Villaluenga del Rosario, el pueblo del queso payoyo

La localidad de Villaluenga del Rosario es uno de esos pueblos blancos de Cádiz que tan bonitos nos parecen. De hecho, se encuentra en pleno Parque Natural de la Sierra de Grazalema, ubicado en la Serranía de Ronda, con su peculiar orografía.

Esta hace que el municipio de Villaluenga del Rosario posea más de ochenta cuevas y simas, lo cual lo convierte en un lugar idóneo para los aficionados a la espeleología. Pero, además, la villa es conocida por su queso payoyo, cuya receta tiene registrada y que se vende en todo el mundo. A continuación, te hablaremos de todo esto y de otras muchas atracciones.

Yacimiento de la Manga: cuevas y simas

Con el nombre de la Manga se conoce un desfiladero entre montañas que lleva hasta Villaluenga del Rosario. Tiene una extensión de seis kilómetros entre las sierras del Caíllo y de Ubrique e incluye varias cuevas y simas. Pero, sobre todo, en esta zona se ha encontrado un yacimiento arqueológico del Paleolítico Inferior.

Asimismo, a lo largo de la Manga discurre una calzada romana que unía poblaciones como Ocuri en Ubrique y Lacílbula en Grazalema. Igualmente, se utilizó en el Medievo como vía de comunicación entre los pueblos de la zona. En esta última etapa se conoció como Cañada Real de Campobuche y se usó con fines pecuarios, para trasladar el ganado desde Benaocaz hasta la propia Grazalema o hasta los pueblos intermedios.

Volviendo al yacimiento prehistórico, muchas de las piezas arqueológicas se han encontrado en las cuevas y simas de la zona. Como te decíamos, en Villaluenga del Rosario hay más de ochenta, algunas de ellas realmente impresionantes.

Es el caso de la sima de los Llanos del Republicano, que tiene unos doscientos cuarenta metros de profundidad, y de la del Cacao, cuya oquedad de entrada tiene ochenta metros. Pero la más popular es la sima de Villaluenga, que se encuentra frente al pueblo.

Se accede a ella a través de una gran abertura que lleva a un colosal espacio subterráneo, pues tiene casi doscientos cincuenta metros de profundidad y nada menos que 3651 metros de galerías. De hecho, las aguas que discurren por su interior salen por varios manantiales del cercano municipio de Ubrique. En definitiva, esta imponente sima es un lugar de referencia para los espeleólogos de toda España. Justamente, por su complejidad, solo podrás acceder a ella acompañado por expertos en visitas guiadas.

Las iglesias de San Miguel y del Salvador

La iglesia de San Miguel Arcángel, edificada a principios del siglo XVIII, se halla en la Alameda del pueblo. Por su época, responde al barroco tardío, aunque la remata un sencillo frontón neoclásico. Tiene planta basilical con tres naves separadas por columnas toscanas. Por su parte, las cubiertas son de bóveda vaída en la central y de aristas en las laterales. Asimismo, las refuerzan arcos fajones.

Además, cuenta con una interesante iconografía. Destaca la imagen de la Virgen del Rosario, así como una escultura del Niño Jesús que data, igualmente, del siglo XVIII. Completan la imaginería tallas del propio San Miguel, del Crucificado, de San Francisco de Asís o de San José.

Por su parte, la iglesia del Salvador también se edificó en el siglo XVIII, pero fue quemada durante la invasión francesa. Ya nunca se restauró y ahora se usa como campo santo. Sin embargo, aún se conservan la torre y otros elementos que le dan un importante valor arquitectónico.

Ermitas de San Gregorio y del Calvario

Estos dos pequeños templos completan el patrimonio religioso de Villaluenga del Rosario. La ermita de San Gregorio se construyó en 1703 por orden de la duquesa de Aveiro. Es una muestra de arquitectura popular que destaca por su sencillez. Tiene planta cuadrada y, exteriormente, destaca por su fachada neoclásica, con arco de medio punto enmarcado por pilastras. Asimismo, una espadaña culmina la obra.

En cuanto al interior, guarda bonitas imágenes de San Gregorio y de San Juan Bautista. Además, es el punto de donde sale la Divina Pastora en la romería que se celebra a mediados de junio.

Por otro lado, la ermita del Calvario está en las afueras de Villaluenga, a un kilómetro al sur de la villa. También fue edificada en el siglo XVIII gracias al esfuerzo del padre Buenaventura, un misionero capuchino que promovió otros calvarios en la zona. Igualmente, se trata de una construcción sencilla en la que destaca su cúpula gallonada y sus fachadas cubiertas de cal.

En su interior, alberga imágenes del Crucificado y del Santo Entierro. Esta última se traslada en Semana Santa a la villa para, el Viernes Santo, devolverla en procesión de nuevo a la ermita.

