Montgat

Vista de Montgat

Montgat

Montgat se encuentra en la comarca catalana de El Maresme, que une Barcelona con la Costa Brava. Al igual que esta, posee magníficas playas y también paisajes extraordinarios de montaña a muy pocos kilómetros. Concretamente, los existentes en el Parque Natural del Montnegre y el Corredor, constituido por las dos sierras de estos nombres.

Muy bien comunicado y habitado desde el Neolítico, Montgat cuenta con varios monumentos de interés, especialmente para la historia del ferrocarril, como veremos. Y también con un casco antiguo formado por casas encaladas que conservan su aspecto de viviendas de pescadores. Si te apetece conocer mejor esta preciosa localidad catalana, te invitamos a seguirnos.

Qué ver en Montgat

Montgat se expandió a partir de ese núcleo histórico que acabamos de mencionarte. Y actualmente es una pequeña población de unos doce mil habitantes llena de atractivo y encanto. Vamos a ver sus lugares de interés.

Antiguo barrio de pescadores

Comenzamos nuestro recorrido justamente por el barrio de pescadores, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII. Lo encontrarás tendido sobre la colina de Montgat, al pie de la costa y conformando un bonito paisaje de casas blancas.

Iglesia de San Juan de Montgat

Iglesia de San Juan

Iglesia de San Juan

Ubicada en la zona anterior, su construcción data de principios del siglo XIX, aunque su elemento más destacado es posterior. Se trata de su elevado y esbelto campanario, que cuenta con un reloj de cuatro caras.

Ermita de San Martín

Es la construcción más antigua de Montgat, pues data del siglo XI. Es de estilo románico y en su interior alberga dos obras del artista catalán Doménec Giró.

Patrimonio ferroviario: el túnel de Montgat

Como te decíamos anteriormente, Montgat cuenta con un interesante patrimonio arquitectónico vinculado al ferrocarril. Su elemento más destacado es el túnel construido en 1848 como parte de la línea Barcelona-Mataró, que fue la primera de España.

Por tanto, también fue el primer túnel para el ferrocarril construido en nuestro país. Supuso una gran obra de ingeniería para su época, pues hubo de hacerse con picos y palas (la perforación mecánica empezó a aplicarse en 1861). Su boca norte es una auténtica preciosidad. Concebida como arco triunfal, sobre la entrada tiene dos columnas unidas por un muro almenado, de tal forma que se asemeja a la puerta de un castillo.

Junto al túnel, que todavía está en servicio, pertenece al patrimonio ferroviario la estación de Montgat construida en la misma época. Se trata de un bonito edificio de estilo ecléctico con planta rectangular y con su parte central más elevada que las laterales y coronada por un frontón de corte neoclásico.

El túnel de Montgat

Túnel de Montgat

La torre defensiva de Ca l’Alsina

Fue construida en el siglo XVI dentro de la masía del mismo nombre, que se derruyó hace unos años. Resulta curiosa su planta absidal, es decir, cuadrada por una parte y circular por la otra. Actualmente, es uno de los símbolos de Montgat.

Casa señorial de los marqueses de Montsolís

También llamada Cal Pallejá, es un precioso edificio de corte neoclásico con un amplio frontón en la fachada y la imitación de una terraza en su tejado. Además, en este hay esculturas exentas. Y la casa también cuenta con un precioso jardín privado.

Los miradores

Como sucede a lo largo de toda la costa catalana, Montgat cuenta con varios miradores que te ofrecen maravillosas vistas de la costa mediterránea. El más alto es el de Las Baterías, donde además puedes ver unos cañones construidos en 1898. Junto a este, tienes magníficos miradores en el Turonet y en Les Vilares, que además son dos de los parques públicos de Montgat.

Las playas

La localidad catalana posee varias playas. La más grande es la que se halla en el propio casco urbano, con dos kilómetros de longitud y circundada por un acogedor paseo marítimo. También puedes disfrutar de la Cala de los Surfistas, al sur del espigón y donde puedes practicar esa disciplina deportiva, y la Cala Naiara, que es nudista.

Casa de los marqueses de Montsolís

Cal Pallejá

Qué comer en Montgat

Después de tu recorrido por la villa barcelonesa, querrás reponer fuerzas y también disfrutar de la sabrosa gastronomía de El Maresme. Además de los pescados frescos, la zona cuenta con una rica huerta. Productos cultivados en ella son, entre otros, las patatas de Mataró, los guisantes de San Andrés de Llavaneras y las fresas de la Vallalta.

En cuanto a sus platos típicos, destacan los suquets de pescado; el fricandó, que es ternera con salsa de setas de la zona; Los estofados de verduras o el llamado plato de Mataró, que lleva guisantes, sepia y patatas. Para terminar tu degustación, puedes probar dulces como la coca, los bolillos de chocolate o los vitralls. Y, como acompañamiento, puedes pedir una copa de vino de Alella, que cuenta con denominación de origen.

Cuándo es mejor viajar a la villa catalana

Montgat presenta un clima de tipo mediterráneo templado, con inviernos suaves y veranos calurosos. La temperatura media anual ronda los diecisiete grados centígrados. Por su parte, el otoño y la primavera tienen cierto nivel de pluviosidad.

La mejor época para que viajes a la localidad barcelonesa es, por tanto, el verano si quieres disfrutar de sus preciosas playas. No obstante, si lo que te interesa es una visita de tipo cultural, también el otoño y la primavera son buenos momentos.

La torre de Ca l'Alsina

Torre de Ca l’Alsina

Cómo llegar a Montgat

Ya te decíamos que la villa catalana está muy bien comunicada. Tienes ferrocarril desde Barcelona, con varios trenes al cabo del día que tardan aproximadamente cuarenta minutos en llegar. También hay servicio de autobuses. Varias líneas unen los pueblos de la Costa de El Maresme y estos con la propia Ciudad Condal.

Si prefieres viajar en tu propio coche, desde Barcelona puedes tomar la carretera C-31, mientras que si viajas desde el norte la más directa es la C-32. No obstante, si no tienes prisa, te recomendamos la N-II que transita por toda la costa y te ofrece bonitos paisajes.

En conclusión, Montgat es una preciosa villa de la comarca de El Maresme que ha sabido conservar su aspecto de localidad pesquera y combinarlo con equipamientos turísticos. Te ofrece magníficas playas, buen clima, un interesante patrimonio monumental y una excelente gastronomía. ¿No te apetece conocerla?


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