Complementan su exuberante naturaleza el monte Jaizquíbel, cuya máxima elevación, el San Enrique, marca el límite occidental de su municipio, y el cabo Higuer, que ha servido históricamente como baluarte defensivo. Pero, sobre todo, Fuenterrabía, como se la denomina en castellano, es un precioso pueblo vasco que combina rasgos medievales con monumentos de épocas posteriores. A continuación, te mostramos qué ver en Hondarribia.
Las murallas y el casco histórico
El casco histórico, lo primero que ver en Hondarribia
Se considera a Hondarribia la ciudad amurallada mejor conservada de toda su provincia. No en balde, construidas entre los siglos XVI y XVII, sus murallas todavía mantienen grandes cortinas y paños. Su sistema respondía al de fortificación con baluartes. De hecho, todavía se conservan cuatro de ellos: los de San Felipe, Santiago, San Nicolás y la Reina, unos en mejor estado que otros.
También debes fijarte en el Cubo de Santa María, que se halla junto a la entrada principal al recinto amurallado, la cual tiene el mismo nombre. Sobre esta, puedes ver un escudo de la localidad tallado en arenisca. Pero no es la única, también está la puerta de San Nicolás, que ha sido restaurada hace unos pocos años. Si quieres empaparte de su historia, visita el Centro de Interpretación de las Murallas de Hondarribia.
Por otra parte, las murallas enmarcan el precioso casco histórico de Hondarribia, declarado Conjunto Monumental. Destacan su trazado en cuadrícula y sus calles angostas y empedradas. Como arteria principal, tiene la calle Mayor, adoquinada y con numerosos edificios históricos. Entre estos, el propio Ayuntamiento, construido en 1735 siguiendo los cánones del estilo barroco. Pero también la casa de Cadevante, que fue escenario de las negociaciones para lograr la tregua al sitio de 1638; la casa Iriarte, con sus modillones de madera, y la casa Ladrón de Guevara, que es única en su estilo por la fachada de ladrillo azul vitrificado.
El castillo de Carlos V y otras fortificaciones que ver en Hondarribia
Castillo de Carlos V, actual parador de turismo
El castillo de Carlos V es una gran fortaleza medieval cuya existencia ya está documentada en 1200. Es, por tanto, muy anterior al monarca que le da nombre. Pero este la amplió considerablemente. De hecho, su construcción se atribuye a Sancho Abarca de Navarra. En todo caso, la muy sobria fachada se debe al primero. Concebido como fortaleza y palacio, disponía de seis plantas que se repartían en habitaciones para las tropas, almacenes, depósitos de pólvora y munición, calabozos y caballerizas. Desde 1968 es parador de turismo.
Pero, como ya te hemos dicho, no es la única fortificación que ver en Hondarribia. Te hemos mencionado algunos baluartes de las murallas, pero en un acantilado próximo al cabo Higuer tienes el castillo de San Telmo, que se edificó en el siglo XVI para proteger la costa de ataques piratas.
Asimismo, en el monte Jaizquíbel puedes ver el fuerte de Nuestra Señora de Guadalupe, construido en 1900 como punta de lanza del llamado campo atrincherado de Oyarzun. Es una gran fortaleza de planta poligonal que llegó a albergar unos setecientos cincuenta soldados y que disponía de 69 piezas de artillería. En verano, puedes visitarlo. Igualmente, en la cima de esta montaña tienes el fuerte de San Enrique y otros torreones defensivos, todos ellos construidos durante la última guerra carlista. Y posteriores son varios búnkeres pertenecientes a la Línea P u Organización Defensiva de los Pirineos.
El barrio de la Marina
Barrio de la Marina en Hondarribia
Sin duda, es uno de los más típicos y bonitos de Fuenterrabía. Como su propio nombre indica, es el barrio pesquero y se ubica en el antiguo arrabal de la Magdalena. Es un placer pasear por él observando sus casas tradicionales vascas, con balcones corridos de madera adornados con profusión de flores y tejados a dos aguas.
Además, en los últimos años, se han pintado de alegres colores que les dan un aire todavía más bonito. Por su ello fuera poco, las calles de este barrio están llenas de bares y restaurantes con terraza donde podrás saborear los típicos pintxos y deliciosos platos de pescado como el bacalao al pil pil o las ventrechas de atún.
Casa señoriales y palacios de la localidad vasca
El palacio de Zuloaga
Ya te hemos mencionado algunas construcciones interesantes al hablarte del casco histórico de Hondarribia. Pero ahora debemos hacerlo de sus casas señoriales y palacios. Son tan bonitos que tienes que verlos, aunque solo sea exteriormente, pues algunos no son visitables. Sí puedes entrar en el palacio de Zuloaga, ya que alberga la Biblioteca Municipal y el archivo histórico. Fue construido en el siglo XVIII y ostenta la distinción de monumento histórico.
