¿Qué ver en Bilbao y alrededores?

Quizá te preguntas qué ver en Bilbao y alrededores porque estás organizando un viaje a la ciudad vasca. En tal caso, lo primero que debemos señalarte es que ha experimentado una enorme transformación en las últimas décadas con la creación del Museo Guggenheim y la construcción de numerosas infraestructuras.

Pero no por ello Bilbao ha perdido su encanto tradicional. Muy cerca de su parte más moderna todavía puedes encontrar el casco viejo, lleno de encanto y monumentos. Si a todo ello sumas unos alrededores privilegiados, con maravillosos pueblos pesqueros como Bermeo o Lekeitio y joyas naturales como el Parque Natural de Gorbea tienes todo lo necesario para disfrutar de una estancia inolvidable en la ciudad vasca. Pero, para que organices tus visitas, vamos a explicarte en detalle qué ver en Bilbao y alrededores.

¿Qué ver en Bilbao?

Comenzaremos nuestro recorrido por la ciudad en el casco viejo para luego mostrarte otros lugares igualmente interesantes que no debes perderte. No en balde, te estamos hablando de un área metropolitana de más de quinientos kilómetros cuadrados y casi un millón de habitantes.

Casco viejo de Bilbao

También conocido como las Siete Calles, es el auténtico corazón de la villa, con sus tiendas tradicionales y sus numerosos bares y restaurantes que te ofrecen la magnífica gastronomía vasca. Pero, sobre todo, con sus espectaculares monumentos.

Te proponemos que inicies tus visitas en la catedral de Santiago, un edificio gótico de principios del siglo XV, aunque el retablo mayor es renacentista. Asimismo, muy cerca tienes la iglesia de San Antón, de la misma época y estilo y tan popular que incluso aparece en el escudo de Bilbao. Tampoco deberías perderte otros preciosos templos de la ciudad, aunque algunos ya no estén en el casco viejo. Por ejemplo, las iglesias de San Francisco de Asís, San Nicolás, del Sagrado Corazón y de San José de la Montaña.

No obstante, quizá el edificio religioso más famoso de Bilbao sea la Basílica de Nuestra Señora de Begoña, que alberga la imagen de la patrona de Vizcaya. Su construcción data del siglo XVI, aunque se extendió más de cien años. De hecho, el inicial estilo gótico fue reemplazado, a la hora de edificar su portada, por el manierista. Asimismo, fue restaurada a finales del siglo XIX y a esta época pertenece su actual retablo mayor, obra neobarroca de Modesto Echániz.

Por otra parte, también debes visitar en el casco viejo el Museo Vasco, de carácter etnográfico, y el de Arqueología. Pero, si de infraestructuras museísticas te hablamos, hay otras en Bilbao. Es el caso del Museo de Bellas Artes, con un destacado patrimonio pictórico, del Itsasmuseum, dedicado al mundo marítimo y que cuenta con la singular grúa Carola, y, por supuesto, del que vamos a mostrarte a continuación.

Museo Guggenheim

Es uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. De hecho, pese a que fue inaugurado en 1997, con su peculiar forma de barco y su tono plateado ya se ha convertido en uno de sus símbolos. Y es que, diseñado por el arquitecto canadiense Frank Gehry, el Guggenheim es todo un monumento moderno por su aspecto exterior.

En cuanto a los contenidos del museo, alberga principalmente arte contemporáneo. Cuenta con una colección permanente de obras, pero también con exposiciones temporales. Parte de la primera forman las siete colosales esculturas agrupadas bajo el título de La materia del tiempo. Pero, si de grandes esculturas te hablamos, es necesario mencionarte las que puedes ver en el exterior del edificio. Entre estas, la más famosa quizá sea la del perro Puppy, obra de Jeff Koons.

La Casa Consistorial y otras construcciones civiles de Bilbao

Respecto a qué ver en Bilbao y alrededores, antes de desplazarnos a estos últimos, tenemos que recomendarte visitar otros grandes edificios de la ciudad vasca. Es el caso del que alberga el Ayuntamiento, una preciosa construcción de estilo ecléctico, pero inspirada en el de la Tercera República Francesa.

Pero, quizá más espectacular aún sea el palacio Chávarri, ubicado en pleno Ensanche bilbaíno. Fue edificado a finales del siglo XIX en un estilo igualmente ecléctico, pero muy influido por el neoflamenco. De hecho, el proyecto corrió a cargo del arquitecto belga Paul Hankar.

Asimismo, en la Gran Vía encontrarás el Palacio de la Diputación Foral de Vizcaya, también construido a fines del XIX e inscrito en el llamado eclecticismo alfonsino. En este caso, su creador fue Luis Aladrén de Mendivil y en su interior alberga dos murales del pintor vasco José Echenagusia Errazquin.

Más humilde, pero igualmente muy bonito es el Palacio Olávarri. Y, en cuanto a las casas señoriales, no dejes de apreciar las de Ramón de la Sota, también ubicadas en el Ensanche y construidas a principios del siglo XX, que son un magnífico ejemplo de arquitectura neorregionalista. Pero también debes ver las casas Arróspide, Montero, Lezama-Leguizamón y de la Misericordia. Aunque más curioso te resultará el edificio El Tigre, que cuenta con la escultura de un enorme felino en su parte superior.

