Ciudades de Italia

Plaza Navona

Plaza Navona de Roma

Las ciudades de Italia concitan todo lo que el viajero puede desear. Cuna de la civilización occidental junto a Grecia y creadora del sustrato latino que ha dado lugar a las lenguas romances, Italia fue además la iniciadora del Renacimiento y la patria de algunos de los más grandes genios de la Humanidad.

De hecho, sus localidades poseen tantos monumentos y maravillas que, si tratas de verlos todos, corres el riesgo de padecer el Síndrome de Stendhal, nombre que recibe el peculiar estado en que se sume el viajero después de presenciar tan ingente cantidad de obras de arte. No obstante, te invitamos a recorrer con nosotros las más bellas ciudades de Italia comenzando por su capital.

Roma, eterna entre las ciudades de Italia

Explicarte todo lo que puedes ver en Roma en pocas líneas es como incluir todo el Quijote en un cuaderno escolar. Comenzando por su pasado latino, tienes el Coliseo, que mandó construir el Emperador Vespasiano y que tenía cabida para 50 000 personas. O el Foro Romano, que fue el centro neurálgico de la capital del Imperio y donde encontrarás monumentos como los arcos de Tito y de Severo Séptimo, el templo de Antonino y Faustina o la Curia, donde se reunían los senadores.

Espacios urbanos maravillosos de la ciudad son la plaza Navona con sus numerosas fuentes. Y, si de estas hablamos, naturalmente, está la Fontana di Trevi, uno de los símbolos de Roma. Su forma actual data del siglo XVIII. No puedes olvidar tampoco el Trastevere, barrio de calles empedradas y con numerosas tiendas y restaurantes típicos.

Foto del Coliseo de Roma

Coliseo de Roma

En cuanto a los palacios de Roma, son de visita imprescindible Villa Borghese, que alberga uno de los museos de arte más importantes del mundo; el Palazzo Máximo, donde podrás ver los frescos romanos mejor conservados; el Palacio Altemps, repleto de esculturas griegas y romanas; el Palacio Venecia, también lleno de arte, o el Palacio Barberini, una impresionante construcción de estilo barroco.

Finalmente, te hablaremos de las iglesias, comenzando por la Basílica de San Juan de Letrán, construida en el siglo IV por orden de Constantino el Grande y que fue la primera católica que hubo en Roma. Y siguiendo por las de San Pablo Extramuros, Santa María la Mayor o la de San Clemente. Pero además Roma tiene en su seno un estado independiente que te ofrece tantas maravillas como la Ciudad Eterna o incluso más: el Vaticano.

Ciudad del Vaticano, maravilla de la Cristiandad

Con sus espectaculares dimensiones, la plaza de San Pedro es el centro neurálgico del pequeño estado católico. Enteramente diseñada por Bernini, destaca en ella su parte central, con sus imponentes columnas sobre las cuales descansan estatuas de santos.

En uno de sus lados se halla la Basílica de San Pedro, debida a genios como Bramante, Miguel Ángel y Maderno. Es un templo impresionante en el que destaca la cúpula, que alcanza los 136 metros de altura. Pero más imponente aún es la Capilla Sixtina, que se halla en el Palacio Apostólico y cuyas pinturas se deben a genios como el propio Miguel Ángel, Botticelli, Ghirlandaio o Perugino.

Para completar tu visita al Vaticano, puedes ver alguno de sus museos, a cual más valioso. Entre estos, la Pinacoteca, el Museo Egipcio, el Etnológico Misionero, la Galería de los Candelabros o el Museo Etrusco. Sin duda, el Vaticano es una visita imprescindible entre las ciudades de Italia.

Foto de Ciudad del Vaticano

Ciudad del Vaticano

Milán, una capital económica llena de monumentos

Te llevamos ahora hasta el norte para visitar Milán, otra maravilla de las muchas que te ofrece Italia. Fundada por los celtas y llamada Mediolanum por los latinos, en ella destaca el Duomo o Catedral, una obra maestra del gótico cuya fachada se terminó en el siglo XIX por orden de Napoleón Bonaparte.

Por su parte, el Castillo Sforzesco es único en el mundo por su imponente fachada exterior y su Torre del Reloj. Pero también por la enorme cantidad de museos que alberga. Entre ellos, una pinacoteca extraordinaria y el Museo de Arte Antiguo, que cuenta con joyas como el ‘Códice Trivulziano’ de Leonardo da Vinci.