Anterior es la casa Mugaretenea, ya que data del XVI y sigue los cánones del estilo renacentista. Por su parte, el palacio de Eguiluz también se conoce como casa de Juana la Loca porque esta y su marido, Felipe el Hermoso, se alojaron en ella durante su viaje desde Flandes hasta Toledo para ser nombrados herederos al trono.
No obstante, quizá la construcción más espectacular que ver en Hondarribia sea el palacio Ramery, que se encuentra en la calle Pampinot. Construido en el siglo XVII, destaca su fachada, que alterna el ladrillo visto con una exuberante decoración en madera tallada. Precisamente, alberga el centro de interpretación de las Murallas que te hemos mencionado anteriormente y, en sentido más amplio, todo un museo dedicado a la ciudad.
Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano y otros templos
Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano
Una vez te hemos mostrado los principales monumentos civiles que ver en Hondarribia, te hablaremos de los religiosos, cuya belleza no va a la zaga de los primeros. La principal iglesia de la localidad es la parroquial de Santa María de la Asunción y del Manzano, ubicada en pleno casco histórico. Fue construida entre los siglos XV y XVI sobre la muralla y los restos de otro templo románico. Sin embargo, es mayoritariamente gótica. No obstante, reformas posteriores le añadieron elementos renacentistas y una espectacular torre barroca debida al arquitecto Francisco de Íbero.
En su interior, se distribuye en tres naves separadas por ocho pilares cilíndricos. Pero te recomendamos que te fijes, sobre todo, en el mural que la decora y que, titulado Subida de Cristo al Calvario, es obra de Echena, pintor local de la segunda mitad del siglo XIX. Asimismo, el templo posee un pequeño museo.
Por otra parte, hay dos ermitas en Hondarribia que debes visitar. La primera es la de Santa Engracia, que está cerca del casco histórico, a unos trescientos metros. Destaca en ella su pequeño atrio cubierto con vigas de madera. Y la otra es la de Santa Bárbara, frente a la cual hay un calvario de tres grandes cruces de piedra. Esta última se encuentra en el monte Jaizquíbel, justo donde se halla nuestro siguiente monumento religioso que ver en Hondarribia.
El santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, básico entre lo que ver en Hondarribia
El santuario de Nuestra Señora de Guadalupe
Nos referimos a este santuario cuya construcción data del siglo XVI, aunque la iglesia actual es del XIX. Se edificó en el lugar donde una pareja de niños encontró una talla de la Virgen de Guadalupe. Exteriormente, destaca su esbelta torre de aguja y su pórtico trasero. En cuanto al interior, se dispone en una nave con crucero en la que destaca su espectacular decoración.
El retablo mayor es barroco del siglo XVIII y se debió a Juan Bautista Igeluz y a Jacinto Elduain. A la misma época pertenece el de la derecha, consagrado a San Juan Bautista. En cambio, el de la izquierda es anterior y se dedica a San Sebastián. Finalmente, también puedes ver algunos frescos de Bienabe Artia.
Cada ocho de septiembre, los habitantes de esta localidad vasca procesionan hasta el santuario para celebrar el Alarde. Pero esto nos lleva ya al apartado siguiente de lo que ver en Hondarribia.
Fiestas de Hondarribia
Desfile del Alarde en Hondarribia
Justamente, la principal festividad que puedes disfrutar en la villa guipuzcoana (y, sobre todo, la más sentida) es el Alarde. Se celebra desde 1639 para recordar la liberación del asedio que entonces padeció la localidad por parte de los franceses en el marco de la Guerra de los Treinta Años. Junto a la procesión hasta el santuario que ya te hemos mencionado, hay una novena a la Virgen de Guadalupe y, sobre todo, un vistoso desfile histórico de las antiguas milicias forales.
Otra gran recreación del pasado de Hondarribia tiene lugar el 25 de julio. Se trata de una procesión que hunde sus raíces en el Medievo y en la actividad de los pescadores. Rememora la toma de posesión de cargos en la Hermandad de Mareantes de San Pedro. Recibe el nombre de Día de la Caja porque una joven lleva una de estas, que simboliza las posesiones de la institución, hasta su sede. En su recorrido, atraviesa un vistoso túnel de remos y banderas.
Finalmente, la Semana Santa y el día de San Pedro también cuentan con procesiones en Hondarribia. Dentro de la primera, resulta especialmente imponente la del Viernes Santo, conocida como Procesión del Silencio.
En conclusión, te hemos mostrado lo principal que ver en Hondarribia. Tan solo nos queda recomendarte que, si te acercas a esta preciosa villa, también lo hagas a otras de la provincia como la no menos bonita Zumaya. Anímate a conocer esta zona del País Vasco.