Qué ver en Roma

Una de las ciudades más turísticas del mundo es sin dudas Roma. Con miles de años de historia tiene algo para todos los gustos: ruinas antiguas, edificios medievales, arte, gastronomía, compras y vida nocturna. No vas a aburrirte nunca, ni de día ni de noche.

¿Qué no deberías perderte, qué rutas deberías seguir? Todo eso y mucho más en nuestro artículo de hoy sobre uno de los destinos turísticos más clásicos de todos: Roma.

Rutas temáticas en Roma

Como dijimos al comienzo Roma tiene miles de años de historia así puedes concéntrate en distintos aspectos: así está la Roma religiosa, la Roma moderna, la Roma arqueológica, la Roma verde y la Roma del arte.

La Roma religiosa se concentra en los templos de otras religiones no cristianas y en iglesias y basílicas. Está la Sinagoga, construida a comienzos del siglo XX que es, además, la sinagoga más grande del continente europeo, y la Mezquita, que es mucho mas moderna, data de 1995, y tiene alrededor de 30 mil metros cuadrados.

Hablar de iglesias y basílicas en Roma implica hablar también de templos más antiguos ya que muchos edificios cristianos se construyeron sobre templos paganos. Tienes el Panteón, por ejemplo. Por otro lado está la Catedral de Roma, San Juan de Letrán, nexo entre el paganismo y el cristianismo, y cerca la Basílica de San Clemente con su hermosa fachada barroca. El Moisés de Miguel Ángel puedes verlo en el pórtico de la Basílica de San Pedro en Vincoli.

La Basílica de Santa María la Mayor es un templo muy bien conservado con una nave de 36 metros cuadrados y obras de arte maravillosas dentro. Del otro lado del Tíber está la Basílica Cecilia en Tratevere. Suma, obviamente, la Basílica de San Pedro, la Basílica de San Clemente, la de San Pablo Extramuros, la de Santa María de los Ángeles y de los Mártires, antiguo templo romano,  y la Basílica de San Juan.

La ruta de Roma arqueológica incluye las Termas de Caracalla que datan del año 217 d.C , el cercano Domus Área y el Coliseo. Todo cerca, todo a pie. Si sigues viaje llegas al Palatino y al Foro Romano para pasear por la Vía Sacra. La Plaza Venecia tiene los Mercados de Trajano del siglo II d.C y el Ara Pacis. Si es hora de descansar y comer un sándwich puedes aprovechar las escalinatas del Capitolio.

Si llegas a Roma y hay buen clima entonces todo puedes hacerlo caminando. Sí, hay que andar pero la verdad es que si estás en buena condición física es lo mejor. Caminando puedes conocer mejor los barrios antiguos y descubrir maravillas en cada rincón, caminar por la vera del Tiber, caminar por el parque de las Tumbas Latinas y ver acueductos, caminar por las antiguas vías romanas o pasear en bici, ¿por qué no?

Y claro, Roma es una ciudad de plazas así que tienes la Plaza de España, la Plaza San Pedro, el Campo de Fiori o la Plaza Navona, por ejemplo.

Siempre le digo a mis amigos que en Roma no gastas un euro en comprar agua embotellada porque sales con tu botellita y la puedes llenar en cualquiera de las fuentes con las que te topas en las calles. Las fuentes forman parte del patrimonio de la ciudad y el agua es potable. Está la Fuente del Tritón en la Piazza barberini, de Gian Loernzo Bernini, la Fuente de las Naiades, en la Piazza della Repubblica, la Barcaccia, la Fuente di Trevi, la Fontana delle Tartarughe en la Piazza Mattei, la Fuente de los Ríos de Bernini… ¡Hay dos mil!

En cuento a la Roma del arte hay museos por todas partes. Yo no soy bicho de museo así que siempre veo la oferta y me decido por alguno que realmente me interese. Ir por ir no es lo mio. Me gusta la arqueología un montón así que si a ti también debes conocer los Museos Capitolinos, los Mercados de Trajano, el Museo del Ara Pacis, el Museo de la Muralla, la Villa de Majencio que es una hermosa villa sobre la vía Appia Antica con circo, mausoleo y palacio y el Museo de Casal de’Pazzi, con un lecho de río antiguo de 200 mil años, nada más y nada menos.

El Museo de Roma, el Museo Napoleónico, el Museo de la República Romana son otros museos interesantes. ¿Para todo debes pagar? Pues no, caminar es gratis, ver las fuentes o hacer algunos paseos en general también. Las mejores vistas panorámicas las tienes desde la Piazzale Giuseppe Garibaldi, en la colina Gianicolo, desde las Terrazas de Vittoriano (para subir más alto sí hay que pagar los elevadores), el mirador de la Piazza Napoleone o el Jardín de los Naranjos.

La entrada al Panteón es gratuita, el Cementerio protestante con las tumbas de Shelley y Keats y las iglesias más pequeñas también. Para gastar menos una opción es el Roma Pass, pero solo si realmente piensas visitar mucho. Tienes la opción de 48 y de 72 horas.

Se trata de una tarjeta cultural turística que cuesta 28 euros la de 48 horas permitiendo el acceso y uso gratuito del transporte público urbano, descuentos en eventos, servicios y exposiciones, descuentos en entradas para museos o sitios arqueológicos y una entrada gratuita a un museo o sitio arqueológico a elegir. La versión de 72 horas cuesta 38, 50 euros y suma algunas ventajas como la entrada gratuita a dos museos.

Tres días en Roma te darán tiempo suficiente para conocer lo más importante pero si te quedas un día más y hace buen clima entonces no dejes de salir de Roma a sus alrededores. Las mejores excursiones son las de Villa d’Este, Patrimonio Mundial en Tívoli, a 25 kilómetros, la Villa Adriana, imperial y elegante, la Villa Gregoriana con su parque, Ostia y su conjunto arqueológico y el oasis verde de los Jardines de Ninfa.

Y créeme, un solo viaje a Roma nunca es suficiente. Hay que volver, volver y volver


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