Comidas típicas de España

Paella

Las comidas típicas de España son famosas en todo el mundo. Más aún, te diremos que la gastronomía de nuestro país tiene consideración internacional. De hecho, como sabrás, muchos cocineros españoles gozan de un prestigio que nada tiene que envidiar al de los franceses. Y eso que Francia fue la cuna de la alta cocina.

Sin embargo, la comida típica española hunde sus raíces en la tradición y se debe, en buena medida, a necesidades nutritivas. Nuestros ancestros precisaban comer platos contundentes para reponer fuerzas tras las duras jornadas de trabajo en el campo. Como resultado, surgió una gastronomía tan calórica como sabrosa cuyos platos se han convertido en auténticos símbolos que configuran las comidas típicas de España. Vamos a mostrarte algunos de ellos.

La tortilla de patatas, emblema de las comidas típicas de España

Tortilla de patata

La tortilla de patatas

Probablemente, este plato tan sencillo como delicioso sea el más conocido a nivel internacional de nuestra gastronomía. Pero sus orígenes no están claros. Gracias a las crónicas de Indias, sabemos que tanto los conquistadores como los nativos ya consumían la tortilla de huevo.

Por su parte, la patata es un tubérculo de América del Sur que los hispanos conocieron gracias a los incas. Pero la primera mención explícita a este plato es de 1817. Se trata de un documento dirigido a las Cortes de Navarra en el que se dice que los campesinos lo consumen. Por otra parte, una leyenda dice que la tortilla de patata fue inventada por el general carlista Zumalacárregui para saciar el hambre de sus tropas, que sitiaban Bilbao.

Como quiera que sea, esta clase de tortilla se prepara en toda España y resulta deliciosa para naturales y extranjeros. Como su propio nombre indica, lleva huevos, patatas y, adicionalmente cebolla. Asimismo, de ella proceden otras variantes como la tortilla paisana, que incluye chorizo, pimiento rojo y guisantes.

La paella

La paella

Un plato de paella

Seguramente sea este plato el más popular, como comida típica de España, en el extranjero. De hecho, se le considera el más internacional de nuestra gastronomía. Es originario de la zona levantina, tierra donde se cultiva abundantemente el arroz. Los orígenes de esta receta son aún más antiguos que los de la tortilla de patata, pues se creen ligados a la llegada, justamente, del arroz a la Península Ibérica en el siglo VIII con los árabes.

En todo caso, el conocimiento de la paella ya está ampliamente documentado en el XVI, aunque entonces se le denominaba arroz valenciano. Incluso ya era popular, porque también en aquella época se replicaba en otras regiones con variantes. Precisamente es uno de los platos que cuenta con más reelaboraciones. No hace falta que te mencionemos la paella de marisco, de pollo o de carne, por poner solo tres ejemplos.

Sin embargo, debes saber que la paella valenciana, que es la original, no lleva ninguno de estos productos. Su receta es más sencilla y con mayor número de ingredientes vegetales. En total, se elabora con nueve básicos: arroz, conejo, pollo, judía verde, tomate, aceite de oliva, azafrán, sal y agua. No obstante, también se admiten otros como ajo, pimentón, alcachofa, romero e incluso caracoles.

La fabada asturiana

Fabada asturiana

La fabada asturiana, una de las comidas típicas de España

También este plato norteño es mundialmente conocido. Como te decíamos antes, su receta se debe, precisamente, a las necesidades calóricas de los asturianos antiguos, habituados a las bajas temperaturas y a las duras labores agrícolas.

Aunque el consumo de habas («fabas») en Asturias se remonta al siglo XVI, la fabada nació, según algunos estudiosos, en el XVIII, si bien no existen pruebas documentales. La primera mención escrita se encuentra en el periódico gijonés El Comercio en 1884. Por ello, otros gastrónomos piensan que el plato nació a fines del XIX.

En cualquier caso, se trata de la receta más contundente de cuantas hemos visto hasta ahora. Porque no solo lleva habas, pimentón, ajo, cebolla y agua, sino también el popular compango. Este, que se cuece con las propias habas, se compone de chorizo, morcilla, lacón y tocino en abundancia.

Como curiosidad, te mencionaremos que la sabiduría popular dice que la fabada sabe mejor al día siguiente. Quiere decir esto que, si se deja reposar veinticuatro horas, el plato será aún más sabroso. Y también esta receta ha alcanzado fama internacional y ha sido reproducida en buena parte del mundo. Por ejemplo, en México son similares los patoles y en Brasil la feijoada.

El gazpacho, otro símbolo de las comidas típicas de España

Un gazpacho

El gazpacho, otro símbolo entre las comidas típicas de España

Es otro de los platos internacionales de la cocina española. En su caso, procede de Andalucía, a donde llegó, probablemente, con los musulmanes. De hecho, se sabe que ya era consumido en Al-Andalus en el siglo VIII. Sin embargo, la receta no era igual que la de ahora. Ten en cuenta que uno de los principales ingredientes actuales es el tomate. Y este llegó desde América tras la conquista.