Ayuntamiento de Villaluenga del Rosario

Es la mejor muestra de arquitectura civil de la localidad gaditana. Lo encontrarás en la calle Real y destaca por su fachada, adornada con balcones y ventanas enrejadas. Se restauró hace pocos años y en ella debes fijarte, sobre todo, en su pórtico de entrada, cuya piedra de color resalta sobre el blanco del edificio.

Lo forma un arco trilobulado bajo el que está la puerta. Asimismo, enmarcan a esta dos columnas anilladas con basamentos cúbicos. Y, sobre todo ello, hay un frontón partido con el escudo de la villa en su centro. No obstante, el Ayuntamiento es un edificio sencillo de una sola planta.

A modo de anécdota, te diremos que la calle en la que está es la más larga de Villaluenga. Y, según la tradición, la villa le debe su nombre a ella.

La plaza de toros más antigua de la provincia de Cádiz

Otro de los monumentos destacados de Villaluenga del Rosario es su pequeña y coqueta plaza de toros. Se trata de la más antigua de toda la provincia. No se sabe la fecha exacta de su construcción porque los archivos municipales se quemaron durante la Guerra Civil. Pero ya aparece en documentos del año 1792.

Además, prueba su antigüedad el hecho de que no es totalmente redonda, sino casi trapezoidal. La encontrarás en la calle Moreno de Mora, a un extremo del pueblo, ya lindando con los primeros relieves de la sierra del Caíllo.

Por otra parte, ha sido reformada varias veces. De hecho, antes de 1960 no tenía cerramiento exterior y las gradas no la rodeaban. Asimismo, se reemplazó el muro de ladrillo por otro realizado en piedra seca y descubierta, que le da un aire más pintoresco. También tiene otras peculiaridades. Por ejemplo, carece de callejón y sus burladeros están incrustados en el muro. Estos consisten en una especie de garita u hornacina en la que se resguarda el torero y son únicos en toda la provincia de Cádiz.

Finalmente, como curiosidad, te diremos que, si bien solo caben en ella tres mil espectadores, se dice que «tiene el aforo más grande del mundo». Esto se debe a que, como se encuentra en la sierra del Caíllo, desde las partes más elevadas de esta pueden verse las corridas sin acceder a la plaza.

La fuente del Acueducto

También llamada de los Caños, era la que abastecía de agua a la población, justamente, donde terminaba el acueducto. Sin embargo, con el tiempo se ha reemplazado por otras. Construida en el siglo XVIII, tiene fachada rectangular enmarcada por pilastras toscanas sobre cuyos capiteles descansa una cornisa.

En el centro hay un nicho con arco de medio punto ornado por una concha. Y, sobre todo el conjunto, hay un balcón a modo de mirador.

Turismo rural en el Parque Natural de la sierra de Grazalema

Otro de los grandes atractivos de Villaluenga del Rosario son sus alrededores, por los que puedes hacer maravillosas rutas de senderismo. No en balde, se halla en el incomparable marco del Parque Natural de la sierra de Grazalema.

Por ejemplo, tienes la llamada ruta de los Llanos del Republicano. Saliendo del pueblo hacia el sur, llegarás a un cerrado valle y, siguiendo el cauce del río, hasta la sima del Republicano. Pero no debes entrar en ella, salvo que vayas con expertos. El recorrido dura unas cuatro horas y tiene dificultad media.

También puedes hacer la ruta de Villaluenga, que parte de la zona Albarrada y sigue una pista hacia el puerto de las Viñas. Pronto tendrás una visión espectacular del valle de Barrida, con los impresionantes farallones calizos de la sierra de Líbar y Chaparral.

Una tercera opción es la llamada ruta de la salud, que transita por los puntos más destacados de Villaluenga del Rosario y sus alrededores. Es sencilla y aconsejable, pues tiene unos siete kilómetros en total y está bien señalizada.

El queso payoyo

Par terminar nuestro viaje a Villaluenga, te hablaremos del manjar gastronómico que la ha hecho famosa. Se trata del queso payoyo, cuya fórmula quedó registrada en 1996. Por tanto, solo se elabora en esta localidad gaditana.

Es una delicia que se prepara con leche de cabra, de oveja o de ambas al mismo tiempo. De este modo, posee diferentes variedades que van desde la fresca hasta la curada pasando por la de pimentón o la de romero. Actualmente, el queso payoyo se exporta a países de todo el mundo y ha obtenido premios internacionales. Además, todos los años se celebra en la localidad la Feria del Queso Artesanal de Andalucía.

En conclusión, te hemos mostrados qué ver y hacer en Villaluenga del Rosario, el precioso pueblo blanco de la provincia de Cádiz. Como has visto, tiene un interesante patrimonio monumental, unos alrededores impresionantes y una gastronomía en la que destaca su queso, único en el mundo. Anímate a conocer esta localidad.