Uclés

Uclés

Situada al este de la provincia de Cuenca y a apenas cien kilómetros de Madrid, la pequeña villa de Uclés guarda un conjunto monumental único en la zona. Se asienta en las laderas de la sierra de Altomira a casi novecientos metros sobre el nivel del mar. Y conforma, junto a su entorno, un bonito paisaje de mesetas y pequeños cerros.

Su ubicación le dio importancia como bastión defensivo en época musulmana. De hecho, en 1108 fue escenario de la batalla de los Siete Condes, en la que resultó derrotado el ejército cristiano y muerto Sancho Alfónsez, heredero del rey Alfonso VI. Sin embargo, ya estaba habitada en tiempos de la romanización, como prueban los yacimientos encontrados en Haza del Arca y Fuente Redonda. Toda esta historia ha configurado el paisaje urbano de Uclés, de trazado castellano con reminiscencias árabes e incluso judías. Sin más preámbulos, vamos a mostrarte qué ver y qué hacer en esta pequeña villa conquense.

El Castillo de Uclés

Castillo de Uclés

Detalle de una de las torres que conforman el castillo de Uclés

Forma, junto al monasterio del que te hablaremos más adelante y la muralla, el conjunto monumental más importante de la localidad. Fue construido en el siglo X por los árabes, si bien de esta primitiva edificación no queda prácticamente nada. En cambio, todavía puedes ver en el conjunto restos de la antigua fortaleza de la Orden de Santiago que pervivió entre el XII y el XIV.

Concretamente, puedes ver desde el exterior, ya que no está permitido visitarlo, las torres Albarrana, del Pontido y del Palomar, así como un amplio lienzo de la antigua muralla que te citábamos. Esta baja desde la primera de las torres hacia el río Bedija, pasa por los restos de la puerta de Sicuendes y continúa formando una suerte de cremallera hasta el cementerio de Santa Catalina.

No obstante, documentos antiguos señalan que contaba con siete torres y que tenía una superficie de un kilómetro cuadrado. Sin embargo, con la edificación del monasterio buena parte fue derribada. Respecto a las tres que quedan, las del Palomar y del Pontido son de planta rectangular y esta última se unía a la primera mediante un puente levadizo.

El monasterio

Monasterio de Uclés

Portada del monasterio de Uclés

Como te decíamos, fue su construcción la que acabó con buena parte de la fortaleza de la Orden de Santiago, aunque el monasterio también le sirvió como sede. Se empezó a edificar en 1529 durante el reinado de Carlos I, aunque no se terminaría hasta dos siglos más tarde con Felipe V. Forma con el castillo un conjunto bautizado como «el Escorial de la Mancha» y declarado Monumento Nacional en 1031.

Como curiosidad, te diremos que existe una ruta de peregrinación hasta este cenobio que parte desde la iglesia madrileña de Santiago y que se conoce como Camino de Uclés. Asimismo, en él fueron enterrados el gran poeta medieval Jorge Manrique y su padre, don Rodrigo. También fue cárcel durante un tiempo y uno de sus más ilustres reclusos fue Francisco de Quevedo.

Por otra parte, el monasterio tiene planta cuadrada en torno a un patio central y combina tres grandes estilos arquitectónicos. La parte más antigua, conformada por la fachada este, la Sala Grande y la sacristía son platerescas. Asimismo, la primera se debe al genio del toledano Enrique Egas, también creador del Hospital de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela.

En cambio, la iglesia es de estilo herreriano y su principal artífice fue Francisco de la Mora. No obstante, el altar mayor está adornado por una pintura de Francisco de Ricci que representa al Apóstol Santiago en la Batalla de Clavijo. Precisamente, el retablo de ese altar es una réplica del primitivo que había sido creado por García Dardero.

Por su parte, la fachada sur fue la última en construirse y responde al estilo churrigueresco. De hecho, se atribuye a Pedro de Ribera, uno de los principales discípulos de José de Churriguera. Su acceso consta de cuatro pilastras, dos en cada lado, que se adornan con numerosos elementos decorativos. En su parte superior puedes ver un balcón corrido y la inscripción «Caput Ordinis», que se refiere a que el monasterio era cabeza de la Orden de Santiago.

La Puerta del Agua y otros monumentos civiles

Puerta del Agua

La Puerta del Agua, única que queda de la antigua muralla

El conjunto amurallado de Uclés, que puedes ver en panorámica desde el mirador del Portillo, cuenta con un segundo recinto fechado en el siglo XIV al que pertenece la Puerta del Agua, que da acceso a la localidad. Es la única que se conserva, pero llegaron a contarse otras cinco: las de Sicuendes (que ya te hemos mencionado), Herrería, Alcantarilla, Postigo y San Pedro.

Frente a la Puerta del Agua tienes la fuente de los Cinco Caños, que ha tenido gran importancia social en la villa. Por otra parte, en el casco histórico de Uclés destacan algunas construcciones solariegas de corte tradicional y distintos estilos. Entre ellas, puedes ver la casa de Pareja y Cedillo, la casa-palacio de los Torres y las de Velázquez y Cárdenas y de Fernández y Contreras.

