Lequeitio

Lequeitio

Con una situación privilegiada, Lequeitio es uno de los pueblos más bonitos del País Vasco. Situado en la comarca vizcaína de Lea Artibai, esta antigua aldea de pescadores de ballenas y exploradores es hoy un lugar con enorme atractivo para el turismo.

Posee los títulos de «Noble y Leal Villa» y por sus calles pasearon desde piratas hasta aristócratas. Incluso la reina Isabel II y la emperatriz Zita de Austria-Hungría pasaron un tiempo en la villa. Pero, sobre todo, esta destaca por su impresionante entorno natural y por sus monumentos. Vamos a hablarte, por tanto, de qué ver y hacer en Lequeitio.

La costa de Lequeitio

Isla de San Nicolás

La isla de San Nicolás

Esta maravillosa población de Vizcaya se encuentra en la desembocadura del río Lea. Este, al llegar a la costa, forma una playa a cada lado de sus aguas y, en medio, queda la isla de San Nicolás. Por si esta belleza fuera poca, el paisaje cambia con las mareas. Cuando son bajas, la citada isla es accesible a pie, mientras que, si están altas, el agua cubre ese paso.

Como suele ocurrir con muchas de las islas del Cantábrico, esta también posee una historia legendaria. Dice que, durante la Edad Media, fue usada como colonia de leprosos para que evitar contagios. Sin embargo, esto no ha sido probado. En cambio, es evidente que, desde su parte más alta, tienes unas maravillosas vistas de la costa vasca. Si pasas a San Nicolás o Garraitz, como también se la llama, recuerda tener en cuenta la marea. Es un error bastante típico hacerlo con comida y, al querer volver, encontrarse con que ha subido y tener que regresar a nado.

Por otra parte, las playas que te mencionábamos son las de Isuntza y Karraspio. La primera es la más importante de la localidad y se encuentra junto a su puerto y su casco viejo. Por tanto, te resultará ideal si viajas en familia pues, además, sus aguas son tranquilas y cuenta con todos los servicios. Tiene vestuarios, duchas, equipo de socorrismo e incluso alquiler de piraguas.

En cuanto al arenal de Karraspio, tiene una longitud aproximada de quinientos metros y ya pertenece al municipio de Mendeja. De hecho, es más larga que la anterior, aunque menos popular. Sin embargo, también está bien equipada e, igualmente, permite pasar a San Nicolás, en su caso, a través de la arena. Aún hay otra playa en Lequeitio, pero solo cuando la marea está baja. Se trata de la de La Salvaje. Como su propio nombre indica, tiene una naturaleza agreste en la que abunda la vegetación y las aves. No obstante, tan bonitos como su espectacular entorno son los monumentos que puedes ver en Lequeitio.

El casco viejo y el puerto

Palacio de Uriarte

Palacio barroco de Uriarte

Antes de hablarte de monumentos concretos, queremos hacerlo del casco viejo en general porque desborda belleza y elementos típicos. Sus casas son las tradicionales vascas adornadas con flores y se encuentran en calles estrechas y empedradas. La más importante es la de Arranegui, de la que salen otras laterales y que desemboca en la plaza Arranegiko Zabala, donde históricamente se ha vendido el pescado recién traído por los barcos. Todavía hoy puedes ver cómo lo hacen.

En la calle Arranegui, además, se encuentran algunos de los más bonitos palacios de Lequeitio (de los que te hablremos más adelante), mientras que en la citada plaza verás una fuente que posee una peculiaridad: se trata de una pila bautismal del siglo XVIII.

En torno al casco viejo puedes apreciar restos de las antiguas murallas del siglo XV. Incluso se conserva una de sus torres de vigilancia cuadrangulares, la denominada Torrezar. Pero también forma parte del centro histórico el propio puerto, que tiene todo el encanto de los que existen en el Cantábrico, con sus embarcaciones de pesca, sus redes secando al sol y unas tranquilas aguas.

La Basílica de la Asunción y otras iglesias de Lequeitio

Basílica de la Asunción

Basílica de Nuestra Señora de la Asunción de Lequeitio

La Basílica de la Asunción de Nuestra Señora es el templo más importante de la localidad vizcaína. No en balde, ha sido declarada Monumento Nacional. Su construcción se inició en el siglo XV y es de factura gótica tardía. Te llamarán la atención su tamaño y su majestuosidad. Exteriormente, destaca la fachada occidental, con su portada abocinada y los arbotantes situados tras ella.

En cuanto al interior, es todavía más espectacular. Destaca, sobre todo, su impresionante retablo mayor de estilo gótico isabelino. Pero también otro barroco que alberga una imagen de la Virgen de la Antigua datada en el siglo XII.

