Que ver en Tokio

Tokio es una de las grandes capitales del mundo. Es una ciudad que vibra de gente, de actividades, de posibilidades turísticas, no importa si vas en verano, invierno, primavera u otoño. Siempre hay algo para hacer.

Desde hace ya veinte años el turismo ha ido creciendo, y hoy, mientras caminas por sus calles, vas a oír todos los idiomas del mundo. Así, los tokiotas comienzan a ser más abiertos, más sociales y es algo que, si todavía no fuiste, es hora de disfrutar.

Tokio

Hoy es la capital del país aunque no siempre lo fue. Es una ciudad que cambia todo el tiempo, si es eso posible, así que si fuiste hace unos años cuando vuelvas seguro encontrarás muchos cambios. Por ejemplo, del año pasado a éste volaron varias manzanas cercanas a la estación de Shibuya y las tiendas o barcitos donde solía pasar mis tardes en 2018… pues no estaban en 2919. ¡Así nomas!

Es cierto que Tokio es una ciudad con mucha gente, gente que vive en ella y que llega de los alrededores para trabajar. No es un sitio con muchos rascacielos, aunque tiene edificios muy altos y raros. Alguna vez leí que es algo así como «un pueblo grande» y creo que esa descripción coincide bastante. No es una ciudad alta, es una ciudad extensa.

¿Cuándo conviene ir a Tokio? Pues con base en mi experiencia personal definitivamente no vayas en verano. Mi ciudad es calurosa y húmeda en esta estación, así que pensé que no me afectaría pero no, Tokio es literalmente un horno caliente y húmedo y es muy incómodo para recorrer. Por lo menos, si es tu primera vez en Tokio, no vayas en verano.

El mejor mes para recorrer Tokio es mayo. Sol, calorcito, días largos. Después, el otoño también es muy agradable y el invierno, aunque tiene días cortos y noches heladas, es muy soleado. Dicho esto, ¿qué se puede hacer en Tokio?

Turismo en Tokio

La ciudad tiene muchas cosas para ver y hacer y todo depende siempre de cuales sean tus gustos particulares. Un viaje solo no basta, pero para una primera vez en Tokio se pueden pensar algunos sitios que no pueden faltar.

Empecemos entonces por las atracciones turísticas clásicas en Tokio. En la zona central de Tokio están los Jardines Imperiales, el ex parque del Castillo de Edo, de la época medieval. Es de entrada gratuita y verás fosos, murallas, estanques y viejas construcciones. No es la gran cosa pero por lo menos en el primer viaje no hay que perdérselo. Para ir solo llegas a la Estación de Tokio y caminas un poco.

Ahikabara también está en la zona central de Tokio aunque tiene su propia estación de tren. Es el barrio de los electrónicos y las cosas de otakus, así que el publico se divide entre quienes buscas componentes electrónicos y quienes, de todas partes del mundo, buscan revistas, muñecos y merchandising de sus series de anime o mangas favoritos. La calle principal, Chuo Dori, los domingos, se vuelve peatonal entre la 1 y las 6 pm.

La parte norte de Tokio tiene también atracciones importantes para una primera vez en Tokio. Asakusa es el barrio tradicional y el templo budista de Sensoji es su atractivo principal. Data del siglo VII y se accede a él caminando por Nakamise, una calle peatonal repleta de tiendas de recuerdos. Es un barrio para caminar aunque también puedes pagar un tour de media hora en rickshaw para dos personas por unos 9000 yenes, 90 dólares.

El pasado de Asakusa tiene teatros kabuki, prostitución y mafia pero mucho se ha perdido por los bombardeos de la Segunda Guerra y su renacer ha sido mas tranquilo. Después de caminar por aquí puedes o bien tomar un barco por el río Sumida e ir a Odaiba o bien cruzar el puente y visitar el Tokyo Skytree. Si puedes, haz las dos visitas. El crucerito es encantador, sea el barco que sea, y tienes una vista de Tokio que es una maravilla.

Y el Tokyo Skytree es algo espectacular. Conviene ir con sol y quedarse a la puesta. Parece que estás dentro de una nave espacial. Y puedes quedarte a cenar o beber una cerveza contemplando Tokio a tus pies, a 450 metros desde el segundo observatorio. Es hermoso. Abre de 8 am a 10 pm y la entrada cuesta, para extranjeros, para ambos observatorios, 4200 yenes, alrededor de 43 dólares.

