Visita Ginebra en tres días

Ginebra, en Suiza

Visita Ginebra en tres días, ¿es posible? Por supuesto. Detrás de Zürich esta es la ciudad más populosa de Suiza y también lo es de la parte suiza que habla francés. Es una ciudad hermosa, cultural por donde la mires, y si vas de visita a Suiza no puedes dejar de recorrrerla.

¿Tres días bastan? Sí, para una primera visita está más que bien. Conozcamos hoy, Ginebra.

Ginebra

Ginebra, que ver en tres días

Es una ciudad que está ubicada al sudoeste del país, donde desemboca el río Rhône en el Lago Ginebra. Es la capital de la república y del cantón de Ginebra y en el mundo diplomático internacional es el centro de todo.

Ginebra es lo que se llama hoy día una ciudad global, un centro financiero, el centro de la diplomacia internacional y los cuarteles generales de muchas instituciones y agencias como la Cruz Roja o las Naciones Unidas.

Parece que el nombre Ginebra se desprende de una palabra celta que significa «boca», en clara referencia a la idea de estuario. Hace siglos fue una localidad fronteriza y fortificada porque vivía a la sombra de la tribu helvética.

Después llegaron los romanos, allá por el año 121 a.C, y se convirtió a la fe cristiana también bajo este imperio, pero en sus últimos días.  Siglos después la ciudad vería el surgimiento de Juan Calvino, el reformador protestante.

Qué ver en Ginebra: día 1

Ginebra, casco viejo

Lo primero es lo primero: hay que conocer el centro histórico y observar las tradiciones locales. Para eso conviene hacerse con el Geneva Pass, el pase turístico que te abre puertas a precios reducidos de 40 atracciones, incluyendo museos, cruceros y guías.

El Casco Viejo, como suele suceder en cualquier ciudad europea, es encantador si se ha conservado bien. No es un sitio grande ni tan consistente como otros centros históricos europeos, pero la verdad es que la Vieja Ginebra es un pequeño encanto, con sus callecitas adoquinadas y sus viejos edificios.

Ginebra, casco antiguo

Podemos conocer el L’horloge Fleurie, un hermoso reloj floral en el Jardín Inglés que se sitúa en el parque que está frente al lago, o caminar por la Rue du Rhône, con tiendas de lujo pero bonitas para hacer window-shop.

Catedral de Ginebra

Otra parada interesante es la Catedral de St. Pierre, también conocida como la Catedral de San Pedro, ubicada sobre una suave colina en el corazón del casco antiguo. Esta iglesia tiene una fachada neoclásica que data del siglo XVIII, aunque la mayor parte del edifico se construyó en el siglo XII en estilo gótico.

Y todo alrededor te recordará la figura de Juan Calvino. De hecho, dentro está la silla que le pertenecía y en la que atendió desde 1541 hasta su muerte en 1564. Y en la cripta puedes ver también los restos de una vieja basílica o incluso subir a sus torres y contemplar la ciudad.

Maison Tavel

A pocos metros de la catedral está la Maison Tavel, una residencia histórica que ahora forma parte del Museo de Arte y de Historia de Ginebra. Tras el incendio de 1334 la casa se reconstruyó en el siglo XIV, y al día de hoy es la casa privada más antigua de toda la ciudad. Puedes visitarla en un tour y disfrutar de una colección que repasa la historia de la ciudad a través del tiempo.

El corazón del casco antiguo es el Place du Bourg-de-Four, la plaza más antigua de Ginebra y es el sitio dónde antiguamente se armaba el mercado romano. A su alrededor hay casas, hoy convertidas en coquetos cafés y restaurantes.

Muro de la Reforma

Por fin, el Muro de la Reforma es super popular. Está sobre el extremo sudoeste del casco antiguo de Ginebra, en el Parc des Bastions. Pareciera un memorial de guerra, sin muchas referencias religiosas, pero no es así: se trata de un gran monumento de piedra que está dedicado a la Reforma Protestante y que nos muestra las figuras más importantes de su desarrollo, por ejemplo Juan Calvino, aunque hay otras.

