Qué ver en Rothenburg

Rothenburg

La ciudad de Rothenburg ob der Tauber pertenece al distrito de Ansbach, dentro del Estado Federado de Baviera en Alemania. Esta ciudad destaca hoy en día por tener un centro medieval realmente bien conservado, lo que lo convierte en un punto muy turístico en Alemania. Hasta el siglo XIX fue una de las Ciudades Imperiales Libres que eran regidas por su emperador.

Vamos a ver cuáles son los puntos de interés en esta bella ciudad alemana. Puede no ser de las más conocidas o buscadas por los turistas pero sin duda es toda una joya medieval que guarda un encanto difícil de igualar. Así que no podemos perdernos una visita por sus antiguas calles.

Conoce Rothenburg

Rothenburg ob der Tauber significa Fortaleza roja sobre el Tauber y se trata de una pequeña ciudad, aunque hay quien prefiere pensar que es un agradable pueblo grande. Su historia comienza ya en el siglo X cuando se crea la parroquia de Detwang, que hoy en día es un barrio de la ciudad. La ciudad se elevó al nivel de Ciudad Imperial en el siglo XII y desde entonces comenzó a prosperar y crecer. Ya en el siglo XVI sufriría con la Guerra de los Treinta años y más tarde por la peste. En la Segunda Guerra Mundial destacó por ser una de las ciudades que mejor cumplió el ideal nazi, lo que supone un punto negro en su historia. Fue dañada en el conflicto, pero debido al valor histórico que tenía no se utilizó artillería para liberarla por parte de los aliados, lo que salvó gran parte de la ciudad. De ahí que todavía se conserve en buen estado, ya que tras el conflicto se restauró con rapidez.

Murallas de la ciudad

Se puede comenzar la visita a la ciudad en Gallow-Gate, la antigua muralla de la ciudad. Desde aquí podemos ver las antiguas murallas del siglo XVI, por las cuales se puede dar un pequeño paseo hasta la Röder Tower. Es posible subir a esta antigua torre defensiva por un pequeño precio. Siempre sugerimos hacer todas las actividades posibles cuando viajamos a los lugares porque no sabemos si podremos volver o si nos perderemos algo interesante. A continuación se puede seguir por la muralla hacia el sur o ir hacia el centro histórico de la ciudad. Si continuamos por la ruta hacia el sur por las murallas se llega a un bastión defensivo conocido como Spital Bastion que data del siglo XVI. Desde aquí se pueden tener unas vistas espectaculares de la ciudad.

Plönlein

Rothenburg

Así es como se conoce a este rincón que es sin duda el más fotografiado de toda la ciudad. Se trata de una confluencia de calles que tiene un encanto singular y que incluso se usa para portadas de viajes a Alemania por ese toque que tienen sus edificios. Desde este lugar se puede ver la Sieber Tower y la Kobolzeller Tower. Es uno de los lugares más fotografiados de toda Alemania por lo que vale la pena pararse a contemplarlo. Por otro lado, es una buena idea acudir de noche, cuando el lugar cobra un encanto especial.

Marktplatz

Marktplatz

Cerca de Plönlein nos encontramos con la plaza principal de la ciudad, la Marktplatz. Este es uno de los lugares más antiguos y más bellos de la ciudad, con interesantes edificios. El ayuntamiento o Rathaus cuenta con una preciosa fachada de estilo renacentista y algunas partes de estilo gótico como la torre. Otro de los edificios más emblemáticos de la plaza es el Ratsherrntrinkstube con la torre del reloj que hoy en día se convirtió en la oficina de turismo, un lugar en el que podemos parar a informarnos.

Museo de la Tortura

Ciertamente en la ciudad hay uno de los museos más curiosos que podamos ver aunque es solo apto para personas que no sean aprensivas. Se trata del Museo de la Tortura o Museo del Crimen que recoge instrumentos de tortura medievales y todo tipo de herramientas e incluso documentos para conocer este arte que se llevó a cabo durante la Edad Media de muchas formas distintas. Es uno de los más importantes que hay en Europa sobre esta peculiar temática. En la ciudad también hay otro museo curioso, el museo de muñecas y de juguetes, que puede ser de interés para niños y mayores.

Iglesia de San Jacobo

Iglesia de Rothenburg

En la plaza del mercado también nos encontramos con la iglesia más antigua de la ciudad, la de San Jacobo o Santiago. Fue construida entre los siglos XIV y XV y destacan las dos torres de estilo gótico de su exterior. Puede ser una buena idea entrar en ella si nos gusta visitar los edificios religiosos, porque además nos encontraremos con el Altar de la Santa Sangre, que es una importante obra que resulta todo un reclamo para los visitantes.


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