Por cierto, a escasa distancia de Uclés se encuentra el paraje llamado Fuente Redonda, que ya te hemos citado al principio. Es uno de los yacimientos arqueológicos de época prerromana de la zona. Se trata de una laguna artificial con escalones y paredes de cantería en la que se harían ceremonias relacionadas con la fecundidad. En este enclave fue hallada un ara votiva dedicada al dios celtíbero Airón, cuyo culto estaba extendido por toda la Península Ibérica. Actualmente, el ara se encuentra en el Parque Arqueológico de Segóbriga, del que te hablaremos más adelante. Sin embargo, en Fuente Redonda puedes ver una réplica.

Plaza de Pelayo Quintero e iglesia de Santa María

Plaza de Uclés

Plaza de Pelayo Quintero

Podemos considerarla la plaza mayor de Uclés, pues constituye el centro neurálgico de su vida social. Asimismo, en ella se encuentra el Ayuntamiento, una pequeña construcción del siglo XVII con pórtico de cuatro arcos y balcón corrido. Y junto a este encontrarás, ya en la calle de las Angustias, los restos del Pósito y la citada casa palacio de los Fernández y Contreras.

Justamente en la plaza de Pelayo Quintero y frente al Ayuntamiento tienes la iglesia de Santa María, construida en el siglo XVI por el arquitecto Francisco de la Mora, ya citado al hablarte del monasterio. Combina rasgos de estilo renacentista con otros que anticipan el barroco. Pero tampoco debes perderte la ermita de las Angustias, un pequeño templo construido a piedra vista en el que destaca su esbelta espadaña.

Parque Arqueológico de Segóbriga

Segóbriga

Teatro romano de Segóbriga

Como te habíamos prometido, debemos hablarte de este conjunto arqueológico de enorme importancia, aunque no se halla en Uclés. Está en Saelices, a apenas diez kilómetros, concretamente en torno al cerro de Cabeza de Griego. Se trata de un yacimiento celta y romano que fue declarado tanto Bien de Interés Cultural como Monumento Nacional en 1931.

Para su antigüedad, se encuentra en bastante buen estado de conservación. Consta de una necrópolis celta y de varios recintos urbanos de tiempos latinos. Entre estos últimos, puedes ver la muralla y la puerta norte, la acrópolis, el foro o el acueducto. No obstante, destacan en el conjunto las termas, el teatro y el anfiteatro. Este último, se construyó entre los siglos I y II después de Cristo y era el edificio más grande de la ciudad. Tenía forma elíptica y capacidad para más de cinco mil espectadores, con un podio entre la arena y las gradas.

En fin, también puedes observar en el yacimiento los restos de otras construcciones como el santuario rupestre de Diana, el gimnasio o la casa del procurador minero. Incluso se han hallado restos de una basílica ya de época visigoda.

La gastronomía y las fiestas de Uclés

Morteruelo

Una sartén de morteruelo

No puedes marcharte de esta preciosa localidad de Cuenca sin probar su deliciosa gastronomía. Combina elementos de la cocina manchega con otros típicos de La Alcarria. Entre estos últimos, la famosa miel y, respecto a los primeros, el no menos conocido queso. Asimismo, el vino elaborado en Uclés tiene, incluso, su propia denominación de origen protegida.

En cuanto a los platos que debes probar en la villa, te aconsejamos el morteruelo. Debe su nombre a que se elabora en un mortero donde se machaca pan rallado, especias, hígado de cerdo y otras carnes. Es una receta con tanta tradición que ya aparece en escritos del siglo XI, bien es verdad que con otro nombre.

También es clásico el ajoarriero, que lleva patatas, aceite, huevos y ajo y se come con bacalao. Y lo mismo podemos decirte de las migas, las gachas y los originales gazpachos galianos que nada tienen que ver con los andaluces. Estos se elaboran con torta cenceña (un pan ácimo) y piezas de carne guisada y se sirven calientes. Por otra parte, son propios de Cuaresma las garbanzadas de bacalao y espinacas y las patatas al Ajovirón. En cuanto a los dulces, tienes que probar el alajú, que se prepara con almendras, miga de pan y miel, el pan de pasas, los bizcochos de canela, las tortas o el queso frito. Cualquiera de estas recetas es deliciosa.

Ayuntamiento de Uclés

El Ayuntamiento de Uclés

Por otra parte, las fiestas patronales de Uclés son dobles. Las primeras tienen lugar en torno al 20 de enero y rinden tributo a San Antonio, mientras que las segundas se celebran el penúltimo sábado del mes de agosto y se hacen en honor a la Virgen de las Angustias. Asimismo, es importante la fiesta del Cristo de la Humildad, que tiene como fecha el primer domingo de mayo. Y, en cuanto a otro tipo de festejos, destaca el mercado medieval que se desarrolla el fin de semana más cercano al 15 de agosto.

En conclusión, te hemos mostrado qué ver y hacer en Uclés, la preciosa e histórica villa de La Mancha conquense. Solo nos resta aconsejarte que, ya que estás en esa provincia, te acerques a conocer otras localidades como Tarancón o Quintanar del Rey, así como la propia ciudad de Cuenca, con sus famosas casas colgadas y su maravilloso casco antiguo. Anímate a visitar esta preciosa zona de España.


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