Me parece que uno de los mejores inventos de la repostería es la «crema Chantilly». Tal vez lo supones, tal vez no, pero te cuento que es un invnetro de la pastelería francesa y que se llama así por una pequeña comuna de Francia, Chantilly, ubicada en el departamento de Oise.
Chantilly está a orillas del río Nonette y no es una comuna muy grande. Está compuesta por cuatro barrios y sus orígenes son, por supuesto, bien medievales. Allá lejos y hace tiempo Chantilly se resguardaba en torno a su castillo después de que Enrique III de Borbón-Coudé permitiera que sus criados se alojaran en su propiedad a finales del siglo XVII. Poco después su nieto, Luis IV, fundó la ciudad.
Mucha antes de que nata montada adoptara el nombre de crema Chantilly la gente de esta comuna se hizo conocida por la calidad de su porcelana, mas antigua incluso que las tradicionales porcelanas de Limoges y Sèvres y por lo genial de sus encajes. Después le tocaría el turno a la crema chantilly. Esta nata montada que lleva esencia de vainilla y azúcar glas fue ideada por Fracois Vatel en el siglo XVII, un cocinero de origen suizo que servía en las cocinas de Luis II y que murió a los 40 años en este mismo pueblo.
¿Te suena el nombre? Es que hay una película sobre él protagonizada por el genial Gerard Depardieu en la que actúa junto a Tim Roth y Uma Thurman. El filme revela muy bien aspectos de la gastronomía francesa de antaño y la música, compuesta por Ennio Morricone, es estupenda. Pero bien, que aquí en Chantilly puedes visitar el Castillo de Chantilly, con su museo y sus fabulosos establos y también el Pabellón de Manse, una serie de maquinarias hidráulicas construidas en el siglo XVII para alimentar con agua el extenso parque repleto de cascadas y fuentes del castillo. Una maravilla de sitio.