Pan de muertos

Pan de muertos

El pan de muertos es una tradición mexicana que tiene varios cientos de años. Se trata de un delicioso manjar que se elabora en las fechas cercanas al Día de Muertos, equivalente a nuestro día de Difuntos, por tanto, al uno de noviembre.

No es la única que llevan a cabo en México. El país azteca tiene toda una cultura asociada a esa fecha que incluye numerosos rituales. No en balde, esa jornada ha sido declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. A continuación, vamos a mostrarte todo lo relacionado con el pan de muertos. Quizá después te apetezca elaborarlo.

Orígenes del pan de muertos

Un gran pan de muertos

Pan de muertos grande en un altar

Como te decíamos, ese manjar dulce tiene varios siglos de historia a sus espaldas. Antes de la llegada de los españoles a América, los nativos de la zona de México elaboraban una suerte de pan denominado papalotlaxcalli, que podríamos traducir como «pan de mariposa». Sus principales ingredientes eran el amaranto y el maíz seco y tenía forma redondeada y plana.

Se incluía en un ritual que rendía tributo al dios Huitzilopochtli, principal deidad para los mexicas, y era compartido por toda la comunidad. Con la llegada de los europeos, también lo hizo su repostería. Así, ese pan fue enriqueciéndose con otros ingredientes para dar lugar al que conocemos hoy. No obstante, con el paso del tiempo, han ido apareciendo distintas variedades según las diferentes zonas del país. Pero podríamos decir que hay una receta canónica de la que proceden todas estas reelaboraciones. Te la explicamos.

Cómo se elabora el pan de muertos

Pan de muertos de Hidalgo

Pan de muertos y rosquillas de Hidalgo

Los ingredientes básicos de este dulce son harina de trigo, huevo, leche, levadura, sal, azúcar y mantequilla. Además, se aromatiza con agua de azahar, anís y ralladura de naranja. Incluso, a veces, para darle un toque más exótico, se le añade flor de cempasúchil. Esta es una especie vegetal autóctona de México que también se usa, justamente, para decorar altares el Día de Muertos.

No obstante, como te hemos indicado, en la actualidad existen diferentes variantes de esta receta. Por ejemplo, en el estado de Guerrero se presenta con un llamativo color rojo; en el de Guanajuato se elabora dándole formas de animales y en el de Hidalgo humanas, mientras que, en Ciudad de México, a veces, se espolvorea con azúcar rosa. Asimismo, en todos los estados del país se preparan otros dulces conmemorativos del Día de Muertos. Más adelante te hablaremos de ellos, pero ahora queremos hacerlo del ritual en que se utiliza este pan.

Simbolismo de este pan

Entrega de pan

Entrega de pan en un Día de Muertos

El pan de muertos forma parte de todos actos que realizan los mexicanos para homenajear a sus difuntos. Como sabrás, en el país azteca se conserva la creencia de que las almas de los que han fallecido regresan ese Día de Muertos para visitar a sus familiares. Se trata de una idea que procede de los pueblos precolombinos y que, combinada con la religiosidad cristiana, ha llegado hasta nuestros días.

Estos homenajes a los difuntos tenían mucha importancia, sobre todo, entre los mexicas o aztecas. Se sabe que esos pueblos ya preparaban altares con ofrendas para los fallecidos, tal como se hace hoy. No obstante, los objetos que se colocaban en ellos serían, probablemente, distintos.

En la actualidad, los altares que preparan los mexicanos para homenajear a sus difuntos incluyen muchas piezas, cada una con su significado propio. Así, el pan de muertos se pone para calmar el hambre de las ánimas. También te hemos mencionado que se colocan ramos de flores de cempasúchitl e, igualmente, de flor de terciopelo. Lo hacen porque, según la tradición, estas plantas guían a las almas en su viaje.

Además, en señal de duelo, se colocan cirios cuyo número siempre tiene que ser par, una cruz cristiana y una fotografía del difunto al que se recuerda. Incluso se ponen en el altar comida, bebida y tabaco que fueran del gusto del fallecido. En este sentido, no puede faltar el maíz, pues se trata de una planta con toda una mitología vinculada a las divinidades precolombinas.

En fin, calaveras que, a veces, son de dulce, figuras realizadas con papel picado o una vara de tejocote también suelen estar presentes en los altares junto al pan de muertos. Estas varas simbolizan la ayuda a difunto para que se abra camino hasta sus familiares. Asimismo, en los más elaborados, se colocan un arco hecho de caña y de flores y copal. Esta es una resina aromática que ya estaba presente en las creencias prehispánicas. Según estas, limpiaba y purificaba de energías negativas el lugar donde se ponía.

Otros dulces típicos del Día de Muertos

Pan y otros dulces

Pan y otros dulces del Día de Muertos

Como te habíamos prometido y para terminar, vamos a hablarte de otras delicias que los mexicanos elaboran, además del pan de muertos, para estas fechas. Haciendo de nuevo un repaso a los distintos estados, en Guerrero se preparan almas con azúcar, muñecos, mariposas y «burros». Por su parte, en Guanajuato se hacen, igualmente, almas, pero con forma humana y pan de canela.

Hidalgo es uno de los estados que cuenta con más cantidad de productos relacionados con el Día de Muertos. Entre sus delicias se encuentran las moriscas, que se elaboran con harina, huevo, pulque (una bebida alcohólica prehispánica) y canela, así como cruces con azúcar. También Puebla cuenta con una interesante repostería vinculada a esta fecha. Buena muestra de ello son los golletes o roscas de colores y el sequillo, un bizcocho amarillo y seco.

En cuanto a Michoacán, se hacen flores y calaveras pintadas, así como la rosqueta, un pan que lleva hojas de plátano, anís y piloncillo o azúcar moreno. Oaxaca tiene como producto más tradicional la regañada, que es un pan de pasta hojaldrada. Pero también se elaboran panes de yuca o de yema de huevo con o sin ajonjolí. Finalmente, Morelos elabora pan de muertos con forma humana y, a diferencia de otros estados, con los brazos cruzados.

En conclusión, ahora ya conoces mejor el pan de muertos, una tradición culinaria mexicana asociada a las fechas de los difuntos. Se trata de una delicia gastronómica que se incluye en la ya de por sí excelente cocina azteca. Anímate a probarlo y disfruta de su sabor.


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