y alternativo. Es la zona más antigua de la ciudad y en ella podremos ver estrechas calles, plazas y bonitos edificios con cierto aire decadente que hace que este lugar sea todavía más especial. En esta zona se puede mucho arte urbano, con numeroso grafitis que nos sorprenderán en nuestro camino. Hay que ver lugares como la Place de Lenche, la Place des Moulins o la Grande Savonnerie, un lugar en el que se puede comprar el auténtico y famoso jabón de marsella.

Fuerte Saint Jean

Fuerte Saint Jean

Este fuerte se encuentra en la entrada del Puerto Viejo y se trata de una construcción antigua que permitía defender la zona del puerto, siendo creado durante el siglo XVII, aunque mantuvo algunas estructuras ya existentes. Este lugar no solo fue defensivo, sino que también sirvió de cárcel o de cuartel, por lo que hay una gran historia detrás. Este fuerte se encuentra conectado por una original pasarela metálica con el Museo de las Civilizaciones de Europa y el Mediterráneo.

Pasear por La Corniche

Corniche

La Corniche es un paseo de unos cuatro kilómetros que va desde la Playa de los Catalanes a la playa Parque du Prado. Es un paseo marítimo muy bonito que cuenta con algunos puntos de interés como la Villa Valmer o el Chateau Berger. Desde aquí también se obtienen unas estupendas vistas al Castillo de If. Esta fortaleza se encuentra en una isla en la bahía de Marsella y también se puede visitar. Este lugar sirvió de inspiración a Alejandro Dumas para escribir su obra ‘El Conde de Montecristo’.


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