Si te gustan los museos aquí en el norte está el Museo de Edo – Tokio y el Museo Nacional de Tokio. ¿Cómo llegas a esta zona de la ciudad? En metro, básicamente, o haciendo combinaciones de tren y metro si tienes el Japan Rail Pass.

Al oeste está la fiesta. Así de simple. Si tienes que buscar alojamiento siempre elige un hotel o piso o hostel en el oeste de Tokio: Shinjuku, Shibuya, Harajuku. Si buscas noche, gente, juventud, tiendas, bares, restaurantes, esta es la mejor zona de todas y alojarte aquí te asegura que tienes todo cerca y no debes moverte mucho. Después de alquilar pisos por todo Tokio, los últimos dos años alquilamos a 10 minutos de Shibuya y fue lo mejor que hicimos. ¡A pie hacia todos lados!

Shibuya es el distrito de la juventud por antonomasia. Hay tiendas enormes, bares y restaurantes por todas partes y Año Nuevo, navidad o Halloween se festejan aquí. La multitudinaria intersección de calles frente a la salida Hachiko de la estación es popular en todo el mundo y no puedes dejar de cruzarla, de día y de noche. Pero en verdad, la zona ofrece mucho más que esta parte y hay que animarse a caminar a la redonda, alejarse y perderse.

Este año he descubierto rincones que desconocía y que son divinos: Shibuya Stream, abierto en 2018, con tres pisos de bares y restaurantes y oficinas al lado de un arroyo que emerge de la tierra y tiene un paseo peatonal alrededor, y el mirador, pequeño, que está justo frente a la estación y que, no se porque, no había descubierto antes.

Si estás buscando imágenes que se queden en tu memoria entonces ve a Shinjuku de noche. Las luces y el brillo te ciegan. Es un distrito mas grande que Shibuya y está alrededor de la estación de trenes mas bulliciosa del mundo. Dos millones de pasajeros pasan por aquí por día y es muy fácil perderse. Más por estos días que están en obras por los Juegos Olímpicos del año entrante. Hay de todo y hay que animarse a meterse en elevadores y subir o bajar, buscando donde comer o donde beber.

Los occidentales estamos acostumbrados a los bares y restaurantes a la calle pero aquí eso prácticamente no existe. Por eso hay que acercarse a la entrada del edificio, leer los letreros de lo que hay en cada piso y animarse a ir. Así de fácil. Cuando las puertas del elevador se abran descubrirás otros mundos. También aquí en Shinjuku está Golden Gai, el barrio pequeño de callecitas estrechas con bares super pequeños.

Golden Gai es hoy muy turístico pero vale la pena conocerlo pues los japoneses son bastante simpáticos y se abren a conversar con extranjeros, alcohol de por medio. La mayoría de estos bares cobran entre 700, 800 y 1000 yenes solo para sentarse. Estos bares abren a partir de las 7 pm y toda la madrugada.

De día puedes visitar las oficinas del Gobierno Metropolitano, con su mirador a 243 metros de entrada gratuita, o el Parque Shinjuku. Otro parque es el Parque Yoyogi, para recorrer de día, después de dar una vuelta por el loco barrio de Harajuku, el centro de la moda juvenil y del cosplay.

También cerca está el barrio coreano, en Shin Okubo. Puedes ir en tren o caminando y si te gusta el k pop y todo eso este es un sitio que de un tiempo a esta parte está recibiendo mucho turismo. Tanto de día como de noche.

¿Y qué encontramos al sur de Tokio? Pues la elegante zona de Roppongi, la Torre de Tokio y la isla de Odaiba. No por poco debes dejar de conocerlo. La Torre de Tokio es un clásico y no puede quedar fuera con sus 333 metros de alto, dos miradores y atracciones. A partir de este mes se terminan algunas refacciones así que si vas después la torre estará como nueva.

En Roppongi está la Torre Mori, en el centro de Roppongi Hills. Este edificio tiene 238 metros y arriba tiene un piso de observatorio y si el clima lo permite puedes salir al helipuerto. Lo aconsejo, ¡es genial!

Conociendo estos sitios básicamente conocerás lo esencial de Tokio en tu primera visita. Hay más, por supuesto, experiencias hermosas como museos de arte digital o paseos en kayak por los arroyos internos, por ejemplo, pero ya verás que una vez que conocer Tokio querrás volver. Y volver. Y volver.


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