Tahull

Tahull

Tahull es una pequeña localidad que pertenece al municipio del Valle de Bohí, famoso por la belleza de sus paisajes. No en balde, se encuentra en el Pirineo a una altura de unos mil quinientos metros sobre el nivel del mar y, asimismo, está incluido en la comarca leridana de la Alta Ribagorza.

Por si esto fuera poco, parte del término municipal está ocupado por el imponente Parque Nacional de Aigüestortes. Se trata de un entorno impresionante en el que abundan los lagos (o estanys, como se denominan en catalán), los colosos pétreos y los ríos caudalosos. De todo ello y mucho más vamos a hablarte en este artículo sobre Tahull. Comenzaremos por qué ver en la villa para luego mostrarte sus alrededores.

El casco urbano de Tahull

Casa en Tahull

Una construcción típica de Tahull

Esta preciosa villa de la provincia de Lérida ostenta el sello de Pueblo con Encanto, que otorga la Agencia Catalana de Turismo. Por tanto, es uno de los más bonitos de Cataluña y solo con que veas su casco urbano, con sus calles estrechas y empedradas, entenderás por qué.

Las casas responden a la arquitectura tradicional de la zona. Están construidas en piedra vista y sus tejados son de pizarra y a dos aguas. Igualmente, cuentan con balcones de madera corridos en sus pisos que, muchas veces, se adornan con flores. No son muy grandes, normalmente de una o dos alturas, y sus puertas de acceso son, asimismo, de madera con dintel recto y se acompañan de ventanas.

Pero, si bonito es el caserío de Tahull, más aún te impresionarán sus dos grandes monumentos. Se trata de las iglesias de Santa María y San Clemente, dos joyas del románico en Cataluña.

La iglesia de Santa María

Iglesia de Santa María

La iglesia románica de Santa María

Los dos templos de Tahull pertenecen al conjunto de las iglesias románicas del Valle de Bohí, que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad. Más adelante te hablaremos de otras, pero ahora vamos a mostrarte las de esta villa. La iglesia de Santa María aparece mencionada, por vez primera, en un documento del año 1123, lo cual te dará idea de su antigüedad.

Exteriormente, responde a las características del románico con decoración lombarda en los ábsides. Como sabrás, este último adjetivo hace referencia al estilo que implantaron los lombardos por aquella época en el norte de Italia. Pero su elemento externo más destacable es la gran torre del campanario, que, curiosamente, está un poco torcida y que supera en cuatro alturas al templo.

No obstante, si te llama la atención por fuera, más aún lo hará por dentro. Presenta planta basilical con tres naves y otros tantos ábsides y, sobre todo, sus paredes están decoradas con pinturas murales. Sin embargo, se trata de reproducciones. Las originales, atribuidas a dos autores del siglo XII, fueron rescatadas del templo y llevadas al Museo Nacional de Arte de Cataluña, donde permanecen más protegidas. De hecho, por entonces, corrían el riesgo de ser llevadas a Estados Unidos para su venta, como ocurrió con otros monumentos románicos de la zona.

La iglesia de San Clemente de Tahull

Iglesia de San Clemente

La preciosa iglesia de San Clemente de Tahull

Es el otro gran monumento de Tahull y se parece mucho a la anterior. No en balde, responde al mismo estilo románico con influencias lombardas. Y, sobre todo, posee una torre campanario todavía más alta y esbelta, aunque en este caso queda exenta del templo. Tiene seis pisos que se levantan sobre un zócalo macizo y su planta es cuadrada. Cada una de sus caras está decorada con arquillos ciegos y con dos o tres ventanas separadas por pequeñas columnas.

Respecto a la planta del edificio es basilical con tres naves separadas por columnas decoradas, un ábside y dos absidiolos. Los muros carecen de ventanas, por lo que la única iluminación llega a través de las puertas. Igual que en el caso de Santa María, todo el interior estaba decorado con pinturas que puedes ver actualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Asimismo, la del ábside central, atribuida al conocido como maestro de Tahull, ha sido reproducida. Se trata de un Pantocrátor (representación mayestática de Dios) situado dentro de una mandorla o marco ovalado y sentado en una franja ornada con motivos vegetales. Está en actitud de bendición y lo rodean cuatro ángeles. Finalmente, bajo su imagen se hallan otras de la Virgen María portando el Santo Grial y de cinco apóstoles.

Otros pueblos y templos del Valle de Bohí

Vista de Coll

Una vista de la localidad de Coll

Como te hemos dicho anteriormente, las dos preciosas iglesias de Tahull pertenecen al conjunto de templos románicos del Valle de Bohí. Por tanto, debemos hablarte de los principales entre estos, ya que forman un conjunto con las primeras. Y, de paso, lo haremos de los pueblos donde se hallan.

