Timisoara, con encanto rumano

Europa del Este es un encanto de destino. Siglos de historia y sistemas políticos han dejado su huella y hay ciudades que son increíblemente bellas. Por ejemplo, Timisoara, en Rumanía.

Timosara es la tercera ciudad más grande del país y un centro importante en el oeste de Rumanía. Veremos hoy porque se la conoce como la Pequeña Viena o la Ciudad de las flores...

Timisoara

El nombre deriva del húngaro y los primeros asentamientos se remontan en el tiempo, incluso a los romanos. Después se desarrolla en la Edad Media, en torno a una fortaleza construida por Carlos I de Hungría, y supo ser en tiempos de la guerra entre cristianos y los turcos otomanos, una ciudad frontera. Por ende, sufrió varios sitios y ataques hasta que quedó por mas de siglo y medio en manos otomanas.

Timisoara fue reconquistada por el príncipe Eugenio de Saboya en 1716 y quedó en manos de los Habsurgo hasta comienzos del siglo XX. Después de la Primera Guerra Mundial Hungría cedió la ciudad a Rumanía, y durante la Segunda Guerra Mundial sufrió muchos daños. Finalmente, quedó bajo la órbita soviética, creció su población y fue industrializada.

La ciudad está en la planicie de Banat, cerca de la separación de los ríos Timis y Bega. Aquí hay un pantano y la ciudad fue durante mucho tiempo el único punto por donde podía cruzarse esa zona.

De hecho, también servía como defensa aunque la cercanía de tanta humedad le trajo muchas pestes. En el siglo XVIII, de la mano de obras públicas, la ciudad pasó a estar sobre el canal Bega y no sobre el río Timis, entonces mejoró todo.

Tradicionalmente ha sido una ciudad dedicada a la manufactura, la educación, el turismo y el comercio. Hoy en día tiene un sistema de transporte con siete líneas de tranvías, ocho de trolebuses y poco mas de una veintena de líneas de autobuses. También hay bicicletas públicas con 25 estaciones y 300 bicis que se pueden usar gratuitamente, tanto por locales como por turistas, y hay un vaporetto que navega el canal. También público.

Turismo en Timisoara

La ciudad no tiene tantos museos como otras ciudades europeas, pero si no eres bicho cultural tal vez te guste la idea de no tener la obligación de visitar museos y galerías todo el día. Entonces, Timisoara nos ofrece un puñado de museos interesantes:

  • el Museo Timisoara de Arte está en la Plaza Unirii y es un edificio del siglo XVIII. Hay arte local, contemporáneo, decorativo, dibujos y tallados y arte europeo en general y suele haber exhibiciones y eventos. La entrada cuesta 10 RON y abre de martes a domingo de 10 am a 6 pm.
  • el Museo Nacional de Banat es representativo de la región. Funciona en el Castillo Huniade, en el centro de la ciudad, en el edificio mas antiguo de la misma. Hay varios departamentos: arqueología, historia, ciencias naturales y también el Museo Traian Vuia, dedicado al inventor rumano del mismo nombre, pionero de la aviación.
  • el Museo de la Aldea está a las afueras de Timisoara, en una zona muy verde y refleja bien lo que es una aldea de verdad. Tiene varios edificios, una iglesia y un molino, todo tradicional y con estilos de distintas épocas y regiones en Banat. Es un bonito paseo y está cerca del zoológico así que puedes visitar ambos lugares. Llegas en autobús y la entrada cuesta 5 RON. Tiene horario de verano y de invierno.
  • el Museo del Consumidor comunista no es tradicional. Es un museo algo raro que refleja precisamente la era comunista de la ciudad. Funciona en el sótano del bar Scart, en una casa vieja con un gran jardín. Es un sitio amigable decorado con gracia. La colección del museo tiene de todo y se formó con donaciones de amigos y visitantes. Todo relacionado a la época comunista. Lo encuentras en la calle Szekely Laszlo 1 Arh.
  • el Memorial de la Revolución recuerda el año de 1989 cuando la Unión Soviética se desintegra. La revolución en Rumanía comenzó aquí en Timisoara y es una marca en la ciudad. Se supone que este sitio es temporario y que en algún momento habrá un museo al respecto. El memorial está sobre la calle Popa Sapca, 3-4 y la entrada cuesta 10 RON. Abre de lunes a viernes, de 8 am a 4 pm y los sábados de 9 am a 2 pm.

Como ves, hay pocos museos así que hay mucho tiempo para hacer otro tipo de visitas. Timisoara es una gran ciudad con una historia que por lo menos data del siglo XIV, así que ya caminar por sus calles es un encanto.

Por eso, en una primera visita no debes perderte en particular ciertos puntos. A saber, la Plaza Unión, que es la más antigua de la ciudad. Su nombre se remonta a 1919, tras la Primera Guerra Mundial, ya que aquí se reagruparon las tropas rumanas después de entrar a la ciudad.

Tiene un aire barroco y los edificios que la rodean son la Iglesia Serbia Ortodoxa, la Iglesia Católica Romana, la Casa Brück y el Palacio Barroco. Todos muy bonitos. También hay cafeterías, así que en verano es muy entretenido sentarse y ver la gente pasar. Otra plaza interesante es la Plaza Victoria, conocida también como la Plaza Ópera. El nombre nuevo es pos caída del comunismo.

La plaza está flanqueada de dos edificios emblemáticos: la Catedral Ortodoxa del lado sur y el Teatro Nacional del lado norte. Fue construida en el siglo XX para reemplazar la vieja ciudadela medieval, así que tiene un aire Art-Noveau y está pensada para pasear, con tiendas, cafeterías y terrazas. Si vas en navidad, está el mercadillo navideño.

Otro gran paseo es caminar por la vera del río Bega. O hacer el recorrido en bicicleta. Es genial un día soleado y puedes ir de punta a punta de la ciudad, cruzando sus parques principales. En verano hay muchas terrazas donde puedes disfrutar de una cerveza fría y cuando cae el sol también es un sitio muy popular.

Finalmente, a mí me encanta volar sobre las ciudades y aquí puedes hacerlo en aeroplano. El vuelo es de media hora y cuesta alrededor de 75 euros. Y si cuando cae el sol te entran ganas de salir y ver gente, por suerte la ciudad tiene una activa vida nocturna. Un sitio hiper famoso es D’arc, en la Plaza Unirii. Buena música, precios medianos, popular entre extranjeros y expatriados. Por suerte abre tarde, de 11 pm a 5 am.

Otro lugar nocturno es Reflektor, que abrió en 2017, sala de conciertos. 80’s Pub es uno de los tantos pubs en Timisoara donde puedes además de beber, bailar. No está en el centro, pero si eres de los ’80 vale la pena acercarse al campus de la universidad. Taine y Escape  son otros lugares para bailar y divertirse.

¿Te gustó Timisoara? Es un destino accesible (una cerveza cuesta alrededor de 1, 25 euros, un almuerzo 10), está cerca a solo tres horas de Budapest y de Belgrado y a cinco de Viena.

Es una ciudad que ama la cultura, los festivales de cine y de teatro, tiene buena gastronomía y la gente es simpática y multicultural. Su arquitectura es bonita, tiene historia, tiene vida nocturna, la gente habla en su gran mayoría inglés y como dato histórico, Timisoara fue la primera ciudad en liberarse tras la caída de comunismo.


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