Cinco razones para visitar el delta del Ebro

Desembocadura del Ebro

Te vamos a proponer cinco razones para visitar el delta del Ebro, uno de los lugares más bonitos de la costa de Tarragona. En la desembocadura de este río, que es el más caudaloso de España, se acumulan los sedimentos procedentes tanto de la cordillera Cantábrica como de los Pirineos y del sistema Ibérico.

Han formado una superficie de más de trescientos kilómetros cuadrados que penetra casi veintidós en el mar Mediterráneo creando distintos ecosistemas, todos de enorme valor ecológico. De hecho, por tamaño, es el tercero de esa cuenca marina tras el del Nilo y el del Ródano. Asimismo, se trata del humedal más grande de Cataluña y uno de los mayores de Europa, solo superado por el de Camarga en Francia y el de Doñana, igualmente, en España. Por todo ello, vamos a darte cinco razones para visitar el delta del Ebro.

Por su incalculable valor ecológico

La Encanyssada

Laguna de la Encanyssada

Después de todo lo que acabamos de explicarte, comprenderás el gran valor ecológico que posee el delta del Ebro. Ya en 1962 fue catalogado como zona de importancia internacional máxima entre los humedales euroafricanos. Veinte años más tarde, el Consejo de Europa lo declaró zona de importancia europea por la vegetación de sus ambientes salobres. Y en 1987 fue reconocido como Zona de Especial Protección para las Aves.

Pero no terminan ahí los reconocimientos que nos muestras su enorme importancia medioambiental. En 1993, fue añadido al Convenio Ramsar y, tres años más tarde, consiguió la Carta Europea de Turismo Sostenible. También está catalogado como parque natural y, finalmente, ya en 2013, sus ecosistemas mediterráneos fueron declarados Reserva Natural de la Biosfera.

Respecto a estos últimos, el delta del Ebro posee, principalmente, tres. Uno de ellos es el bosque de ribera, con su vegetación típica formada por alamedas, alisedas y tarays. Puedes encontrarlo, por ejemplo, en la isla de Buda, que se halla en la parte oriental del delta. Con sus mil hectáreas es la más grande de toda Cataluña.

El segundo es el compuesto por sus zonas salobres, es decir, lagunas con cañaverales y carrizales. Entre ellas, las de las Ollas, del Canal Viejo, de la Alfacada, de la Platjola y de la Encanyssada. Finalmente, la tercera unidad paisajística es la conformada por dunas móviles. Es también la más sensible de la zona porque depende de su cercanía al mar, de los vientos y de la acción humana. Por ello, requiere de una especial protección. Son zonas en las que abunda una vegetación denominada psammófila que se adapta a estas superficies. También florecen plantas como el salado y la uña de gato.

Por otra parte, como te hemos dicho, el delta del Ebro es una zona muy importante para las aves. Cuenta con casi cien especies que viven en él. Pero, en total, contando las que llegan en sus migraciones, puedes ver en el delta una trescientas sesenta entre las que destacan los flamencos.

Por sus preciosas playas

Playa del Trabucador

La playa del Trabucador, una de las razones para visitar el delta del Ebro

Otra de las cinco razones para visitar el delta del Ebro son sus preciosas playas. Quizá la más famosa e impresionante sea la del Trabucador. Se trata de un enorme brazo de arena que separa el mar Mediterráneo de otro interior que conforma la bahía de los Alfaques. Destaca por sus arenas doradas y sus aguas tranquilas. Pero, sobre todo, te ofrece maravillosas puestas de sol. Además, por encontrarse cerca de la laguna de la Tancada, te permite ver numerosas especies de aves.

También es espectacular la playa de la Punta del Fangar. Por sus dimensiones, semeja un desierto en medio de las aguas y se conserva bastante salvaje. Sin embargo, está urbanizada la playa de Ruimar, que cuenta con pasarelas por sus preciosas dunas y todos los servicios. Asimismo, se encuentra al lado de la laguna de El Garxal.

También te ofrece varios servicios la playa del Arenal, que se encuentra muy cerca de Ampolla y cuya parte más bonita es la que se halla junto a la laguna de la Bassa de les Olles. Por su parte, la de las Delicias está en San Carlos de la Rápita y ostenta bandera azul. Además, está preparada para que accedan a ella personas con movilidad reducida.

Por sus actividades y excursiones, la tercera de las cinco razones para visitar en delta del Ebro

Casa de Fusta

Casa de Fusta, un auténtico museo ornitológico

Son muchas las actividades que puedes realizar en el delta del Ebro. La mayoría de sus playas te ofrecen la posibilidad de alquilar kayaks y otras embarcaciones de recreo. Asimismo, puedes arrendar bicicletas en localidades como Poblenou del Delta. Este es uno de los mejores medios para moverse por la zona tanto por no ser contaminantes como por la cantidad de rutas que puedes hacer. Además, tienes la opción de elegir cuadriciclos. No obstante, también puedes alquilar una barca de perchar para recorrer el delta. Esta era el medio de transporte tradicional en la zona y, como su propio nombre indica, consistía en una embarcación guiada con un largo remo o percha.