En la pequeña villa de Coll, situada a casi mil doscientos metros de altitud, tienes la iglesia de Santa María de la Asunción, construida en sillar a principios del siglo XII. Es más pequeña que las de Tahull, pues solo cuenta con una nave y dos capillas laterales. Asimismo, su torre es mucho más baja. Por su parte, la iglesia de Santa María de Cardet se halla en esta localidad de unos trece habitantes. Tiene un ábside más grande que las anteriores, pero su conjunto también es más humilde. Destaca en ella la torre terminada en una espadaña con tres huecos para las campanas.

En Barruera tienes la iglesia de San Félix, que dispone de una sola nave cubierta con bóveda de cañón y dos ábsides semicirculares, uno de ellos adornado con decoración lombarda. También dispone de una torre campanario que, igualmente, es más pequeña que la de los templos de Tahull. Otro elemento destacable es su pórtico, que está cobijado bajo un porche abierto mediante arcos de medio punto.

Mayor riqueza monumental te ofrece Durro, ya que dispone de dos iglesias. La de la Natividad de la Madre de Dios se encuentra en el centro del pueblo, mientras que la ermita de San Quirce está a las afueras. La primera también dispone de porche lateral con grandes arcos de medio punto. Pero, sobre todo, tiene un esbelto campanario que recuerda a los que te mencionábamos en Tahull. Posteriormente, se le añadieron dos capillas góticas y, ya en el siglo XIX, el retablo mayor.

Finalmente, en Erill la Vall tienes la iglesia de Santa Eulalia, que es, a nuestro juicio, una de las más bonitas. También cuenta con porche y campanario de seis pisos. Interiormente, se distribuye en una sola nave alargada, cubierta con bóveda de cañón y culminada en un ábside. Asimismo, en su coro se ha instalado una exposición de piezas que aparecieron en torno al templo. En este, igualmente, hubo un descendimiento del siglo XII que se llevó al citado Museo Nacional de Arte de Cataluña para ser mejor conservado. Ahora puedes ver en la iglesia una reproducción. Junto al templo, tienes el Centro del Románico del Valle de Bohí, donde encontrarás toda la información acerca de este inigualable patrimonio artístico del Pirineo leridano.

El entorno natural de Tahull

Los Encantados

Los Encantados, en el Parque de Aigüestortes

Como te habíamos prometido, vamos a hablarte también del maravilloso entorno natural de esta localidad catalana que combina todo lo que gusta a los aficionados a la montaña. Incluso tienes en los alrededores la estación de esquí de Bohí Tahull. Si te gusta este deporte, debes saber que tiene más de cincuenta pistas de dificultad variada y  todos los servicios. Cuenta con aparcamiento para más de mil quinientos vehículos, restaurantes, cafeterías, atención médica e incluso tienda para alquiler de material.

Pero la estación no solo funciona en invierno. También en verano organiza diferentes actividades por el Pirineo de la zona. Por ejemplo, rutas en bicicleta de montaña o a pie, yincanas y visitas guiadas al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici. De este, precisamente, vamos a hablarte para terminar.

El Parque Nacional de Aigüestortes

Refugio de montaña

Refugio de montaña en Aigüestortes

Como ya te hemos dicho, buena parte del término municipal de Valle de Bohí, donde está Tahull, se encuentra dentro del parque de Aigüestortes, una maravilla natural que te ofrece paisajes majestuosos e inolvidables. Con más de cuarenta mil hectáreas, alterna grandes montañas, caudalosos ríos, tranquilos lagos, cascadas y glaciares del Cuaternario.

Por si ello fuera poco, tiene una impresionante flora de robledales y hayedos, así como una rica fauna de osos pardos, rebecos, urogallos, nutrias, buitres y águilas reales. Puedes recorrer esta maravilla haciendo sus numerosas rutas de senderismo y durmiendo en sus muchos refugios de montaña. Vamos a mostrarte algunas de las más interesantes.

El sendero de largo recorrido transpirenaico GR-11 atraviesa el parque. Pero, si no te consideras un gran senderista, puedes entrar en él por la zona de Planell de Aigüestortes y caminar hasta el lago Llong. Apenas son cuatro kilómetros con un desnivel de 178 metros. Tomando la salida en el mismo punto, también puedes realizar la llamada Ruta de las Nutrias, que llega hasta la Palanca de la Molina. Son unos seis kilómetros, aunque el desnivel es mayor. En cambio, es posible que seas un consumado senderista. En tal caso, tienes rutas como las travesías de Artiés a Espot y de este último hasta Bohí, que te ofrecen vistas panorámicas inigualables. Y, para los más osados, está el camino Carros de Fuego, una ruta de montaña de cincuenta y cinco kilómetros y un desnivel acumulado de casi diez mil metros.

En conclusión, te hemos mostrado todo lo que puedes ver y hacer en Tahull y sus maravillosos alrededores. Tan solo nos resta aconsejarte que, igualmente, disfrutes de su cocina. A grandes rasgos, coincide con la gastronomía catalana y, por tanto, es deliciosa. Anímate a conocer esta zona del Pirineo catalán tan bonita como llena de historia.


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