Junto a él, componen esta deliciosa sopa fría el pimiento, el ajo, el pan, el aceite de oliva, el vinagre, la sal y el agua. Pero también se le añaden pepinos y cebollas. Por otra parte, también este plato guarda relación con la peculiar idiosincrasia de la zona. No tiene que ver con el trabajo de sus habitantes, pero sí con el calor intenso que se da en Andalucía en verano. Para combatirlo, se creó esta receta de sopa fría y refrescante.

Como los platos anteriores, también el gazpacho se ha extendido por medio mundo. No solo se elaboran variantes en otras muchas regiones de España como Castilla La Mancha, Extremadura e incluso Aragón, sino también en otros países. Por ejemplo, en México se prepara el gazpacho moreliano, que se prepara con frutas típicas de la zona de Morelia, ciudad del estado de Michoacán.

El bacalao al pil pil

Un bacalao al pil pil

El bacalao al pil pil

Durante siglos, el bacalao fue el único pescado que se consumía en zonas del interior de España. El motivo era que, en un tiempo sin frigoríficos, se conservaba muy bien en salazón y podía transportarse a zonas lejanas de la costa.

Sin embargo, esta receta es típica de la cocina vasca, desde la que se ha extendido a toda España y a medio mundo. De hecho, entre la comida típica de España elaborada con pescado, es la más popular y también la receta más conocida de la exquisita gastronomía de Euskadi.

En su caso, el origen es bien conocido. En 1835, un comerciante bilbaíno llamado Simón Gurtubay hizo un pedido de cien o ciento veinte bacalaos de primera calidad. Sin embargo, le enviaron nada menos que un millón de piezas. No podía devolverlas, así que, o bien se arruinaba, o bien agudizaba el ingenio. Para dar salida al producto, ideó una receta sencilla y sabrosa que sería el bacalao al pil pil. Tuvo tanto éxito que Gurtubay se hizo rico.

También como curiosidad, te diremos que el nombre de este plato es onomatopéyico. Pil pil reproduce el borboteo que suena cuando el aceite de oliva se liga con la gelatina del pescado. Junto a estos dos ingredientes, la receta lleva ajo, pimientos y guindillas.

Asimismo, esta tradicional receta de bacalao se cocinaba en una cazuela de barro que también se usaba para servirlo, justamente, con la salsa borboteando.

El cocido madrileño

Cocido madrileño

Un cocido madrileño

Quizá no sea tan popular en el extranjero como los anteriores, pero no hay turista que se vaya de Madrid sin probarlo y, sin duda, figura por derecho entre las comidas típicas de España. Su ingrediente principal son los garbanzos, que, probablemente, ya fueron introducidos en la Península Ibérica por los cartagineses.

Sin embargo, su utilización para cocidos es posterior. Se menciona como el primero de ellos la adafina sefardí, que acompañaba los garbanzos con carne de cordero. Pero el antecedente histórico del cocido madrileño, según los expertos, podría ser la olla podrida manchega. Este plato, que ya se cocinaba en la Edad Media, incluía legumbres (en este caso, alubia roja) y distintas carnes.

En cambio, el cocido madrileño se compone de garbanzos, verduras que se elaboran aparte y un añadido de carnes. Entre estas, chorizo, morcilla y tocino de cerdo, partes de la gallina y morcillo de ternera. No obstante, en sus orígenes, el cocido madrileño era un plato popular y, en consecuencia, más humilde.

Sería en el siglo XIX cuando el plato comenzó a aparecer en los menús de los restaurantes madrileños. Concretamente, ya por entonces lo ofrecía el lujoso restaurante Lhardy de la capital. Así, las clases altas se familiarizaron con este delicioso plato que hoy es el símbolo culinario de Madrid.

Además, tenemos que decirte que, curiosamente, el cocido madrileño es uno de los platos que se ha desgajado en dos o incluso en tres, si se comen las carnes aparte. Ya en el siglo XX comenzó a extraerse el caldo de la cocción en el llamado «primer vuelco» y a prepararse una sopa con él que se consume antes del propio cocido.

La tarta de Santiago

La tarta de Santiago

Tarta de Santiago

No podía faltar el dulce en esta presentación de comida típica de España que te estamos haciendo. Podríamos hablarte de las casadiellas asturianas, de los pestiños de Andalucía y Extremadura, del turrón levantino o de los sobaos cántabros. Pero hemos elegido hacerlo de la tarta de Santiago, originaria de Galicia.

Aunque ya en el siglo XVI se habla de una torta real con ingredientes parecidos, las primeras recetas escritas de este dulce son del XIX. Asimismo, la grabación de la Cruz de Santiago en su superficie es aún más reciente. Fue idea de la compostelana Casa Mora en 1924.

El ingrediente principal de la tarta de Santiago son las almendras. Y, junto a ellas, azúcar, huevos, canela y piel de limón o naranja. Con esta simple receta, se elabora uno de los dulces más sabrosos del mundo.

En conclusión, te hemos presentado algunos de los platos más representativos de las comidas típicas de España. Pero, inevitablemente, nos hemos dejado en el tintero otros como las migas en sus distintas variedades regionales, la escalibada de Cataluña, el lechazo castellano y aragonés (llamado ternasco), el salmorejo o la merluza en salsa verde. Mención aparte merece el jamón, pero este no es una receta sino un producto. ¿No se te han despertado las ganas de saborearlos?


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*