Otra actividad muy frecuente en la zona es el avistamiento de aves. Hay varias empresas que te ofrecen este tipo de excursiones, incluso con cuentacuentos para los niños. Pero, si quieres que estos disfruten mucho, puedes llevarlos al Wakepark de Deltebre, donde podrán gozar de este deporte acuático.

Claro que, quizá, prefieres un tranquilo crucero por el delta. También en este caso tienes varias opciones. Como ejemplo, te mencionaremos la que te lleva por los últimos dieciséis kilómetros hasta la misma desembocadura. Se hace en embarcaciones descubiertas con capacidad para unas cien personas y tiene una duración de unos noventa minutos.

Por otra parte, tienes varios museos y centros de visitantes en las localidades del delta que te permitirán conocer mejor esta maravilla natural. Entre ellos, te mencionaremos el Ecomuseo de Deltebre; Monnatura Delta, que, además, organiza actividades lúdicas y didácticas; el jardín botánico Ecoherbes o el museo del arroz Molí de Rafelet, donde podrás conocer cómo se cultiva de manera artesanal en las aguas del delta. Pero, si te gusta la ornitología, el lugar indicado para ti es el museo Casa de Fusta, que, asimismo, cuenta con un mirador para ver las aves.

Por sus preciosos pueblos

Puente de Amposta

Puente colgante de Amposta

Otra de las cinco razones para visitar el delta del Ebro que te mostramos son sus maravillosas localidades. Comenzaremos por hablarte de Amposta, que es la más densamente poblada. En ella tienes que ver su castillo del siglo XIII y las torres de la Carrova y de San Juan. Asimismo, te recomendamos que veas iglesias como las de la Asunción y San José. Pero, sobre todo, el gran símbolo de Amposta es su puente colgante, una maravilla de la ingeniería construida entre 1915 y 1921 por José Eugenio Ribera.

También te aconsejamos que visites San Carlos de la Rápita. Buena parte de su arquitectura es neoclásica de la época de Carlos III. Es el caso de la plaza del Mercado, de los Porches, de la Glorieta y de la fuente de las Alamedas. También debes visitar la torre de Guardiola, que data del siglo XV y está coronada por una estatua del Sagrado Corazón.

Por su parte, en Deltebre tienes dos de los museos a que antes nos referíamos: el interactivo y moderno de Ebre Terra y el más clásico del Molí de Rafelet. En Ampolla no puedes perderte un paseo por su coqueto puerto y en Sant Jaume d’Enveja puedes visitar el centro de interpretación de las Barracas, con varias viviendas tradicionales de la zona. Finalmente, Poblenou del Delta destaca por su ruta de los miradores de la Encanyssada y por los restos de la torre de San Juan.

Por disfrutar de su gastronomía

Pastissets

Pastissets del delta del Ebro

Terminamos las cinco razones para visitar el delta del Ebro que te proponemos hablándote de su exquisita gastronomía. Como no podía ser de otra manera, su base principal es el arroz de la zona. Puedes disfrutarlo en distintas elaboraciones. Por ejemplo, a la marinera, con verduras, igualmente, del delta, negro, pelado o con cangrejo azul. Este último llegó al Ebro hace poco tiempo como especie invasora, pero se ha convertido en uno de los ingredientes favoritos de su cocina.

En cuanto a las carnes, la más consumida es, curiosamente, la de pato. También se prepara con arroz, aunque se cocina, igualmente, al horno o en magret. No faltan, por otra parte, excelentes mariscos en el delta como los mejillones, los langostinos, las ostras o la autóctona galera. Y, respecto a los pescados, se consume mucho la anguila del Ebro, que se elabora ahumada, en suc o como xapadillo de anguila. Pero también es muy utilizado el atún rojo de l’Ametlla de Mar, el lenguado y el rape.

Si, en cambio, prefieres un embutido, te recomendamos el más típico: la morcilla de arroz. Y, como muestras de su repostería, puedes saborear distintas clases de cocas, pero también de pastissets. En cuanto al condonyat, es membrillo elaborado en la zona y también puedes saborear corquiñoles de almendra o de pistacho o un delicioso requesón con miel del Perelló (igualmente, muy famosa). Finalmente, puedes terminar tu comida con una copita de licor de arroz.

En conclusión, te hemos dado cinco razones para visitar en delta del Ebro, pero hay otras muchas. Por ejemplo, su excelente climatología, con temperaturas siempre moderadas. Pero también sus numerosos hoteles y casas rurales que te garantizan una estancia agradable o, en fin, sus acogedores habitantes, siempre dispuestos a que te encuentres a gusto. Todo ello por no mencionar la proximidad de la histórica y monumental villa de Tortosa, que está a apenas dieciocho kilómetros de distancia. Anímate a conocer esta maravilla natural.


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