Viaje a Sarajevo

Sarajevo es la capital de Bosnia y Herzegovina, una ciudad con mucho verde, que está en un valle rodeado de montañas. Es un crisol de religiones, conviven los católicos, los judíos, ortodoxos y musulmanes, así que esa convivencia se traduce en su cultura.

¿Qué podemos hacer en Sarajevo? Lo descubrimos hoy.

Sarajevo

Si tienes más de 40 tal vez recuerdes esos caóticos años de fines del siglo XX, cuando el comunismo daba sus últimos estertores y se re configuraba el mapa geopolítico de Europa. Por entonces, una guerra cruenta surgió en los Balcanes y Yugoslavia fue borrada, guerra mediante, que duró cuatro años y devastó la ciudad.

En 1995 la guerra llegó a su fin y la ciudad quedó divida en dos: por un lado la Sarajevo a la que nos estamos refiriendo (todo el territorio de pre guerra y Novi Grad más otras zonas más), convirtiéndose en la capital de la novel república, y por el otro Sarajevo oriental, capital de la República de Srpska. Ambas están una al lado de la otra.

Para 2003 la mayor parte de la ciudad fue reconstruida, pero la guerra cruenta entre pueblos que por décadas habían estado «pegados» por el comunismo dejó sus huellas. Hoy, la ciudad capital está, como dijimos, en el medio de un valle, rodeada por los Alpes Dináricos. Hay cinco montañas principales alrededor y la más alta tiene poco más de 2 mil metros de altura. Igman, Jahorina, Trebevic y Bjelasnica son conocidos como los Olímpicos de Sarajevo.

También hay un río que cruza la ciudad, el Miljacka o río de Sarajevo. El clima en la zona es continental y como está cerca del hermoso mar Adriático las temperaturas no son tan fuertes.

Turismo en Sarajevo

Como dijimos, en Sarajevo han convivido muchas religiones por siglos así que es muy diversa culturalmente. Tras la guerra hoy la mayoría es bosnia, eso sí. Entonces, ¿qué hay que conocer en Sarajevo?

Empezamos por el corazón de la ciudad fundada por los otomanos en el siglo XV. Este pasado todavía se ve en el Bascarsija, un pequeño barrio con un mercado de un solo piso cuyos puestos datan de esa lejana época. El mercadillo acompaña el río Miljacka y llega a la fuente de madera de Sebilj, con su plaza llena de palomas.

Es un típico bazar con especias aromáticas flotando en el aire, carnes y cordero, souvenires y delicias turcas diversas. Esta zona también concentra la mayoría de los lugares históricos de la ciudad, como la Mezquita de Gazi-Husrev con su torre del reloj lunar, o las cafeterías que son lugares ideales para probar un cafecito bosnio: fuerte, espeso, según los bosnios, diez veces mejor que el clásico café turco.

Otra ventana al pasado de  Sarajevo son las fortificaciones medievales concentradas en la muralla. Hubo cinco cuyas obras comenzaron en 1729 pero ha quedado solo la Fortaleza Amarilla o Zuta Tabija, y la Bijela Tabija. Desde aquí las vistas son hermosas, en especial al atardecer cuando el sol cae sobre los techados rojos y los viejos minaretes o la construcción austro húngara propia de fines del siglo XIX. La fortaleza tiene una pequeña cafetería y hay mesas de picnic con un bonito jardín de cerveza.

Si te gusta la historia del siglo XX puedes ir al Puente Latino, sobre el río Miljacka, que conecta el barrio viejo con el barrio de Skenderija. Es el puente mas antiguo de Sarajevo, del siglo XVI. Fue aquí que en 1914 el heredero de los Habsburgo, postulado al trono, fue asesinado por un serbio de 18 años, dando comienzo a la Primera Guerra Mundial.

Hay un pequeño museo que recuerda el evento que a la postre acabó con dos imperios, el otomano y el austro-húngaro. Con el tiempo el museo ha cambiado y hoy mas que nada se concentra en los 40 años en los que la ciudad estuvo gobernada por el Imperio Austro-Húngaro y cómo terminaron las cosas.

No es el único puente, hay muchos puentes interesantes: el puente peatonal frente a la Academia de Finas Artes, el Puente Kozija Cuprija, el Puente Suada y Olga, el Ars Aevi…

Es cierto que Sarajevo tiene un pasado algo tortuoso, con tantas guerras y destrucciones, así que otro sitio relacionado con este pasado es el túnel de 800 metros de largo que usaban los contrabandistas para entrar y salir de la ciudad en tiempos de la guerra de los ’90.

Hoy hay un Museo del Túnel de Guerra, con una zona bien preservada del mismo. Otra exhibición se concentra en el peor genocidio de Europa desde el Holocausto, ocurrido en 1995, un mes antes de la final de la guerra.

Entonces, tropas serbias mataron a 8 mil bosnias musulmanes en una sola ciudad, hombres en su mayoría pero también mujeres y niños. Todos fueron enterrados en una enorme fosa común. Hay una exhibición de fotos en blanco y negro muy movilizadoras. El Museo del Túnel de Guerra está sobre la calle Tuneli, 1 y la exhibición Srebrenica-Galerija sobre la calle trg Fra Grge Martica, 2/III.

Si eres judío puedes ver el paso de este pueblo por la ciudad en sitios como el Museo Judío, el Viejo Cementerio Judío, uno de los mas grandes de Europa, la Galería Novi Hram y la Sinagoga Ashkenazi. Después, con la llegada de los gobernantes austro-húngaros, se construyeron muchos edificios de varios pisos bien occidentales. Un ejemplo es el Vijecnica, sede gubernamental, de estilo pseudo morisco.

El encuentro entre el este y el oeste se ve en varias partes de la ciudad, como por ejemplo, en el punto en que la oriental y encantadora calle Saraci se une con la calle Ferhadija, bien occidental. Por otro lado, puedes conocer la relación entre Sarajevo y los Juegos Olímpicos. La ciudad fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1984 y muchas de sus instalaciones se construyeron especialmente para el evento.

Hay un Museo Olímpico y otras estructuras (El Complejo Olimpico Zetra, el Hotel Holiday Inn), pero lamentablemente otros se destruyeron en el Sitio de Sarajevo que duró de 1992 a 1996. Puedes ubicar también las Rosas de Sarajevo, marcas que fueron dejadas por la artillería y están por toda la ciudad, o el monumento a los niños asesinados durante el sitio que está dentro del Parque Veliki.

Finalmente, si te gustan las caminatas turísticas puedes sumarte al Sarajevo Free Walking Tour que dura dos horas. Entonces, recuerda, en Sarajevo hay religión, historia, una vida nocturna vibrante y una gastronomía multicultural deliciosa.


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