Por otra parte, Bilbao cuenta con dos espectaculares teatros. El de los Campos Elíseos es una joya del art noveau diseñada por Alfredo Acebal, aunque la decoración de su fachada se debe al francés Jean Baptiste Darroquy. A la misma época (finales del siglo XIX) pertenece el teatro Arriaga, una construcción neobarroca debida a Joaquín de Rucoba. Y, aunque ya no es un teatro sino un casino, también te recomendamos que veas el edificio Coliseo Albia, antigua casa de la ópera de Bilbao.

Los puentes de Bilbao

Igualmente, antes de salir de Bilbao, tenemos que hablarte de sus puentes. Cuenta con varios para atravesar la ría del Nervión, algunos de ellos sorprendentes por su vanguardismo. Pero otros son más antiguos y realmente espectaculares. Entre estos últimos, los del Ayuntamiento, de Deusto o del Arenal.

Pero el que debes visitar ineludiblemente es el puente de Vizcaya, también conocido como puente colgante de Portugalete. Fue inaugurado en 1893 y, desde 2006, es Patrimonio de la Humanidad. Se trata de un puente transbordador. De él cuelgan varias barcas que atraviesan así la ría y que tienen capacidad incluso para vehículos.

Se encuentra casi donde el Nervión se mezcla con el mar Cantábrico y une Portugalete, con sus calles medievales, y Guecho, con sus bonitos palacetes. Pero esto nos lleva a hablarte de qué ver en los alrededores de Bilbao.

¿Qué ver en los alrededores de Bilbao?

Junto a las dos localidades que acabamos de mencionarte, tienes otros muchos pueblos hermosos en los alrededores de Bilbao, casi todos ellos dedicados a la pesca desde muy antiguo. Es el caso del ya citado Bermeo, al que pertenece San Juan de Gaztelugache, del que vamos a hablarte a continuación; de Mundaka, con su preciosa ermita de Santa Catalina, o de Guernica, donde se reunían las Juntas Generales de Vizcaya al pie de su famoso roble. Pero, además, todas estas localidades pertenecen a la joya natural de la que vamos a hablarte.

Reserva de la Biosfera de Urdaibai

Esta maravilla de la naturaleza es una de las cosas que tienes que ver en Bilbao y alrededores. Su eje central es el río Oka, que nace en el monte Oiz y se transforma en ría al llegar, justamente, a Mundaka, donde forma unas espectaculares marismas.

Además, es una zona especial de avistamiento de aves y te ofrece magníficas playas como las de Laga, junto al imponente peñón de Ogoño, o la de Laida, perfecta para que practiques surf. Pero también te ofrece monumentos. Por ejemplo, el espectacular castillo de Arteaga, una construcción neomedieval del siglo XIX edificada por encargo de la emperatriz Eugenia de Montijo.

No obstante, si de este tipo de construcciones te hablamos, quizá sea aún más espectacular el castillo de Butrón, una fortaleza neogótica edificada en el siglo XIX, si bien sus orígenes son medievales, y que se halla cerca de la preciosa villa de Plencia. Asimismo, volviendo a Urdaibai, también te aconsejamos que veas el molino de marea de Ozollo, que se remonta al XVII.

Por otra parte, en Bermeo tienes la imponente Torre Ercilla, de finales del XV, la iglesia gótica de Santa Eufemia y el convento y claustro de San Francisco; en Forua la iglesia de San Martín de Tours; en Rigoitia la de Santa María de Idibaltzaga y en Busturia la Torre Madariaga, construida a principios del siglo XV. Todo ello sin olvidar el Bosque Animado de Oma, cuyos árboles están coloreados por Agustín de Ibarrola y las cuevas de Santimamiñe, con sus pinturas rupestres.

San Juan de Gaztelugache

Como te decíamos antes, vamos a hablarte entre lo que ver en Bilbao y alrededores de esta otra maravilla del paisaje vasco que se halla entre Bermeo y Laika. Envuelto en un ambiente mitológico de piratas y aquelarres, San Juan de Gaztelugache es un peñón que se une a la costa mediante un puente de piedra y 241 escalones.

Sobre él tienes una preciosa ermita en la que podrás colocar tu pie en la huella que allí dejó, según la leyenda, San Juan Bautista. Pero no es la única historia legendaria del lugar. Se dice que, para tener buena suerte, debes hacer sonar las campanas del templo tres veces.

En conclusión, te hemos mostrado algunas de las cosas que ver en Bilbao y alrededores. Pero, inevitablemente, se nos han quedado algunos lugares en el tintero. Por ejemplo, el pueblo pequero de Lequeitio, uno de los más bonitos de la costa vasca. O el Parque Natural del Gorbea, donde está el impresionante Hayedo de Otzarreta. Con todo esto, ¿no te parece que Vizcaya merece tu visita?