Finalmente, el podio de grandes monumentos en la ciudad se completa con la Galería Vittorio Emanuele II, con sus inmensas bóvedas de vidrio y sus clásicos cafés. No obstante, si tienes tiempo, Milán tiene mucho más que ofrecerte. Por ejemplo, el Teatro de La Scala, la Basílica de San Ambrosio o el Parque Sempione.

Foto de la Galería Vittorio Emanuele II

Galería Vittorio Emanuele II

Venecia, la ciudad de los canales

Al este de la anterior, tienes otra de las preciosas ciudades de Italia: Venecia, capital del Véneto. Muy famosa es su Plaza San Marcos, presidida por la Basílica del mismo nombre, una obra maestra de la arquitectura bizantina en la región y con su campanile exento.

Sin salir de la plaza, tienes el Palacio Ducal, imponente muestra del gótico veneciano, aunque no menos hermoso es su patio renacentista. Junto a este, otros magníficos palacios de la ciudad son el Ca d’Or, el Palazzo Dolfin Manin o el Contarini del Bovolo, popular por tener una curiosa escalera helicoidal en su exterior.

Además, no puedes irte de Venecia sin probar sus conocidas góndolas. Recorrer los canales a bordo de ellas es una experiencia maravillosa, aunque nada barata.

Foto de Venecia

Venecia

Florencia, capital de la Toscana

Capital de la preciosa región de Toscana, Florencia es realmente impresionante. Su centro histórico es Patrimonio de la Humanidad desde 1982 y está plagado de construcciones medievales y renacentistas. Destaca por encima de las demás la Catedral de Santa María del Fiore, con su fachada en mármol y su enorme cúpula, obra de Brunelleschi.

También debes ver el Palacio Viejo, en la popular plaza de la Signoria. Fue edificado a principios del siglo XIV y rememora una fortificación medieval. Muy cerca de este se halla el famoso Ponte Vecchio, uno de los muchos con que cuenta Florencia. Fue construido igualmente en el siglo XIV y es llamativo porque sobre él hay casas habitadas.

Finalmente, no puedes abandonar la ciudad toscana sin visitar la Galería de los Uffizi, ubicada en un palacio diseñado por Giorgio Vasari y que alberga una de las colecciones de arte más destacadas del mundo. Y, si de museos te hablamos, también es muy recomendable ver la Galería de la Academia de Florencia, donde se halla el David de Miguel Ángel.

Duomo de Florencia

Catedral de Santa María del Fiore (Florencia)

Gastronomía de Italia

El país transalpino cuenta con una de las cocinas más ricas del mundo. Todas las ciudades de Italia tienen platos típicos que ofrecerte, más alla de la pasta y las pizzas. En Roma son famosos platos como la coda alla vacinara, cola de buey estofada con verduras, o los carciofi alla giudia, unas alcachofas fritas.

Más sabrosa aún es la cocina milanesa. En esta es típica la polenta, un puré de maíz aderezado con setas o embutidos; el ossobuco, carne estofada que suele acompañarse con un risotto, o la cotoletta alla milanesa, chuleta de ternera empanada. También debes probar postres como el famoso tiramisú o la crema brulée.

Por su parte, en Venecia puedes pedir frutos de mar rebozados, que lleva sardinas, calamares, gambas y vieiras enharinados y fritos; hígado de ternera a la veneciana, frito con cebolla y mantequilla y que se acompaña de polenta, o arroz con panceta.

Finalmente, en Florencia son típicos el stracotto, un delicioso estofado de ternera; el lampredotto, callos que se sirven incluso en bocadillo; la papa al pomodoro, una sopa que lleva tomate, ajo, aceite de oliva, albahaca y pan duro, o la bistecca alla fiorentina, un chuletón de ternera a la parrilla.

En conclusión, todas estas ciudades de Italia te maravillarán. Probablemente son las más recomendables para que las visites. Pero, si tienes tiempo, puedes viajar a otras muchas. Por ejemplo, a Verona, toda ella considerada Patrimonio de la Humanidad; a Pisa, con su famosa torre inclinada; a Turín, cuna de la Unificación Italiana, o a Nápoles, cerca de la cual están las ruinas de Pompeya y Herculano. Sin olvidarte de Padua, Módena, Mantua, Bérgamo u otras menos conocidas como Bolzano, Ferrara o Rávena.


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