Museo Patek Philippe, en Ginebra

Por último, en este primer día en Ginebra puedes visitar alguno de sus museos, ya que tiene varios. Hablamos antes del Museo de Arte e Historia, centrado más que nada en el arte suizo pero también con obras de Cèzanne o Rembrandt, una colección de arqueología con momias de Egipto y más antigüedades. En el casco antiguo también está el Museo barbier-Mueller, el Museo Internacional de la Reforma, MAMCO, dedicado al arte contemporáneo o el Museo Patek Philippe, con cinco siglos de relojería.

Fuente Jet d'Eau, en Ginebra

El Jet d’ Eau es una fuente poderosa que el tiempo ha convertido en un icono de la ciudad: el chorro se dispara hasta alcanzar 140 metros de alto y el mejor sitio para contemplar esta maravilla es la Promenade du Lac, todo a lo largo del lado sur del pago. Y si quieres verlo de más cerca puedes coger un bote taxi Moutte desde la otra orilla.

Qué ver en Ginebra: día 2

Monumento Brunswick, en Ginebra

Del otro lado del río Rhône y siguiendo el trazado de la costa del lago por el norte se llega al Monumento de Brunswick. Es un mausoleo de estilo gótico, réplica de la tumba de la familia Scaliger en Verona. Fue construido por el duque de Brunswick y a su muerte su fortuna fue entregada a la ciudad con la condición de que él tuviera un gran funeral y un monumento a su nombre. Bastante vanidoso…

Palacio de las Naciones. en Ginebra

El Palacio de las Naciones es donde están las oficinas centrales de las Naciones Unidas y puedes conocer algunas de sus oficnas, cámaras y salones. Puedes apuntarte a la visita guiada con tiempo, y en general inlcuyen un paseo por el casco atiguo de la ciudad.

Por fuera del Palacio de las Naciones se ve la Silla Rota, con tres patas. Se trata de una enorme obra de arte moderno que simboliza la protesta contra el uso de minas terrestres y bombas. El Quartier des Grottes está en el centro de la ciudad, cerca de la estación Geneva Cornavin.

Monumento de la Silla Rota

Es un barrio popular que supo tener fama de dificil, de rudo, allá en los años ’60, pero que ha tenido transformaciones desde entonces. Hoy es un sitio ideal para dar un paseo, sus edificios son de los años ’80, coloridos y modernos, y hay quienes lo comparan con Barcelona. El corazón del barrio se llama Les Schtroumpfs, los Pitufos, por sus poco convencionales edificios.

Quartier des Grottes

El laboratorio europeo de investigacines nucleares, el famoso CERN, también está en Ginebra. Aquí está el colisionador de partículas, el más grande y más poderoso acelarador de partículas del mundo. Puedes ir y conocerlo, hacer la visita guiada  y conocer el museo. Obvio, no puedes ver el aparato en sí, pero al menos podrás estar cerca.

CERN

El barrio de Carouge está al sur del centro de la ciudad. Alguna vez fue un pueblo separado de Ginebra de claras influencias italianas. De hecho, parece un pueblito mediterráneo. Es muy bonito para explorar, con sus librerías, cafeterías y tiendas de antiguedades. Digamos que tiene aires bohemios.

Monte Saleve

Mont Salève tiene grandes vistas de Ginebra. Es una montaña de 1100 metros de altitud y la verdad es que es un muy buen sitio para terminar el segundo día, pues las vistas son geniales: los Alpes, Ginebra y el lago. Se toma un teleférico, cinco minutos de gloria.

Qué ver en Ginebra: día 3

Lausanne

Tal vez este tercer día es conveniente para salir un poco de la ciudad y hacer day trips. La ciudad de Lausanne está también sobre la costa del Lago Ginebra. Su casco antiguo es muy bonito y puedes conocer la Catedral de Lausanne, el Palais de Rumine, el Place d ela Palud, la Escaliers du Marché, el Musèe de l’Èlysèe y el Museo Olímpico.

Montreux

La Riviera Suiza es otro destino posible en el tercer día de Ginebra, sobre la orilla del lago. Puedes conocer Montreux, el pueblo más grande por aquí, con su iconico malecón y el hermosísimo Castillo Chillon. También está Vevey, con sus hoteles de la Belle Èpoque y las terrazas tachonadas de viñedos de Lavaux.

Y si cruzas a Francia tienes a mano Annecy, con sus pintorescos canales y su casco antiguo, la llamada «Venecia de los Alpes».


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