Por otro lado, el convento de Santo Domingo se edificó en el siglo XIV, aunque, tras sufrir varios incendios, se reconstruyó en el XVI. En el conjunto, destaca la iglesia, que combina elementos góticos y renacentistas. La iglesia de San José, fechada en el XVIII, es una joya del barroco religioso en el País Vasco y la ermita de San Juan de la Atalaya pertenece a la misma centuria. Finalmente, la de Santa Catalina es de factura gótica y se fecha en torno al año 1500. Pero lo más bonito de esta es su entorno, pues se halla en el cabo de Santa Catalina, junto al faro y te ofrece unas vistas impresionantes.

La torre Turpin y otras casas señoriales

Palacio Abaroa

Palacio Abaroa, uno de los más bonitos de Lequeitio

La Turpin era otra torre defensiva de Lequeitio que, posteriormente, se convirtió en vivienda. Su construcción data de principios del siglo XVI y presenta rasgos renacentistas, aunque todavía conserva elementos del gótico. De su antigua función conserva huecos en alféizares y guardapolvos para responder a los ataques. Su puerta es adovelada en forma de abanico y dispone de seis ventanas adinteladas y distribuidas irregularmente por la fachada.

Sin embargo, a nuestro juicio, es más bonito el palacio de Uriarte. Se trata de una construcción barroca debida al arquitecto Lucas Longa, quien la edificó en torno a una torre medieval. Destaca en su conjunto la fachada principal, con un precioso porche sustentado por triple arco y un imponente escudo de armas en la primera planta.

No menos bonito, aunque diferente, es el palacio Otxangoiti, del siglo XVII como el anterior, en el que destaca su fachada principal roja adornada con aleros labrados. Lo mismo podemos decirte del palacio Uribarria, también ornado con escudo heráldico en su fachada. En cambio, presenta rasgos distintos el palacio Abaroa, ya que se trata de una construcción de fines del XIX que sigue los cánones clásicos del estilo Segundo Imperio francés. Asimismo, dispone de un amplio jardín.

El Ayuntamiento y otras construcciones de Lequeitio

Ayuntamiento

Ayuntamiento de Lequeitio

La Casa Consistorial de la villa vasca se construyó en el siglo XVIII. Sustituyó a otra anterior que, a su vez, había reemplazado a la original, devastada por el pavoroso incendio de 1595. Responde a los rasgos del barroco y destaca por su fachada principal. Esta presenta soportal con cuatro arcos de medio punto sobre los que se encuentra una balconada y varios escudos labrados.

Por su parte, la antigua Cofradía de Pescadores es una construcción de principios del siglo XIX debida al arquitecto Manuel Vicente de Laca. Posee grandes dimensiones pues, originalmente, se concibió como factoría de escabeches y muestra rasgos de solidez y funcionalidad. En cuanto al astillero Mendieta, es muestra el pasado naval de Lequeitio. Puedes verlo en la orilla izquierda del río Lea y lo conforman dos construcciones y el muro. De una de ellas, asimismo, salen las dos rampas que llevaban los barcos hasta el río.

Fiestas y gastronomía

Kaxarranka

El baile de la kaxarranca, que se desarrolla en el marco de las fiestas de San Pedro en Lequeitio

Para terminar nuestro recorrido por esta preciosa villa vizcaína, te hablaremos de sus celebraciones y platos típicos. Respecto a las primeras, las fiestas patronales tienen lugar del uno al ocho de septiembre en honor a San Antolín. Durante ellas, tiene lugar la controvertida corrida de los gansos. Pero también cuentan con gran predicamento las fiestas en honor a San Pedro, que, a su vez, es el patrón de la cofradía de pescadores.

En su caso, tienen lugar a finales de junio e incluye una singular procesión. Durante esta, se lleva la imagen del santo hasta el puerto. Al pasar junto a una hornacina donde hay otra talla de San Pedro, hacen la llamada kilin-kala, que consiste en inclinar el paso hacia el agua para pedir buena pesca. Otra tradición curiosa es el baile de la Kaxarranca, que realiza una persona sobre un baúl sustentado por ocho marineros.

Por otro lado, la gastronomía de Lequeitio se basa, como no podía ser de otra forma, en los pescados y mariscos que traen sus embarcaciones. No obstante, al igual que sucede en todo el País Vasco, los bares y restaurantes ofrecen numerosas variedades de pintxos. En todo caso, los platos típicos son similares a los de otras poblaciones costeras de la zona.

Bacalao al pil pil

Una fuente con bacalao al pil pil

Por ejemplo, son deliciosos el bacalao al pil pil y las cocochas de merluza. No faltan, asimismo, las elaboraciones del pulpo ni el txangurro, nombre que recibe el centollo en tierras vascas. Pero nos permitimos recomendarte su delicioso marmitako, que, como sabrás, es un guiso que se elabora con bonitos del norte y patatas. Como bebida, no puede faltar el txacolí, un vino blanco con denominación de origen.

En conclusión, te hemos mostrado lo más destacado que puedes ver y hacer en Lequeitio. Tan solo nos resta aconsejarte que, si decides conocer esta villa vasca, también te acerques a la capital de la provincia, Bilbao, una ciudad tan cosmopolita como tradicional. Anímate a hacer este viaje.


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