Real Monasterio de San Juan de la Peña

Si de algo España está repleta es de iglesias y monasterios, ¿no es cierto? Pues en Aragón encontramos este que vemos en la fotografía: el Real Monasterio de San Juan de la Peña, un hermoso monasterio aragonés.

Este monasterio es realmente particular por dónde está ubicado y porque además hay en él enterrados muchos reyes aragoneses. Conozcámoslo juntos.

Real Monasterio de San Juan de la Peña

Como dije más arriba está en Aragón, una de las comunidades autónomas de España, histórico reino que se extiende por las Sierras Ibéricas, el valle del Ebro y los Pirineos. Está al norte del país y limita internacionalmente con Francia.

El monasterio está en Botaya, una pequeña localidad del municipio de Jaca, en la provincia aragonesa de Huesca. Supo ser el monasterio más importante de todo Aragón durante el período alto de la Edad Media y es por eso que guarda las tumbas de varios reyes.

¿Pero cuáles son sus orígenes?Pues siempre hay algún devoto, fiel o aparición en cuestión. En este caso la leyenda dice que un noble llamado Voto u Oto estaba cazando por estas tierras cuando vio un ciervo. Lo persiguió y en esa persecución cayó por un precipicio pero de manera milagrosa y misteriosa ni él ni su caballo resultaron heridos. Al contrario, se despositaron suavemente sobre tierra firme.

Allí, en el fondo del precipicio, vio una cueva y dentro se encontró con el cuerpo de un ermitaño llamado Juan de Atarés. Maravillado e impresionado por la experiencia regresó a Zaragoza, vendió sus posesiones, convenció a su hermano de irse con él y juntos terminaron siendo los nuevos ermitaños de la cueva. Más tarde fueron testigos, junto a los soldados cristianos, del nombramiento de Garcí Ximénez como caudillo, de la reconquista de las tierras a manos musulmanas y de la cruz prendida fuego sobre la carrasca de Sobrarbe.

Pero más allá de la leyenda, concretamente, las obras más importantes con las que da inicio el monasterio empiezan en 1026 por ordenes de Sancho el Mayor, rey de Pamplona desde 1004 hasta su muerte en 1035. Años más tarde otro rey, Sancho Ramírez, lo entrega a la orden de los monjes cluniacenses y empieza a tomar la forma actual. Lamentablemente no todos esos edificios llegaron a nuestros días pero basta para ver que era y es una maravilla.

El conjunto de edificios monásticos está bajo una enorme roca así que forma un postal muy homogénea. Dentro del monasterio hay rincones hermosos como son la iglesia prerrománica, las pinturas de San Damián y San Cosme que son del siglo XII y obviamente, el Panteón Real, el Panteón de Nobles. También está el claustro románico, la capilla gótica de San Victorián y la iglesia consagrada del año 1094.

El puntapié inicial lo dio Sancho el Mayor y así, durante el siglo siguiente el monasterio creció, se amplió con construcciones nuevas y los reyes aragoneses empezaron a elegirlo como sitio de descanso final con lo cual empezó a tener más prestigio y obviamente, más riquezas donadas por la misma aristocracia. De todas maneras la importancia del monasterio tuvo sus subes y bajas en los siglos posteriores y muchas donaciones dejaron de venir y también se perdieron algunos patrimonios, se sumaron deudas, hubo incendios y un eventual deterioro.

Precisamente, un incendio en 1675 que duró tres días enteros obligó a la construcción de un monasterio nuevo ya que el original había quedado inhabitable. La nueva construcción se alzó en el Llano de San Indalecio, una pradera sobre una roca enorme. Las obras continuaron hasta el siglo XIX y hubo varias personas a cargo pero se admite que la más importante para el carácter del lugar fue el arquitecto de Zaragoza Miguel Ximenez.

El resultado es un conjunto simétrico, con muchos claustros y una organización del espacio muy racional. El estilo barroco brilla en la fachada de la iglesia, con su exagerada decoración vegetal y la figura de tres importantes santos, San Indalecio, San Juan Bautista y San Benito. Este último es el santo fundador de la orden monástica que se profesaba aquí.

Entre los eventos destacados que lo tienen como escenario está el hecho de que aquí, el 22 de marzo de 1071, se introdujo por primera vez en la península Ibérica el rito litúrgico romano, propio de la iglesia de Occidente. es decir, se terminó aquí con el rito hispanovisigótico y la iglesia aragonesa se ajustaba por fin al Papa.

Hacia 1835 los monjes dejaron el monasterio y entonces, sin cuidados, todo empezó a deteriorarse. Llegados los años ’50 del siglo XX la postal era bastante desoladora y recién tras un programa de reconstrucción por parte del gobierno de Aragon se logró devolverle su brillo.

Hoy en día el Real Monasterio Nuevo de San Juan de la Peña funciona el Centro de Interpretación del Reino de Aragón, una hospedería y el Centro de Interpretación del Monasterio de San Juan de la Peña. Y debes conocer los tres.

El Centro de Interpretación del Monasterio es la visita obligada ya que es fantástica la oferta. El visitante deambula por una estructura muy original, armada dentro del monasterio, sobre un suelo de cristal que permite ver como era el monasterio antes y las distintas etapas que vivió: el refectorio, la bodega, la cocina, los cuartos de servicio o la despensa. Todo ambientado, con muebles y maniquíes de frailes . Hay paneles que brindan información e imágenes en 3D que se reproducen en pantallas táctiles.

Por su parte el Centro de Interpretación del Reino de Aragón funciona dentro de la iglesia barroca del Monasterio Nuevo. Hay pantallas enormes y móviles que reproducen durante la visita turística un vídeo con el origen del Reino y la Corona, todo en un show de luces y sonido, donde los asientos de mueven y ese tipo de cosas. El vídeo dura 45 minutos.

Finalmente, la hospedería. Está al lado del monasterio y es un sitio de cuatro estrellas de categoría. Tiene 25 habitaciones dobles, cuatro de ellas tienen una sala y una está adaptada para discapacitados), un restaurante y cafetería, un salón de eventos para 150 personas y estacionamiento para 28 coches. Este sitio se inauguró en 2007 y es uno de los últimos en sumarse a la Red de Hospederías de Aragón.


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